Redacción. El alcalde de Cartaya, Juan M. Polo, y la concejala de Servicios Sociales, Constanza Pérez, han presidido la clausura de la Escuela de Padres y Madres, un curso formativo de un mes de duración en el que han participado más de una veintena de progenitores cartayeros, quienes han recibido formación para hacer frente a las distintas etapas educativas de sus hijos.
Así, de la mano de profesionales en la materia, han analizado asuntos tan importantes como las habilidades de comunicación entre padres e hijos, los límites y normas, la falta de motivación escolar o la necesidad de fomentar la autoestima en los niños. Además, entre los aspectos que se han pretendido reforzar, se encuentran la comunicación intergeneracional, la importancia de los castigos, saber motivar a los pequeños, e incentivarles para conseguir un cambio en su conducta.
Según destacó el primer edil, quien hizo entrega a los alumnos del correspondiente diploma que acredita su participación, “esta iniciativa nos brinda a los padres y madres una buena oportunidad para adquirir conocimientos que nos faciliten la difícil tarea de educar a los hijos, suministrándonos formación e información que podemos aplicar en distintas circunstancias y momentos”.
Para Constanza Pérez, la Escuela de Padres y Madres ha sido un éxito porque ha conseguido su principal objetivo “propiciar un punto de encuentro y reflexión sobre la tarea educativa que se realiza en casa con los hijos e hijas”.
La actividad, organizada por el Área de Servicios Sociales y que se ha desarrollado en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura, ha conseguido, además de facilitar información a los padres y madres sobre distintos aspectos de la vida escolar, y dotarles de recursos y habilidades para aplicarlas posteriormente en el grupo familiar, el promover su participación y su interacción con los educadores. Esta, según destacó la propia monitora, “es fundamental para el desarrollo educativo de los menores”.
El curso también ha pretendido hacer reflexionar a los padres y madres sobre su propia familia, estimularles para afrontar la tarea de educar, facilitarles abundante información sobre distintos aspectos de la vida escolar y favorecer la comunicación en el grupo familiar en el entorno comunitario, facilitando incluso la creación de redes sociales.
Para todo ello se ha utilizado una metodología grupal, dinámica, global, abierta y creativa con la participación directa de los padres y madres a través de sus experiencias concretas.