RFB. La singular belleza del Barrio Reina Victoria de Huelva, comúnmente Barrio Obrero, es un rotundo hecho al que se suma el misterio que dejan entrever algunas de sus casas. Este enclave supone uno de los símbolos asociados a la presencia británica en la ciudad, como centro logístico y operativo de las Minas de Rio Tinto entre 1873 y principios de los setenta del siglo pasado.
Una auténtica maravilla que tiene la firma arquitectónica de los entonces técnicos municipales José María Pérez Carasa y Gonzalo Aguado, y la ejecución de su colega británico, responsable del Departamento de Construcción y Conservación de Casas de la RTCL, R.H. Morgan. Según Vilchez, en su tesis de 1977, fue este último en realidad el principal artífice del fantástico conjunto arquitectónico. Una creación donde se mezclan múltiples estilos, suponiendo uno de los primeros y principales ejemplos de la llegada a España del modelo de ciudad-jardín nativo de la Inglaterra de finales del siglo XIX.
El placer de pasear por este espacio tan diferenciado de nuestra capital permite sorprenderse por la magia del diseño de las 87 casas -edificios-, ninguna igual. A estas habría que añadir la Casa del Guarda, completando la cifra de 88 edificaciones -un número no anecdótico-. Pero además de ello nos encontramos con la sorpresa de que cuatro de ellas tienen sus fachadas encabezadas con unos símbolos especiales. Y cada una de las cuatro en las fachadas que dan a las calles paralelas entre las que se encuentran -viviendas distintas en un mismo edificio-. En total ocho símbolos, repetidos de dos en dos, aunque situados de forma diferente en cada una de las dos calles.
Precisamente estos días está circulando por redes sociales un video -que se está haciendo viral- del joven arquitecto onubense Luis Alfonso Morales, de la firma Al Futuro Arquitectura, divulgativo de este misterioso hecho: https://www.instagram.com/reel/CoUlnPWKY6B/?igshid=MDJmNzVkMjY=
Etapas de construcción
El Barrio fue construido en dos fases. La primera se concluyó en 1919 y la segunda diez años más tarde, siendo empezada esta última en 1923. A la primera corresponden las cuatro misteriosas casas referidas, que se encuentran en una zona más o menos central del barrio.
Y lo que llama la atención en estas cuatro casas es los relieves que las presiden, con símbolos masónicos. Hay una quinta casa, no lejana a estas, en la que aparece una composición de tres pequeños azulejos que también parece que reproduce un dibujo masón.
La condición de sociedades secretas de las logias genera verdadera curiosidad en este caso por el hecho de mostrarse públicamente -identificarse- en la fachada de unos domicilios que haría suponer que sus inquilinos serían masones. Parece casi una publicidad de ello, como jactarse, algo contrario a la propia naturaleza de estas discretas corporaciones.
En Huelva las logias activas de finales del XIX desaparecen y hay un periodo ‘desértico’ en este sentido durante las dos primeras décadas del XX. Es en 1923 donde renace la masonería onubense con la creación de la logia ‘Minerva‘. Se supone que los moradores de las casas del Barrio Obrero de Huelva señaladas con estos símbolos formarían parte de la misma. Es verdad, no obstante, que hubo en el citado periodo sin logias onubenses miembros de la capital conformantes de logias sevillanas. Al nacer Minerva muchos solicitaron sus bajas en estas para participar de la iniciativa que se abría en Huelva.
Símbolos en el Barrio
Los símbolos identificados que aparecen en estas cuatro casas del Reina Victoria -duplicados, como decíamos- son una cruz sauvástica, sendas estrellas de cinco y seis puntas, y una cruz potenzada. Resulta fascinante preguntarse porqué esas casas estaban juntas, si fueron ‘marcadas’ así de primera hora -podrían ser onubenses en logias sevillanas, en 1919- o a posteriori, porqué cada uno eligió un símbolo concreto y si en la época de Franco -masonería ilegalizada y perseguida- fueron ocultadas o se mantuvieron a la vista ‘presidiendo’ dichas viviendas.
La cruz sauvástica en imagen supone una inversión de la cruz gamada o esvástica. Hay discrepancias sobre la interpretación de la misma, de modo que para algunos representa el significado indio antiguo de buena suerte y bienestar, mientras que para otros simboliza el sol otoñal, el ocaso y la destrucción.
En la masonería la estrella de seis puntas está relacionada con Dios -el Gran Arquitecto del Universo-, la Creación y la Perfección. Está formada por dos triángulos equiláteros, uno apuntando hacia arriba y el otro invertido respecto a aquel. Se completa el hexagrama en este mundo de las logias con el dibujo en el centro de un ojo.
Por último, la cruz potenzada -símbolo también templario- representa los cuatro elementos del mundo, tierra, agua, aire y fuego. Suponen, así mismo, la conjunción de una esvástica y una sauvástica. Pueden en relación a ello interpretarse también como la unión fecunda de ambos sexos, masculino y femenino, y su correspondiente connotación erótica.
Muchas incógnitas sin respuestas dejan los misteriosos símbolos del Barrio Obrero. ¿Quienes los promovieron y por que? ¿Eran identificados por los vecinos? ¿En qué momento del tiempo fueron visibles? ¿Por qué los edificios ‘marcados’ por estos símbolos se encuentran en el centro del barrio, tiene algún significado?
La misma cifra de edificaciones del complejo de viviendas, 88, puede mostrar también un componente esotérico. Ese número coincide con el total de las constelaciones, considerado convencional por la Unión Astronómica Internacional. Precisamente así contemplado globalmente desde 1928, cuando se estaba culminando la segunda fase en la construcción del Barrio. Entonces fueron completadas las 71 edificaciones iniciales más la Casa del Guarda con 16 bloques más. Total, 88.
Barrio Obrero de Huelva. Belleza y Misterio.