La Primera Andaluza de la provincia de Huelva tiene nuevo líder. El Club Deportivo Pinzón acaba de colocarse en lo más alto de la tabla clasificatoria tras imponerse por 1-2 ante el Atlético Onubense, que acumulaba ocho jornadas reinando en solitario. El cuadro blanquiazul volvió a jugar como local en campo ajeno debido a las obras de remodelación que siguen llevándose a cabo en su estadio, la Ciudad Deportiva. El encuentro, disputado en Mazagón, tuvo a los de Antonio Andrés como dominadores del juego durante largos tramos, mientras que la efectividad corrió a cargo de los palermos, expertos en jugadas a balón parado. Justo como auguraban los pronósticos en las mejores apuestas online disponibles, esta fue la dinámica que se apoderó de la cita en todo momento.
El duelo dio comienzo con un reparto de roles muy definido, con el Pinzón llevando la iniciativa en los primeros compases, proponiendo transiciones rápidas que tuvieron su recompensa al cabo de los tres minutos. Fue ahí cuando apareció el 0-1, casi de manera sorpresiva. El conjunto rojinegro efectuó un saque de banda desde el costado izquierdo que acertó a cabecear Blas Quintero dentro del área pequeña para enviar la pelota al fondo de la red. El pivote defensivo supo elevarse sobre toda la defensa y fabricar un remate aéreo que dejó clavado al portero local, ya sin reacción alguna.
Tardó poco en responder el Onubense, que en el minuto nueve estuvo al filo del empate. Muy metido en labores de presión alta, el filial del Recre logró robar un balón en la medialuna rival por mediación de Toni. Su forcejeo con el defensor liberó un rechace muy goloso para Almagro, que ya se relamía en el vértice del área chica, totalmente solo frente al guardameta. Quiso afinar tanto el delantero que su disparo cruzado acabó marchándose por la línea de fondo. Bajo el dominio de los de Antonio Andrés, el encuentro cerró su cuarto de hora inicial con otro par de avisos. Primero, un tiro de Lucho desde la frontal que se fue a las nubes. Después, un pase de larga distancia elaborado por Luismi obligó a Antonio Jesús a despejar fuera del área; la pelota rebotó sobre Almagro y casi acaba en gol.
Siguieron apretando los locales y conteniendo el Pinzón, que perdió por completo la presencia en la medular y regaló la mayor parte de los balones divididos. Desde estas coordenadas, el conjunto dirigido por Rubén Negrete optó por estirar el campo y abrir el juego hacia los extremos. Los de Palos de la Frontera buscaron más espacio por las bandas, consiguiendo con ello colgar varios balones hasta el punto de penalti que finalmente no encontraron una definición precisa. La falta de fluidez en la jugadas de creación comenzó a perfilar el choque, por lo que ambos clubes recurrieron a los desplazamientos largos para buscar la profundidad que estaba faltando.
Justo antes de la media hora de disputa, el Onubense estuvo a punto de sacar tajada de un saque de esquina y otro de banda prácticamente seguidos; una vez más, los remates no llegaron a ver puerta. Con la falta de acierto blanquiazul dominando el escenario, el Pinzón empezó a sentirse cada vez más cómodo, centrado especialmente en conservar la ventaja del 0-1. Lejos de alcanzar un estado de calma más o menos continuado, apareció la jugada polémica del partido. Tras un robo de Lucho en campo propio, los capitalinos cuajaron una larga combinación de banda a banda hasta penetrar en el interior del área, donde Francisco Corsi, con un defectuoso control de pelota y la resistencia del defensor rojinegro, se fue al suelo protagonizando un posible penalti. El colegiado, muy encima de lo ocurrido, decidió no pitar nada.
Los siguientes compases del primer periodo continuaron con la misma sintonía cosechada hasta ese momento: falta de circulaciones, cero creatividad en la zona de medios y un arsenal de balones largos en busca de la sorpresa. Cuando todo parecía estancado bajo estos límites, los de Rubén Negrete volvieron a mover el marcador. Fue gracias a una falta botada por Javi Ordóñez casi desde la línea central. El balón colgado llegó a las botas de Dani Garrocho, que dejó un pase de la muerte a Miguelito para que este hiciera el segundo, a un metro de Alberto y sin oposición alguna. Se durmió la defensa de la cantera recreativa.
La vuelta de los vestuarios trajo a los palermos con la idea de encerrarse atrás para sostener el resultado. La insistencia en ataque corrió a cuenta del cuadro local, que no dejó de intentarlo, tanto por dentro como por fuera, con acciones más elaboradas en las que Álvaro Rufete fue cobrando un mayor protagonismo. El delantero se mantuvo siempre entregado a la hora de revolucionar el ritmo de sus compañeros. No obstante, hubo que esperar hasta el cincuenta y siete para que empezara la intimidación real del Onubense. Un saque de falta dirigido al corazón del área permitió a Rufete quedarse mano a mano frente al guardameta, pero el jugador sólo fue capaz de picar la pelota por encima del larguero.
Minutos más tarde tuvo lugar el 1-2 en el estadio de Mazagón, esta vez con Luismi goleando a través de un zurdazo cruzado y a media altura dentro del área. El pivote del filial enganchó un rechace muerto tras un nuevo disparo de Rufete. La respuesta palerma, aunque ligeramente desviada, no se hizo esperar y apareció con la magia y la puntería del diez, de Adri Sánchez. El capitán estuvo a punto de hacer el tercero por medio de una falta directa desde la frontal, pero el esférico acabó golpeando con fuerza en la cruceta. El Atlético Onubense, ya en el último tramo y lanzado al ataque para firmar la igualada, tuvo hasta cinco ocasiones (dos de ellas clarísimas, de Toni y de Almagro) para sumar un nuevo punto y mantener el liderato. No fue posible. La victoria le dio al Pinzón el primer puesto de la categoría.