P. Gamero. Nunca digas nunca jamás. Los jugadores del Recre no lo dijeron y empataron un partido que perdían 0-3 a los 65 minutos. Su esfuerzo, su fe, fue la clave de esa reacción que significó al menos salvar un punto. Pero tampoco lo dijeron los aficionados albiazules, que pese a lo que llovía, en el campo y en el marcador, siguieron a lo suyo. Por eso Sergi Barjuan, entrenador del Decano, dedicó buena parte de sus palabras en la comparecencia de prensa posterior al choque a sus jugadores y a los aficionados.
“Hemos jugado con algo excepcional, con la grada, con el apoyo de nuestra gente. La afición nos ha ayudado, nos ha empujado a no bajar los brazos, a pelear hasta el final. Ha sido vital su apoyo”. Claras las palabras de Sergi, que también lanzó alabanzas a sus jugadores: “Este es un grupo sensacional, que se merece todos los halagos. El equipo una vez más ha demostrado que lucha hasta el final”.
“Son muy grandes esos jugadores”, indicó Sergi, que reconoció que “en el descanso les dije que no pensaran que el marcador iba 0-3, que imaginaran que iba 0-0, que el partido empezaba de nuevo, y no dejaron de competir”.
Según el técnico albiazul “con empates así te refuerzas anímicamente, basta con ver como ha acabado el vestuario, celebrando por todo lo alto el punto, que se lo han merecido”.
Respecto a lo que fue el partido en sí, Sergi confesó que “el Lugo no nos ha cogido de sorpresa, sabiamos que iban a esperar atrás un fallo nuestro; lo peor fue que la primera vez que llegaron a nuestra portería hicieron gol, lo que les reforzó y nosotros no supimos a veces parar el juego cuando salían a la contra”. “A pesar de todo en la primera parte el equipo ha tenido ocasiones claras, y para mí el 0-3 no reflejaba lo que se vio”, apostilló.
Sergi comentó que “la reacción de la segunda parte ha sido más por el corazón que por la cabeza. Al final no hicimos nuestro juego, pero me quedo con la lucha del equipo hasta el final… si el partido dura dos o tres minutos más, a lo mejor hasta lo habríamos ganado”.
Si la afición y el esfuerzo de sus jugadores fueron la clave para Sergi, el árbitro lo fue para Quique Setién, de nuevo muy ofuscado con la actuación del trencilla, como ya quedó patente en el partido de la Copa del Rey. “No vale jugar con 12, porque el árbitro para mí ha sido determinante. No ha sabido aguantar el tipo y nos ha abrasado a tarjetas; no ha aguantado la presión, y la prueba es la jugada de la expulsión, que no fue para roja”, manifestó Setién, que respecto al punto logrado “nos podemos dar por satisfechos, aunque teníamos una ventaja considerable que no hemos podido mantener”.
“Me voy cabreado, pero también contento, porque hemos sacado un punto en casa del líder, un equipo al que le sale todo. El empate está bien”, comentó el técnico del Lugo, que lamentó que su equipo “pudo haber hecho más daño, pero no hemos sabido salir de su presión”.