Amplían el recorrido a investigar en el acueducto romano de Huelva

Detalle de la galería sur.
Imagen de la Fuente Vieja.
Imagen de la Fuente Vieja.

A.R.E. El pasado 2016 más de 600 personas pudieron visitar el entorno de la Fuente Vieja, la entrada a la galería subterránea del antiguo acueducto romano de Huelva. Un importante legado de nuestro patrimonio arqueológico, cada vez más reconocido y difundido entre los vecinos de la capital onubense, del que poco a poco se van descubriendo nuevos detalles. 

Su puesta en valor se ha convertido en un objetivo local, así como incrementar los datos que se tienen sobre esta obra hidrológica civil del siglo I d. C. En esta línea se enmarca un proyecto de actividad arqueológica preventiva que se está realizando en el citado acueducto por parte de la Universidad de Huelva y cuya finalidad es presentar, de manera científica, el trazado de la infraestructura, sus particularidades arquitectónicas y morfológicas y sus diferentes etapas históricas.

Junta de Andalucía Rocío
Detalle de la galería sur.
Detalle de la galería sur.

Esta intervención, que comenzó el pasado mes de julio y que se extenderá, al menos, hasta finales de 2017, se está llevando a cabo en la estructura de la Fuente Vieja y el acueducto romano. El proyecto se enmarca en el Plan General de Investigación de la ciudad de Huelva, que dirige el Área de Arqueología de la UHU, encabezada por el catedrático Juan Manuel Campos Carrasco.

En concreto, el director científico de la intervención en la Fuente Vieja es el profesor de Arqueología de la UHU Javier Bermejo Meléndez, quien comenta que esta actuación está dando ya sus primeros frutos, aunque hay que ser prudentes. Los resultados preliminares, tras las actividades desarrolladas en estos tres meses, necesitan madurar en laboratorio y ser estudiados en profundidad para extraer datos más concluyentes. Además, aún quedan por realizar nuevas incursiones en la galería en las próximas semanas.


Puerto de Huelva

Detalle de una de las paredes del respiradero.
Detalle de una de las paredes del respiradero.

En cualquier caso, Bermejo Meléndez adelanta algunos de estos primeros resultados. Por ejemplo, el arqueólogo afirma lo siguiente en relación a la longitud de la galería: «el Servicio de Arqueología de la Diputación hizo una intervención en los años 90 que ya apuntaba el recorrido transitable. Ahora mismo se conocen 125 metros de galería en dirección sur y 20 metros en dirección norte. Hemos ampliado el recorrido, ya que hay más metros de la obra de los que se pensaba. El estado de conservación es medianamente aceptable, pero muy colmatado por sedimentos y concreciones calcáreas que dificultan el acceso».

Además de identificar más metros de recorrido, las actuaciones han permitido conocer nuevos aspectos constructivos y evolutivos. Así, han localizado elementos particulares de la galería como lucernarios -espacios destinados a colocar lámparas para iluminar la galería- y estribos de apoyo para salir en uno de los pozos verticales.

Detalle del sondeo exterior.
Detalle del sondeo exterior.

En cuanto a las fases históricas de la galería, Bermejo señala que van desde época Romana Alto Imperial hasta época Contemporánea. De hecho, han hallado recientemente restos de una inscripción conmemorativa de una reforma a la que la infraestructura fue sometida con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América (1892). «Luego se cubrió la Fuente y se puso un nuevo cerramiento», añade el coordinador científico del proyecto.

Sobre la estructura del acueducto, el investigador destaca que, gracias a fuentes literarias, se sabe que existían ocho ramales por todo el Cabezo del Conquero, «aunque aún no estamos en una fase de la investigación para confirmarlo».

Lienzo este de la caja de la Fuente Vieja.
Lienzo este de la caja de la Fuente Vieja.

De momento no hay fecha de finalización prevista de esta intervención, un proyecto interdisciplinar en el que están participando arqueólogos, paleontólogos, geólogos y geomorfólogos, entre otros expertos, a fin de realizar un estudio completo en el que cada especialista tiene mucho que aportar. 

En este sentido, cabe destacar que el equipo de investigación está compuesto por el Grupo de Arqueología de la Universidad de Huelva, Vurbanitas; la Sociedad Espeleológica GEOS de Sevilla y diferentes especialistas de grupos de investigación de la UHU, como el Grupo de Paleontológica y Ecología Aplicadas, Geomorfología Ambiental y Recursos Hídricos y el Grupo de Petrología y Geoquímica.

Imagen que muestra los niveles de colmatación en la galería.
Imagen que muestra los niveles de colmatación en la galería.

El equipo está en pleno desarrollo de la actividad, realizando en estos momentos la exploración arqueoespeleológica y el análisis arqueoarquitectónico de la construcción. Además, este proyecto de intervención tiene una serie de tareas a largo plazo. Está prevista la prospección arqueológica superficial del Cabezo, la recopilación de la documentación existente (planimetrías, fotografías de archivo, etc.) de época Moderna y Contemporánea; topografías y fotogrametría actuales y un análisis geomorfológico, hidrogeológico y faunístico. Como curiosidad, a este último respecto, Bermejo señala que «tenemos datos de pequeñas especies de insectos que residen en el interior de la galería, pero aún no sabemos de qué se trata».

En suma, en los próximos meses este proyecto de actividad arqueológica preventiva nos permitirá, a raíz de sus conclusiones, seguir desentrañando los pormenores de esta infraestructura histórica onubense que los siglos han preservado en el corazón de uno de los cabezos de Huelva.

Vista del acueducto en su paso por la Plaza Ivonne Cazenave (Foto Urbanitas. Arqueología y Patrimonio)
Vista del acueducto en su paso por la Plaza Ivonne Cazenave (Foto: Vrbanitas. Arqueología y Patrimonio)

Historia. El antiguo acueducto romano de Huelva suministró agua a la ciudad, de manera interrumpida, desde mediados del siglo I hasta casi mediados del siglo XX. La infraestructura captaba el agua presente de forma natural en el Cabezo del Conquero y la distribuía a través de su galería subterránea, que recorría la capital desde los alrededores del Santuario de la Cinta hasta las inmediaciones del Cabezo de San Pedro, dando lugar a la denominada calle La Fuente. 

El trazado se encontraba jalonado por respiraderos, cajas de agua y pequeños depósitos de decantación y tendría un único tramo aéreo para salvar un desnivel de 20 metros en el actual paseo de Buenos Aires.

Ruta por la Fuente Vieja.
Los onubenses se animan cada día más a conocer su patrimonio.

La galería subterránea ha sufrido varias reparaciones y reformas a lo largo de su historia (durante la etapa islámica, en 1772 y 1982, entre otras), hasta caer en desuso en el siglo XX debido, entre otros motivos, a la creación de una nueva red de abastecimiento de aguas más moderna. 

Según los datos conocidos, esta obra hidrológica llegó a transportar una horquilla de entre 100.000 y 200.000 litros de agua al día en años lluviosos. En la actualidad, la superficie del acueducto es menos permeable que hace un siglo y solo queda operativo un pequeño tramo de 125 metros, a pesar de lo cual drena aún en torno a 30.000 litros diarios de agua.

El acceso a esta antigua galería es la llamada Fuente Vieja, ubicada en la calle Menéndez Pelayo, en el barrio de Las Colonias.

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