José Miguel Jiménez / Zalamea la Real. La festividad de San Vicente ha concluido en Zalamea la Real con el traslado del santo a su ermita, al no poder salir en procesión la pasada semana debido a las condiciones climatológicas.
La de San Vicente Mártir es una fiesta con un gran arraigo histórico en la localidad. No en vano, cuenta la tradición que la hermandad de San Vicente Mártir se fundó en 1425 cuando un grupo de hermanos le sugirieron al párroco de entonces, Bartolomé Martín que les buscara a un ‘abogado’ o intercesor ante Dios, que pusiera fin a las calamidades y epidemias que recorrían este enclave del por entonces, Reino de Sevilla.
En la jornada previa a la procesión del patrón de Zalamea, Huelva Buenas Noticias entrevistó a Eduardo Vázquez Zarza, hermano mayor de la Hermandad de San Vicente Mártir. Eduardo, vinculado desde siempre al santo y su cofradía, analiza distintos aspectos de la festividad del mártir aragonés y su hermandad de Zalamea, la entidad más antigua de la localidad, que camina hacia su sexto centenario
–Las cofradías y hermandades pasan por periodos de auge y decadencia. ¿Cómo ves a la hermandad de San Vicente en la actualidad?
– No creo, sinceramente, que las hermandades pasen por periodos de auge o decadencia. Si las miramos desde ese punto de vista estamos reduciendo a las hermandades a lo más externo de la mismas: le quitaríamos su sentido más eclesial. Una hermandad sin mirar la devoción de sus miembros y estar en comunión con la comunidad parroquial no sería hermandad indistintamente del número de hermanos o patrimonio que posea. Eso sí, la hermandades son espejo de la sociedad y deben adaptarse al tiempo en que les toca vivir. En la actualidad estamos inmersos en una dura situación de crisis que nos hace caer en la desesperanza. Nosotros los cristianos y en particular la hermandad de San Vicente debemos tomar de ejemplo la vida del santo mártir y ser testigos de la esperanza. Fruto de ese cambio social es, por ejemplo, que en sus comienzos la hermandad sacrificaba animales y repartía panes para los pobres del pueblo. En la actualidad se trabaja y colabora con Cáritas y Manos Unidas que a nivel parroquial y diocesano lanzan campañas de ayuda para paliar las necesidades de nuestra sociedad. No son tiempos fáciles pero ¿Lo tuvo fácil San Vicente? ¿Perdió alguna vez la sonrisa? Al contrario: su entrega fue rotunda.
– ¿Cree que se valora suficientemente la entidad histórica de la hermandad?
-Lo que realmente marca a una hermandad, y de ahí su historia, es la devoción fuerte de los zalameños a San Vicente Mártir. La fe en Cristo como regalo de Dios hay que transmitirla, y creo que así ha sido. Nosotros debemos transmitirla a futuras generaciones. Bien es verdad que en la historia escrita de nuestro pueblo la hermandad de San Vicente Mártir posee gran importancia, con sus antiguas reglas, las ordenanzas municipales y el libro de privilegios, lo que demuestra el valor de la misma hermandad para el municipio. Siendo la única que no he desaparecido en el tiempo como tal. Es una pena que la hermandad no tenga en posesión las reglas originales. De nada sirve tener documentos fotocopiados o escaneados si los zalameños no pueden disfrutar los originales. De eso se lamentó también el Sr. Obispo Don José Vilaplana cuando realizó la visita pastoral a nuestro pueblo. Ojalá la fuerza del espíritu haga algún día poder disfrutar de tan importantes documentos y dejen de estar en manos privadas.
– Tras la restauración del santo, ¿existe alguna actuación prevista en el patrimonio de la hermandad?
– La junta de gobierno se planteó desde un principio conservar el patrimonio de la hermandad, considerando que lo más urgente era la restauración de la imagen de nuestro patrón, de la que estamos plenamente satisfechos gracias a la zalameña Teresa Rodríguez ,quien el pasado domingo supervisó la colocación del santo en su paso procesional así como nos facilitó guantes especiales para que durante el traslado del mismo no sufriese deterioro la policromía de la talla.
-¿Cómo estimas la participación del pueblo en la festividad del patrón en los últimos años?
– Zalamea es un pueblo participativo y culto. El otro día comentaba con una señora a la salida de la obra teatral que interpretaron mujeres zalameñas que no hay mejor inversión en Zalamea que el teatro municipal. Siempre abierto y siempre ofreciendo citas interesantes. Y Zalamea, como no, se vuelca también con su patrón, celebrando la onomástica en su honor. Me gustaría agradecer al todas las personas que, sea cual sea su función o su carisma, hacen más solemne la festividad.
San Vicente Mártir es el patrón de todos los zalameños y este año esta más que nunca con el que sufre el drama de crisis y el desempleo. También por los que por otros motivos, ya sea enfermedad, distancia, etc., no pueden acompañarnos en la fiestas. La hermandad le tendrá presentes y pediremos por todos en las peticiones de las celebraciones eucarísticas.
– San Vicente es un santo muy venerado en diversas regiones de España, Portugal y Francia. ¿Mantiene la hermandad alguna relación con alguna homónima de nuestro entorno cercano?
– La hermandad tiene contacto en la actualidad con la Asociación de amigos San Vicente de la Roqueta de Valencia y estamos informados de todos los boletines que publican.
– ¿Qué objetivos tiene la hermandad para los próximos años?
– Nuestros objetivos serian el conservar y mantener el legado devocional y patrimonial que tenemos en la actualidad. Sabiendo que la historia de la hermandad no la marcan los protocolos ni ritos, sino la profunda devoción que existe a San Vicente Mártir en nuestra localidad, que ha hecho que esta hermandad perdure en la historia. Y estoy seguro que Espíritu Santo ayudará para que de alguna u otra forma ya sea en novena, triduo u oración personal, San Vicente Mártir siga siendo el ejemplo y testimonio a seguir en el camino cristiano de muchos habitantes de nuestro pueblo. La vida espiritual no entiende de tiempos.