J.A. de Mora. Nombres de mujeres y patronas en la provincia de Huelva. Podría parecer que Rocío, por ser un nombre tan popular, debería ser en Huelva un referente de devoción a la hora de poner nombres a las niñas. Lo es, pero en menor medida que otros. Además, las Rocío y María Rocío son nombres relativamente comunes en el conjunto de España. En la provincia de Huelva, que tiene tantos rocieros, se llaman así solo un 3% de las mujeres. Carmen y Mari Carmen, por ejemplo, son un 5% de las onubenses -también una mayoría a nivel español-.
Parece razonable pensar que bautizar o registrar con estos nombres femeninos que coinciden con advocaciones marianas a las niñas es, como decimos, un signo de devoción a las mismas. En la provincia de Huelva, en sus localidades, hay más de setenta patronas que sirven de inspiración a muchos padres para dar nombres a las mujeres. Algunas más comunes, como Nuestra Sra. del Carmen, Dolores o Esperanza. Nombres que así mismo tienen patronazgo en innumerables enclaves de todo el país.
Hay otras advocaciones, sin embargo, muy concretas de aquí. Y tienen diversa aceptación en los distintos pueblos a la hora de bautizar o nombrar a sus pequeñas bebés. Algunas especialmente singulares, como Montemayor, Piedras Alba o Clarines. En estos tres casos a nivel español nuestra provincia acapara alrededor del 90% de residentes que se llaman de estas maneras. Algo menor, con un 78 %, se encuentran las Reposo valverdeñas. Y en un plano un poco más abajo de frecuencia, pero destacadas, están las Bella, Aliseda, Peña y Coronada.
El caso de Aliseda es singular, porque no es un nombre común. Ntra. Sra. de Aliseda es la patrona del pequeño pueblo de Cumbres de San Bartolomé, con 187 mujeres en su censo. De ellas 20 se llaman como su patrona. Esta es una aproximación, por que el dato es provincial, pero dada la singularidad del nombre no es descartable que sea así.
Basándonos en esta aproximación, y matizándola al considerar también lo común del nombre a nivel del conjunto español -lo que sirve para contemplar la posibilidad de que dentro de la provincia de Huelva las titulares de esos nombres pudieran no ser residentes del pueblo correspondiente a ese patronazgo-, podemos establecer una clasificación de preferencia por su patrona a la hora de bautizar a las niñas del término.
De esta forma podríamos decir que Peña o María Peña, la patrona de Puebla de Guzmán, es la virgen más preferida por los habitantes de su término en esta provincia a la hora de poner nombre a las niñas que nacen. Una de cada seis puebleñas llevan este nombre. En segundo lugar estaría la referida Aliseda, de Cumbres de San Bartolomé. Seguidamente y a un nivel parecido Bella y Montemayor, respectivamente en Lepe y Moguer. En ambos casos una de cada once niñas se llaman así.
Flores y Coronada, de Encinasola y Calañas, respectivamente, también tienen mucha aceptación en sus pueblos. En torno a una de cada nueve niñas reciben esos nombres en sus municipios.
Estrella en Chucena; Remedios en Aljaraque y Cortelazor; y Blanca en Villablanca probablemente también tengan bastante preferencia en sus pueblos, pero al ser nombres relativamente comunes en España es más difícil asegurarlo. María Salomé en Bonares así mismo es un nombre bastante utilizado en su pueblo.
Hay algunos que no tienen un relativo peso importante en los pueblos, pero en ellos se concentra la casi totalidad de mujeres que lo tienen en España. Es el caso de Piedras Alba, en Villanueva de los Castillejos y El Almendro, o Clarines en Beas.
En cuanto a nombres compuestos de dos patronas tenemos en Huelva uno que cuenta con más del 95 % de todas las mujeres que lo tienen en España. Nos referimos a Cinta del Rocío, censándose 245 féminas que lo llevan en nuestra provincia. La media de edad de estas es muy baja, 35,1 años.