HBN. La reciente victoria en la Copa del Rey del club vizcaíno, tras cuarenta años y en un trofeo nacional que la entidad rojiblanca considera ‘suyo’ -al ser el club con más trofeos en la misma de toda su historia- ha situado a la entidad deportiva en los focos de la actualidad informativa. Un equipo, y una afición, que siempre tuvo buenas vibraciones con el Recreativo, en esa sintonía que produce el saberse instituciones con solera. Además, el Athletic, con diez años de más juventud que el Recre, siempre tuvo una actitud pública de respeto al decanato onubense.
El club onubense ha gozado de una simpatía generalizada en el conjunto de España. Lo mismo le ha sucedido al bilbaíno, al que se le ha admirado por una firme y fructífera política de cantera. Ahora, como decimos, que el Athletic esta meritoriamente en el foco, es una oportunidad para recordar que hay un vínculo originario con nuestra tierra. Nada menos que el que el primer presidente del club rojiblanco no era de Lezama, ni de Basauri o de Getxo, sino de nuestra preciosa ciudad de Moguer.
Una curiosa paradoja para una entidad con un acusado perfil identitario. Luis Márquez Marmolejo fue el primer presidente del Athletic Club de Bilbao. Un apellido tan común en Moguer como Márquez ilustra la historia en sus inicios de esta emblemática entidad deportiva. Luis nació en 1876, y debió emigrar a Bilbao para trabajar como empleado en varias empresas de comercio.
Integrado en la ciudad, posteriormente llegó allí a Jefe de Administración de Cementos Cosmos. Su ocio y actividad social los enfocó a este nuevo deporte que se practicaba en España, el foot-ball. Con amigos y compañeros comenzó a jugar partidos y esa experiencia desembocó en la creación del club, registrado oficialmente en agosto de 1901. Suponemos que su capacidad de liderazgo y gestión incidió en que fuese elegido el primer presidente de la entidad. Fueron 33 socios fundadores con el moguereño a la cabeza.
Athletic Club Bilbao, Moguer.