José Manuel Alfaro. / Sección de ficción Cuaderno de Muleman. Moby Dick. Mucho se ha estado hablando de la operación de rescate que ha tenido lugar durante estos últimos días para encontrar a los cinco hombres que iban a ver a través de un ojo de buey los restos de Titanic que descansan a 4000 metros de profundidad, una aventura submarina que ha terminado trágicamente con los cinco ocupantes y 200.000 euros por viajero en el fondo de mar allí donde supuestamente vive Bob Esponja, tras una implosión del sumergible que ha habría provocado una muerte fulminante de unos hombres que comenzaron un viaje como excéntrico millonarios y han terminado muertos y elevados a la categoría de exploradores.
Un suceso que ha eclipsado estos últimos días la noticia que ha resuelto uno de los sucesos más misteriosos que habrían ocurrido en Sanlúcar de Guadiana hace 172 años y que durante todo este tiempo ha formado parte de la intrahistoria de un pueblo que vive a las orillas de uno de los ríos fronterizos más mágicos de la provincia. Una leyenda de la que después de una intensa investigación un historiador de la localidad habría terminado encontrado unos documentos que demostrarían casi con total seguridad que Moby Dick nunca fue avistada desde su puerto, aunque algunos historiadores y lugareños hubieran documentado oralmente o incluso en crónicas de la época el avistamiento de este levitan perseguido por el barco ballenero Pequod.
Para los que no conozcan la historia de Moby Dick, este gigantesco cetáceo fue el protagonista de la novela del escritor Herman Melville publicada en 1851, donde se narra la travesía del barco ballenero Pequod, comandado por el capitán Ahab, junto a Ismael y el arponero Queequeg y su obsesiva y autodestructiva persecución de un gran cachalote blanco. Una obra que podría haberse inspirado en la localidad trasfronteriza, aunque de este hecho no existe constancia oral ni documental.
También habría que aclarar que, aunque las ballenas son mamíferos de agua salada y viven en océanos, sí que se han documentado científicamente casos de ejemplares que desorientados habrían terminado navegando en cauces de ríos, unos hechos que podrían haber ocurrido en el rio y generado la leyenda de que Moby Dick u otra ballena y que otro barco ballenero que no hubiera sido el Pequod hubiera recalado por esa época en el puerto de Sanlúcar de Guadiana. Aunque después esta la otra teoría que podría dar veracidad a esta fantasía que es la de un atún o un delfín que hubiera sido visto en las proximidades por algún vecino que lo hubiera confundido con una ballena.
Así que mientras las investigaciones no concluyan y no se demuestre lo contrario, se puede afirmar que existe la posibilidad de que Moby Dick habría podido ser vista en Sanlúcar de Guadiana o en su término municipal o vista por algún vecino del mismo, quizás huyendo de algún barco ballenero, que bien podría también ser un atunero porque la historia seguirá siendo historia hasta que otra la reescriba.