Elisabeth Méndez. En estos días las calles de Huelva se llenan de color cofrade para celebrar la Semana Santa , un acto religioso que año tras año congrega a multitud de onubenses en las calles de la capital, quienes esperan impacientes para ver desfilar a sus cofradías.
Hoy queremos daros a conocer uno de los trabajos menos conocidos por el público cofrade, pero que hacen que la Semana Grande llene de belleza las calles de la capital: el oficio de la modista, costurera o bordadora, cuyas manos se encargan de engrandecer las vestimentas de los titulares.
Se trata de un trabajo cuyo resultado proporciona mucha satisfacción, tal y como nos dice Loli Reyes, para quien “es un orgullo ver que una imagen que representa a la Madre de Dios lleva puesta una prenda que ha salido de mis manos y que he elaborado con todo el cariño”.
Loli Reyes Moro es una vecina de Lucena del Puerto que ha realizado diversos trabajos para las hermandades de su pueblo, como faldones para pasos o mantos de camarín, además de ser la autora de un pañuelo de bolillos de seda que estrenó la Vitoria de Huelva en la Semana Grande de 2012, y de uno de los estrenos para este año de la titular de la Hermandad del Gran Poder de Lucena del Puerto, María Santísima de Consolación, a quien ha realizado una saya para camarín de tisú en color oro con encajes y cristales de swarovsky.
Loli confiesa que parte de su implicación con la Hermandad del Gran Poder se la debe a su hijo, Álvaro Regidor, quien “desde muy pequeño, con seis o siete años, ya ayudaba a montar los pasos, velas, flores…de cara a la semana cofrade”. Álvaro es hoy día hermano de las hermandades de penitencia del Gran Poder de Lucena y de la Vitoria de Huelva, a quienes ha tenido el placer de regalarles indumentarias realizadas por su madre, “todo lo que he confeccionado hasta ahora han sido donaciones que les ha hecho mi hijo, quien se lleva todo el año ahorrando para poder regalárselos”, declara Loli.
Por su parte, el joven cofrade nos revela el significado que para él tiene la Semana Santa, “es una vivencia que experimento durante todo el año, quizás por ser prioste y vestidor de la Virgen en mi Hermandad local, con la que participo en cultos, reuniones, rifas o cambios de la titular según la liturgia, entre otras muchas cosas”.
Respecto a la implicación de su madre con su devoción, Álvaro manifiesta sentirse orgulloso de ver “que las imágenes que son centro de devoción de muchas personas lleven algo que ha salido de las manos de mi madre, quien siempre está dispuesta a colaborar en todo lo que pueda para seguir enriqueciendo el patrimonio y ajuar de nuestras hermandades”.
En definitiva, una muestra de amor y cariño tras la cual existe un gran trabajo que, aunque a veces se olvida, es el encargado de engalanar las cofradías de nuestra Semana Santa, realizando la labor imprescindible de vestir a nuestros titulares con las mejores telas y decoraciones cofrades.