Elisabeth Méndez. Con el Cuerpo de Cristo exhibido en una custodia, siendo el principal protagonista de este grandioso día en el que se conmemora su presencia en la Eucaristía bajo las especies de pan y vino –Cuerpo y Sangre–, se recibe la festividad del Corpus Christi por las principales calles de Huelva.
Para ello, paños rojos y dorados decoran los balcones de todos los puntos de la provincia onubense y de la capital en este dos de junio, acompañados por las más variadas flores y macetas que engalanan las calles por las que discurre la custodia formada por un cortejo especial, en el que, además de las autoridades, hermandades y colectivos sociales, se pueden ver a los niños que en este 2013 han recibido su Primera Comunión, y cuya humilde presencia embellecen aún más a una valiosa festividad para la Iglesia católica.
A esa decoración típica se suma la de los numerosos altares que se instalan en diversos puntos del recorrido, siendo estos parada obligada de la custodia donde los fieles rezan en alabanza a su Señor.
Otro aspecto característico de esta celebración es el olor a incienso que en las mayoría de las procesiones onubenses abre paso al cortejo procesional, el cual avanza sobre una alfombra verde formada por decoración vegetal a base de juncias y helechos.
De este modo, Huelva se engalana un año más para recibir el Cuerpo de Cristo, una festividad de antaño que comienza a celebrarse en el Siglo XIII en Bélgica, extendiéndose poco a poco por el resto del territorio católico, saliendo por primera vez en procesión la Hostia Sagrada en 1447 en Roma, aprobado por el Papa Nicolas V.
Aunque tradicionalmente se celebra el jueves, en España, desde 1989, se trasladó su celebración al domingo siguiente (60 días después del Domingo de Resurrección), con el objetivo de obtener una mayor participación de los fieles, aunque en algunas ciudades aún se conserva su fecha tradicional.