Redacción. El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Huelva, José Fiscal, ha destacado que “la actividad salinera en el Paraje Marismas del Odiel combina la alta tecnología con el ecosistema, siendo el agua de mar, el sol y el viento los motores de esta industria, respetuosa con el medio ambiente”.
Según Fiscal, estas “las balsas se han convertido en el hábitat apropiado para el desarrollo de las diferentes especies que cohabitan en el espacio natural: la artemia salina; doradas, lubinas, sargos, flamencos, cormoranes, espátulas, carrizos, cañaverales, juncos, sabinas o lentiscos”.
El delegado del Gobierno ha subrayado que “la salina ha jugado un papel fundamental en la historia de la Humanidad, y al mismo tiempo, ha tenido una enorme importancia para el medio ambiente en una región mediterránea como la nuestra”. “Se dan –agrega- procesos biológicos de importancia para el paraje, que aportan una alimentación fundamental y extraordinaria para las aves”.
La salina extensiva del Odiel ha permitido el establecimiento de áreas ecológicamente favorables para el asentamiento de la ornitofauna, destacándose como la unidad ambiental con mayor capacidad de carga y potencial productivo acuícola, por lo que contribuye decisivamente al incremento sustancial de efectivos anuales de avifauna.
El proceso de obtención de la sal se divide en: la inundación de la salina, por la entrada de agua procedente del canal de las Madres, de Punta Umbría (a primeros de abril); la concentración, a partir de la evaporación; la cristalización, y la recogida de la sal (a principios de septiembre).
La sal cosechada en la salina de Huelva tiene distintos destinos: la industria (procesos electrolíticos), alimentación, aditivo y deshielo de carreteras, según ha señalado Alberto Hervás, director de Ercros en Huelva.