Jaime de Vicente. Con anticipación sobre el otoño meteorológico, a primeros de septiembre, se ha desencadenado en Huelva un aluvión de cultura como avanzadilla de lo que va a ser la edición número 15 del Otoño Cultural Iberoamericano OCIb 2022. Es probablemente la convocatoria más amplia y diversificada entre las que se celebran en el mundo con temática iberoamericana.
En la presentación el 1 de septiembre de una programación muy variada –exposiciones, literatura, conciertos, danza, teatro, eventos académicos, tradiciones, OCIb infantil…- los representantes de las instituciones que apoyan al OCIb soplaron las velas que festejaban sus 15 años. Con la noticia de que a los patrocinadores habituales –Fundación Caja Rural del Sur y Diputación de Huelva- se suman ahora el Ayuntamiento de Huelva y la Autoridad Portuaria. A los que hay que añadir el conocimiento que aportan las universidades: UNIA y Universidad de Huelva.
Es significativo señalar que el calendario del OCIb 2022 se extiende hasta el mes de diciembre y se abre con ocho días, del 5 al 12 de septiembre, en el que las artes plásticas y la poesía han invadido la vida cultural de la ciudad, en torno a la festividad de la Virgen de la Cinta, el día 8. Pero además las acciones poéticas se manifiestan en eventos de una gran originalidad.
Así sucede en “Sobre la luna de cristal”, con medio centenar de escaparates que ofrecen a la vista de los ciudadanos poemas que escriben y firman durante tres días poetas locales con otros llegados de diversos rincones de la Península y de países iberoamericanos. Una iniciativa que revalida el éxito que desde hace diez años cosecha en Vitoria, amadrinada por su creadora, la poeta vasca con raíces andaluzas Elisa Rueda. No menos original es “Embarcados”, ya en su III Travesía, que con sendos recitales a ambos lados de la ría, ha traducido en clave poética la esencia marinera de Huelva.
Desde la ría volvemos la mirada a la Casa Colón, centro neurálgico de la vida cultural de la ciudad. Al pasar ante su monumental fachada, nos dan la bienvenida, a modo de arco que rodea sus puertas, tres exposiciones magníficas que durante un mes van a sorprender a los paladares más exigentes. Dos de ellas pertenecen a autores onubenses: “Disidencias transnacionales”, de Miguel Ángel Concepción, quien, a su depurada técnica, suma conceptos de crítica política y social no exenta de provocación, reafirmándose como uno de los artistas más interesantes de la plástica nacional.
De supuestos totalmente distintos parte Trinidad Toscano, que con “Armonías del interior” explora las conexiones entre el universo y las vivencias íntimas en un ejercicio de introspección y fragmentación, que la hace figurar por derecho propio entre las mejores en su estilo de abstracción geométrica.
Los ocho días han tenido su broche de oro con la tercera de las exposiciones: “Perú. Viaje al Sol”, la más emblemática de las colecciones de Juan Carlos Castro Prieto, uno de los mejores fotógrafos del panorama nacional. Traduce además de forma magistral una de las líneas esenciales del OCIb: servir de nexo, a través de la cultura, entre las gentes que forman la Comunidad Iberoamericana; en este caso, dándonos una visión ajustada, con imágenes de gran belleza, de la vida de los pueblos que conservan sus costumbres tradicionales en lo más profundo del país andino.
Y todo esto es solo el comienzo de una larga serie de acontecimientos culturales que, hasta fin de año y más allá, pretenden reforzar la vocación iberoamericana de Huelva, un sentimiento que ya pocos dudan de que constituye una de las más acusadas señas de identidad de esta provincia que, sobre las aguas del océano Atlántico, mira hacia la orilla americana.
Este artículo es publicado en Huelva Buenas Noticias y el diario de Carlos Paz (Argentina)