Redacción. Un total de 1.021 ciudadanos ha registrado su testamento vital en la provincia de Huelva desde que en 2004 se pusiera en marcha este derecho por parte de la Junta de Andalucía, con el que cuenta la población para expresar su voluntad en el momento final de su vida. Esta herramienta posibilita manifestar de forma anticipada la asistencia sanitaria y los tratamientos que desean o no recibir en caso de encontrarse en situaciones en las que no puedan transmitir su voluntad por sí mismos.
A través de la voluntad vital, se expresa por escrito, de manera consciente, deliberada y libre, las instrucciones y opciones que habrán de observarse cuando se produzca cualquier circunstancia que impida al paciente tomar decisiones respecto a su atención sanitaria.
En concreto, en los primeros ocho meses de 2013 se han contabilizado un total de 1.412 nuevas voluntades vitales en Andalucía, de las que 86 son de Huelva Además, desde 2008 hasta julio de 2013, los profesionales sanitarios han realizado 2.815 consultas al registro. El 57,3% de las consultas se hacen desde los hospitales del sistema sanitario público (1.612) y el 35,3% desde la organización de trasplantes (994). Asimismo, se han realizado 85 consultas desde los centros de primaria y 55 desde centros privados.
La Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales está ampliando a lo largo de este año el número de puntos de registro disponibles para inscribir el testamento vital, tal y como establece la Orden de 2 de octubre que habilita nuevas sedes del registro en Andalucía. En el caso de Huelva, ya están funcionando dos nuevas ubicaciones en el Hospital de Riotinto y el centro de salud de Cortegana, ambas dependientes del Área de Gestión Sanitaria Norte. A éstas se suman la que ya estaba en funcionamiento en la sede de la Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social y las que próximamente se abrirán en los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena de la capital, con lo que la provincia pasará a disponer de un total de cinco puntos de registro que acercarán este recurso a menos de 30 minutos del domicilio de los usuarios.
Gracias a esta descentralización del registro, los ciudadanos tendrán un más fácil acceso al derecho de manifestar, de forma voluntaria y con plenas capacidades mentales y de conciencia, qué actuaciones desea o no desea que se le practiquen en caso de que el propio paciente no pudiese manifestarlo en el momento de la atención.