Redacción. Alrededor de 200 personas acuden diariamente a las instalaciones que la Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons), dedicada a la ayuda de los colectivos más desfavorecidos, a la defensa de los Derechos Humanos y a la difusión de la riqueza multicultural, tiene en el municipio onubense de Lepe.
Este comedor, que abrió sus puertas en 2009, fue galardonado con uno de los Premios CEPSA al Valor Social en su edición 2012. Un respaldo que ha permitido a la asociación dar continuidad a este proyecto que va más allá de proporcionar alimentación a aquellas personas que no tienen esta necesidad básica cubierta. Como explica la ONG en su balance del último año y medio de actividad en el comedor, el comedor social se convierte en un centro de difusión del resto de servicios que Fecons ofrece a toda la comunidad. “La demanda es cada vez mayor y aquí no hacemos ningún tipo de discriminación, atendemos a todo el mundo”, explica el presidente de esta organización, Marius Nsadap.
Con todo, las cifras hablan por sí mismas: en quince meses más de 50.000 comidas, 21.000 desayunos, más de 12.000 paquetes de apoyo nutricional repartidos… Igualmente, en este tiempo, Fecons ha instalado el servicio de ducha para los usuarios y ha suministrado cunas, colchones, mantas, etcétera a una cuarentena de familias, así como entregado ropa y calzado a alrededor de 140 personas.
Otro de los hitos de este proyecto premiado por Cepsa ha sido la creación de la Comisión Intersectorial Comedor Social de Lepe, en el que participan activamente nueve entidades locales, y que ejerce de foro para abordar los avances y retos del comedor. “A día de hoy se puede afirmar que el Comedor Social de Lepe es un espacio de acogida de referencia donde se proporciona alimentación, además de otros recursos que favorecen el desarrollo integral de quienes más lo necesitan”, concluye el informe. Y además, añade Marius Nsadap, “lo más gratificante del trabajo en Fecons es mejorar la vida de gran cantidad de personas, conseguirles trabajo y vivienda. Un mérito que debemos a los voluntarios, que son la piedra angular del proyecto”.