Redacción. Cargada de historia, devoción y fe hacia la Virgen de Montemayor, la iglesia parroquial Santa María de la Granada de la localidad juanramoniana acoge desde el pasado 30 de agosto y hasta el día 7 de septiembre a las 20.30 horas la Solemne Novena en honor de la Virgen de Montemayor, cultos previos que culminarán en el día grande de la Velada de Moguer, el 8 de septiembre, en el que a partir de las 11 de la mañana la Hermandad Matriz celebrará la Función Principal de Instituto, y a partir de las 20.30 horas se desarrollará por las calles céntricas de la ciudad la solemne procesión de la Virgen de Montemayor.
La Novena está siendo oficiada por el sacerdote natural de la Palma Monseñor Cristóbal Robledo Rodríguez, quien hasta hace varios meses ha sido oficial enla Congregación para la Educación Católica en el Vaticano, y como ya es tradicional en la Novena participan las asociaciones parroquiales y hermandades de la localidad. Así el viernes 31 participaron en la eucaristía las comunidades neocatecumenales y el día 31 las secciones masculina y femenina de la Adoración Nocturna. En próximos días se sucederán Caritas, los grupos de matrimonios, Vivencias de Fe, la Asociación Hijas de María, las hermandades de la Borriquita Cristo de los Remedios y el grupo Scouts Tamar, la Hermandad de la Vera-Cruz, la de Padre Jesús, la filial del Rocío y las hermandades filiales el sábado 7.
Misa funeral por el Padre Roca. En la eucaristía del sábado 7 de septiembre, último día de Novena, en el que participan las hermandades filiales, será recordado el recientemente fallecido Padre Roca, Hermano Mayor Honorario de la Hermandad Matriz, quien durante sus 50 años como sacerdote siempre tuvo como referente a la Virgen de Montemayor, cuya devoción llevó y transmitió a todos los lugares en los que ejerció su labor sacerdotal.
También será recordado otro sacerdote moguereño fallecido hace algunos meses, José Antonio Pérez Domínguez, primer sacerdote moguereño que predicó a mediados de los años 50 la Novena a la Virgen de Montemayor, quien por su destino sacerdotal, Sevilla, estuvo vinculado casi desde su fundación a la filial de Montemayor de Sevilla