Miguel Ángel Velasco. En esta crónica de urgencia voy a ser extremadamente breve y conciso para centrarme en uno de los eventos que más me ha llamado la atención en esta recién estrenada temporada de otoño-invierno. Se trata de Huelva de Boda, organizado por un pequeño grupo de jóvenes empresarios onubenses que han sabido aunar fuerzas y atraer a firmas consolidadas en el sector.
Me esperaba a la entrada de la espectacular puesta en escena que ofrecían los salones impecables de Palace Catering, María José Olmedo. Radiante en su vaporoso vestido negro. Elegante y hermosa. A su lado un menos elegante Rolls Royce, igualmente negro. Después de fundirme con ella en un apretado y emocionado abrazo, saludo a Beni, a Maria Antonia y a otros más que han hecho posible semejante milagro. También acude a saludarme Francisco Cruzado, dueño de Palace Catering, acompañado por la eficiente y atractiva Geli Gutierrez y el eficaz Manolo Domínguez.
Mañana hablaremos de los expositores y de las firmas que ellos alojan. Hoy déjenme hacerlo brevemente sobre el acto. Las palabras quedan cortas para que pueda definir el efecto visual y sentimental que me produjo el cuadro. Expositores perfectamente alineados y conjuntados en sectores, maravillosamente compuestos y magníficamente presentados y atendidos por profesionales que hacían gala de su nombre. Firmas, muchas firmas de todos los colores y agrupaciones. Fantasías. Ilusiones a rebosar. Novios, acompañantes y comerciantes todos en una.
A María José y a mi nos refulgían los ojos , emocionados. Me entraban deseos de levantarla en volandas. Pero las formas son las formas. Todo estaba perfecto. Cada cosa en su sitio. No faltaba un solo fleco que atar. Quizás, si. Uno. El horario. Deben ser más generosos y extenderlo hasta el cansancio. Quiero decir hasta que el público lo desee. Por lo demás todo tan inmejorable como emocionadas son mis letras. Han conseguido confeccionar una muestra privada de lo que debe ser un evento con mayúscula sobre la Boda y todos sus accesorios. Huelva necesitaba algo así. Estar a la altura de las circunstancias. A la altura de firmas tan cotizadas y marcas tan fuertes como las que allí se exponen. A la altura de otra menos conocidas quizás pero de mayor enjundia en un futuro mediato, por la fuerza de sus jóvenes emprendedores onubenses.
¡No me lo puedo creer María José! De verdad te lo confieso. Me siento orgulloso de ti, de vosotros… Esta es la Huelva que todos queremos, estos son los onubenses que todos estábamos buscando para esta nuestra ciudad. Ambiciosos, amantes de sus cosas, emprendedores de su tierra. Colonizadores del futuro, Vais a cambiar Huelva. Váis a cambiar este sector, un tanto paralizado y anclado en un ayer sin sentido y orientado a un futuro tremendista de grandes extensiones y pocos amores. Hoy es un referente para mañana. Hoy, la vieja Onuba ha empezado a renacer. Mañana continuaremos.