Jose Manuel Alfaro/Cuaderno de Muleman. Después de dos años sin poder celebrarse la cabalgata de reyes más antigua de la provincia y de la comunidad y la segunda del país después de la de Alcoy. La cabalgata de Higuera de la Sierra no ha dejado a nadie indiferente y no solo por los 25 caballistas, la Estrella de Oriente y un coro de campanilleros que abrió el cortejo o por las 16 carrozas que desfilaron por la localidad representando una escena del Evangelio cada una, ni por los más de 170 personajes y más de 500 participantes, incluidos los 3 reyes y 70 pajes que los acompañaban andando junto a sus carrozas, sino porque ha sido la primera vez que se ha podido ver en la cabalgata el famoso y único cinturón del ingenioso sastrecillo valiente.
Ese sastrecillo que, tras matar a 7 moscas de un golpe, se hizo un cinturón en el que se podía leer «a 7 de un golpe» y que comenzó a creer desde ese día que era un gran guerrero y que gracias a su ingenio consiguió impresionar primero a un gigante y sus amigos, y luego a un famoso rey que le prometió la mitad de su reino y la mano de su hija a cambio de superar tres pruebas: librar al reino de dos gigantes, un unicornio y un jabalí. Pruebas que supero gracias a su ingenio y que después de superarlas le valió la mitad del reino y la mano de la princesa.
Pero lo que no sabe nadie es que este sastrecillo valiente podría haber sido de Higuera, si las investigaciones confirman la autenticidad del cinturón de ternera y con el lema “a 7 de un golpe” bordado en hilo de oro que ha lucido un joven de la localidad que podría ser uno de los descendientes de este sastrecillo y cuya familia habría guardado el cinturón durante generaciones, hasta la especial cabalgata de este año en la que habrían decido enseñarlo a todas las personas de que se desplazaron hasta uno de los desfiles más multitudinarios que se recuerdan desde que comenzara en el año 1918.
Un famoso cinturón que desapareció después de terminar la cabalgata y que fue recuperado antes del amanecer, gracias a la colaboración de un ciudadano ingles que fue testigo de cómo al final del desfile y cuando se iba a proceder a guardar el famoso cinturón, alguien se hizo con él y despareció entre la multitud. Aunque este cinturón no tiene ninguna propiedad mágica, todavía hay mucha gente, que piensa que todo aquel que se coloque el cinturón adquirirá la inteligencia y el ingenio de este sastrecillo que fue capaz de conseguir un reino de la nada, cuando todo el mundo sabe que el ingenio nace de la necesidad y la miseria y que tiene que ver más con una actitud de supervivencia y aprendizaje que con el simple hecho de abrocharte un bonito cinturón.
Tras su detención y puesta a disposición de la justicia, el joven ha declarado, que no era su intención apoderarse del cinturón para fines personales, sino simplemente demostrar la autenticidad de un cinturón que ya no veremos hasta el próximo año cuando lo volvamos a ver abrochado a la cintura de su heredero durante el transcurso de una de las cabalgatas de los Reyes Magos más bonitas y singulares de la provincia.
