Elisabeth Méndez. Como no podría ser de otra forma, Lolo disfrutó en su casa y con su gente del mismo modo que Huelva lo hizo con él, “con la misma emoción de la primera vez, pero con la diferencia de que ahora os quiero mucho más”, según confesó el isleño, sentimiento compartido por todos los asistentes a un intenso concierto marcado por el derroche de emociones y energía, y en el que su público no le faltó en ninguna canción.
Con una tímida elegancia disimulada por su estilo personal y seductor, Manuel Carrasco aparecía sobre las tablas del Palacio de Deportes de Huelva con pantalón negro y camisa azul ante unos cuatro mil onubenses que supieron recibirlo a lo grande, como solo él se merece, profeta de una tierra marinera en la que nunca tendrá que naufragar, porque para eso “está tu puerto, tu puerto para descansar”.
Una mezcla de dulzura y dinamismo, de ternura y desenfreno, apoderada en cada letra por la felicidad y satisfacción de cantar ante su familia, ante sus amigos, y sobre todo, ante miles de paisanos de su tierra con los que compartió cada nota de una voz tan personal y una guitarra tradicional que solo sus manos saben tocar con la ternura de sus lentas melodías o con el desgarre del arte flamenco, arte heredado de este paraíso al sur de España que ha tenido el honor de verlo nacer y crecer, no solo como persona sino como artista.
Guitarra que lo acompañó en la que, según reveló a su entregado público, “es una de las canciones más importantes que he escrito en mi vida”, refiriéndose a ‘Montañas de sal’, en la que de nuevo el mar, la brisa de una tierra marinera y un barquito de papel se convierten en los protagonistas de una historia romántica experimentada por Lolo, historia en la que hasta los silencios cobran importancia, y más aún si estos van acompañados por un ‘oole’ de Huelva.
Pero antes de navegar, quiso regalar otro de los grandes temas de su repertorio y que el público supo reconocer desde la primera nota musical, “Escucháme, si estás ahí, quiero que sepas que esta canción nace de ti por ser la dueña. Dueña de mi inspiración…”. Esa es Huelva, esa es su gente, dueña de sus composiciones durante una década en la que Manuel Carrasco ha sabido recompensarles en cada concierto, recibiendo a cambio premios como esta actuación en la que Huelva ha demostrado sus ansias de Lolo siendo la provincia andaluza que más ha reciclado en un concurso promovido por Ecovidrio.
Actuación que llega a un mes de presentar un nuevo disco con el que quiere agradecer ese calor recibido durante sus 10 años de éxitos musicales. Trabajo del que ya ha dado a conocer su nombre, ‘Confieso que he sentido’, adelantando además uno de los temas nuevos que formarán parte de él, ‘No dejes de soñar’, tema con el que los cuatro mil onubenses le sorprendieron en su interpretación recreando ese sueño con un baile de manos que emocionó al artista hasta tal punto en el que no le salía ni las palabras de agradecimiento para tan hermoso gesto, respondiéndoles de la misma forma, con un guiño con el que les entregó su corazón.
Todo el concierto en si fue pura emoción. ‘Déjame que sea’, ‘Ámame otra vez’, ‘Que nadie’, o ‘Tan solo tú’, fueron otros de los temas que Carrasco recordó con su público, a quien la exaltación le llevaba a no poder parar de hacerle regalos, como la pandereta con la que cantó ‘Sígueme’ y que le lanzó a sus fans durante un imperativo aplauso, y a las que además invitó, antes de comenzar ‘Mujer de mil batallas’, a depositar todas sus fuerzas durante la canción “en las personas que pasan por esta enfermedad a la que hay que plantarle cara, y para eso debemos estar todos unidos’. Un gesto solidario que engrandece aún más a este gigante de la música, la canción y la composición.
Al grito de ‘ese Lolo’ y al compás de las palmas por Huelva, el Pabellón de Deportes vibraba al unísono con Manolo, un torbellino de energía sobre el escenario que de azul pasó a vestirse de gris para llegar al momento más culminante de su actuación, en el que, tras acordarse de todos los que no habían podido asistir al concierto, -“para ellos va todo mi cariño”, expresó-, y gritar con los asistentes ‘Huelva, Huelva, Huelva’, pasó a rematar su faena cantando por fandangos dedicados a su tierra y con una composición carnavalesca con la que terminó de ganarse a su gente, de la que se despidió con una promesa: ‘Nos vemos prontito’, y con un mensaje fiel, ‘os quiero’. Esa Huelva descubridora llena de magia, en la que cada rincón que tiene te sabe a tu casa, también te quiere, Lolo, y ansía nerviosa volverte a ver.
Ver galería gráfica del concierto de Manuel Carrasco en Huelva.