Redacción. El 35,9 por ciento de las personas que han utilizado la Quit Line para dejar de fumar han conseguido su objetivo. Este servicio de deshabituación tabáquica a través del teléfono, puesto en marcha por la Consejería de Salud y Bienestar Social en 2007, tiene por objeto acercar los programas de ayuda para dejar de fumar a las personas que, aún queriendo dejar este hábito, no pueden acudir a las sesiones existentes en los centros sanitarios.
La Quit Line permite, así, que los fumadores que desean dejar de serlo tengan asesoramiento y seguimiento profesional a través del teléfono, una línea de ayuda que ofrece al fumador que desee dejar de serlo información útil y personalizada para asesorarse sobre su decisión, recibir consejos que le ayuden a manejar correctamente los momentos más difíciles, afrontar las recaídas o reforzar la voluntad expresada de dejar de fumar.
Desde que en junio de 2007 se pusiese en marcha este servicio, y hasta diciembre de 2012, han sido 402 las personas que se han beneficiado del mismo en la provincia de Huelva, de las que el 35,9 por ciento se mantuvieron sin fumar durante un año. Sobre el nivel de satisfacción tras el uso de este recurso, el 85 por ciento de las personas lo recomendaría a otras personas.
El Centro de Información y Servicios al Ciudadano ‘Salud Responde’ es el encargado de gestionar la Quit Line. De esta forma, cuando un ciudadano hace una llamada al Teléfono de Información sobre el Tabaco (900 850 300) o directamente a Salud Responde (902 505 060), un operador de este servicio recopila los datos de la persona que muestra su deseo de dejar de fumar para que, en el menor tiempo posible, uno de los técnicos de las unidades de apoyo al tabaquismo existentes en la comunidad autónoma andaluza se ponga en contacto con él a fin de averiguar su nivel de dependencia, si ha intentado previamente dejar de fumar y cuál fue el motivo de la recaída.
Se trata, por tanto, de prestarle al ciudadano apoyo psicológico a través del teléfono e indicarle el camino a seguir para lograr el objetivo planteado. El número de sesiones telefónicas se determinará en función del nivel de dependencia que tenga cada persona, e incluso, si se detecta un nivel de dependencia alto, se recomendará al usuario que su caso sea tratado desde los centros sanitarios.
El servicio telefónico incluye, además, un seguimiento proactivo por parte de los técnicos para comprobar la evolución y reforzar la decisión de la persona que mostró su deseo de abandonar el tabaco.