Elisabeth Méndez. A finales de los años 70, la necesidad de atender a la juventud que se quedaba fuera del sistema educativo y del sistema productivo de Huelva dio lugar a la creación de Valdocco, una Fundación que trabaja con personas en situación de riesgo de exclusión social en nuestra provincia, bajo el lema ‘un lugar para crecer‘, y que en la actualidad atiende a 125 personas cada día a través de diversos programas de formación.
Según declaraciones del director de la Fundación Valdocco en Huelva, Carlos González González, en una entrevista a Huelva Buenas Noticias, “nuestra labor se enmarca en la filosofía de que la persona y su entorno es lo más importante, y hay entramos nosotros, en hacer de su entorno el más apropiado”.
En este sentido, esta fundación cuenta con cuatro programas de actuación bien diferenciados en Huelva: la prevención de la exclusión a través de la educación de calle, la inserción sociolaboral con el programa ‘Incorpora’, y los dos proyectos que pondrán en marcha en este 2013 que son, por un lado, el ‘Programa Jabato 15’, que dará formación a jóvenes que abandonan la escuela a edad temprana, y la apertura definitiva del Centro de Acogida para Personas sin Hogar ‘Casa Paco Girón’, en el que se ofrecerán talleres de formación para el empleo que facilite la incorporación de estas personas a un puesto de trabajo. Según explica González, para la puesta en marcha de este último “hemos obtenido un apoyo fundamental por parte de Atlantic Copper, con quien firmamos un convenio económico por el que nos aportan ayudas para el mantenimiento y el funcionamiento de esta casa
Para Carlos González, Valdocco ha aportado muchos beneficios a la provincia de Huelva en cuanto a formación e inserción laboral de la juventud, destacando que “la principal aportación, en definitiva, es que pone a la persona en el centro de la acción educativa, construyéndose ella misma su propio proyecto, en el que cuenta con la ayuda de personas de la asociación que le regalan su tiempo, respeto, temple, cariño y dedicación durante el proceso”.
El director de Valdocco ha manifestado a este periódico que una parte esencial de la Fundación es “la apuesta decidida por la persona desde el respeto y el cariño, y descubriendo con ella sus potencialidades, sus capacidades y sus posibilidades” destacando además la importancia que en esto tiene “el efecto multiplicador de nuestro trabajo en red, es decir, personas muy diversas y de diversas organizaciones que luchan y trabajan cada día codo con codo por mejorara a las personas y su entorno”.
El resultado de todo esto es un “nivel de inserción sociolaboral para las personas que reciben formación en la fundación de un 15 por ciento, variable según el proyecto, además de un crecimiento personal y un abandono de conductas poco edificantes por parte de estas personas”, según declara González.
En cuanto al perfil del onubense que recibe servicios por parte de la Fundación Valdocco, “en estos momentos es mayoritariamente hombre de 30 años y con experiencia laboral, y en la mayoría de los casos sin ningún tipo de ingresos. Los más jóvenes, quienes más están padeciendo la crisis actual y los problemas de exclusión social, matan el tiempo en la calle sin perspectivas de futuro y, la mayoría, sin formación”.
Esta Fundación, de gran importancia para la provincia de Huelva, cuenta con apoyos y colaboraciones tanto de entidades públicas, como la Diputación Provincial, como de empresas privadas, como Atlantic Copper, que como hemos comentado anteriormente, otorga un apoyo fundamental en la puesta en marcha de la Casa Girón, “además del gran esfuerzo que en estos momentos de crisis realizan asociaciones de vecinos como Hispanidad o Amapolas, y del resto de personas e instituciones que vienen trabajando día a día en beneficio de la juventud», según manifiesta su director, quien agradece además «la iniciativa de este periódico de donar el 5% de su facturación anual a la entidad».
En cuanto a las perspectivas de futuro de esta entidad sin ánimo de lucro, González explica que “nos queda dar más con menos recursos, ofrecer a las personas lo mejor de nosotros, y seguir trabajando por la integración y la inclusión de las personas y su entorno poniendo en marcha un Centro de Formación Profesional que atienda el crecimiento y desarrollo de la persona».
Para terminar, Carlos González nos da a conocer una anécdota que le ha sucedido en la Asociación y que nunca olvidará, “cada seis de enero llegan los Reyes Magos a la Fundación. A uno de los jóvenes que había recogido sus regalos le pregunté que cómo se habían portado con él, a lo que, con sus relucientes 18 años, me contestó sonriendo, ‘muy bien, me siento como un niño chico porque es la primera vez en mi vida que tengo reyes’”.