Redacción. La radióloga intervencionista del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva y presidenta de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI), Teresa Moreno, ha destacado este martes 17 de septiembre “la significativa evolución de las técnicas de esta especialidad aplicadas al tratamiento oncológico y a un amplio conjunto de patologías vasculares y no vasculares, que abren muchas posibilidades en el tratamiento de los tumores, especialmente aquellos de peor pronóstico”.
Ésta es una de las principales conclusiones de la mesa redonda celebrada hoy en Barcelona -‘Una nueva esperanza para los pacientes con cáncer’– en el marco del congreso más importante a nivel mundial que se realiza sobre radiología intervencionista y cardiovascular y que está organizado por la Sociedad Europea del mismo nombre (CIRSE), en la que han participado además representantes de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). En la mesa se han abordado los beneficios y el futuro de estas técnicas en España como tratamiento complementario a la cirugía, quimioterapia y radioterapia, y también como una alternativa de tratamiento en sí misma para algunos pacientes, siendo fundamental el enfoque multidisciplinario.
La radiología intervencionista es una especialidad que, mediante el uso de guía por imágenes, permite el diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades. En el campo de la Oncología aplica unos procedimientos muy poso invasivos que, según señala Teresa Moreno, “nos permite centrar el tratamiento directamente sobre el cáncer, lo que nos da la oportunidad de inyectar menor cantidad de quimioterapia más directamente sobre la masa tumoral, aumentando las probabilidades de destruir el foco cancerígeno sin dañar los tejidos cercanos”.
La especialista también ha indicado que “mediante estas técnicas podemos alargar la supervivencia en algunos pacientes y, en muchos casos, mejorar su calidad de vida. Es el caso de los pacientes con tumor de hígado y de colon-recto”. Lo que resulta relevante si consideramos que el cáncer de colon constituye el tumor más frecuente en la población mundial teniendo en cuenta ambos sexos de forma conjunta y el de hígado es la quinta causa de cáncer en el mundo.
Aunque por el momento la radiología intervencionista se aplica especialmente en pacientes a los que no se les recomienda el tratamiento convencional, los especialistas esperan que en los próximos años pueda convertirse en una opción terapéutica de primera elección en ciertos tipos de cánceres. “Actualmente se están aplicando algunas de estas técnicas en el tratamiento del cáncer de mama y del cáncer de pulmón, entre muchos otros, por lo que esperamos tener más cifras positivas próximamente”, ha destacado Teresa Moreno.
Por otra parte, en el desarrollo de la mesa se ha destacado también la eficiencia de la radiología vascular desde el punto de vista del coste sanitario, ya que sustituye ingresos de larga estancia por tratamientos ambulatorios en hospital de día, por lo que, si bien es cierto que el equipamiento tiene un coste muy elevado, la amortización es rentable a medio y largo plazo.
Técnicas en el tratamiento oncológico. Si bien existe una gran cantidad de técnicas no invasivas, las más comunes para el tratamiento del cáncer son la quimioembolización (introducción de un catéter en la arteria femoral que administra agentes quimioterapéuticos directamente sobre el tumor) y la ablación por radiofrecuencia (introducción de una aguja que está conectada a un generador y que administra corrientes de radiofrecuencia exclusivamente sobre el tumor).
En un principio, este tipo de procedimientos se utilizaban fundamentalmente como paliativos, pero en los últimos años se han obtenido resultados que evidencian sus enormes posibilidades para curar la enfermedad.
Radiología intervencionista en el Hospital Juan Ramón Jiménez. La Unidad de Radiología Vascular e Intervencionista del Hospital Juan Ramón Jiménez cuenta con una dilatada experiencia de más de 20 años en el diagnóstico y tratamiento de múltiples enfermedades relacionadas mayoritariamente con la patología vascular, biliar y urológica y, en los últimos años, ligado a los avances tecnológicos también en el tratamiento del cáncer.
Forma parte de la Unidad de Gestión Clínica Diagnóstico por la Imagen y dispone de una sala con equipamiento de última generación similar al que podemos encontrar en los hospitales de mayor relevancia en este campo a nivel mundial, en la que fueron atendidos en 2012 un total de 1.200 pacientes, a los que se les realizaron cerca de 1.800 procedimientos.
La colaboración multiprofesional se ha hecho imprescindible en esta unidad fomentándose cada vez más las sesiones clínicas con otros especialistas (neurólogos, oncólogos, digestivos y nefrólogos, fundamentalmente) orientadas a un mejor abordaje en el tratamiento de los pacientes.