Una medalla de la Virgen de la Cinta, escudo del Sargento Mayor Paul Cotrell en Irak

medalla de la Virgen de la Cinta

HBN. Una medalla de la Virgen de la Cinta en la Guerra de Irak. Vivimos en un mundo globalizado, en gran parte, gracias a las redes sociales. Aunque depende mucho del buen o mal uso que hagamos de ellas, lo cierto es que nos conectan a cualquier lugar del mundo. Y a veces, nos permiten conocer historias que no podríamos llegar a saber de otra forma. Este es el caso de una bonita anécdota que ha podido conocer la Hermandad de Ntra. Sra. de la Cinta, que tiene como protagonista una medalla con la imagen de la Patrona de Huelva.

Recientemente, la hermandad recibía en su perfil en redes sociales, una consulta que provenía desde New Jersey (EE.UU.) preguntando por si la medalla que muestra la foto que adjuntaban tenía que ver con nuestra Virgen de la Cinta. A pesar de encontrarse en un lamentable estado de conservación, desgastada y con profundas erosiones, fue fácilmente identificada como una de las medallas conmemorativa de la Coronación Canónica de la Virgen.


Festival de Cine de Huelva

La sorpresa vendría después. Quien había contactado con la hermandad era el Sargento Mayor Paul Cotrell, paracaidista de las fuerzas especiales de la 82ª División Aerotransportada del Ejercito de los EE.UU. Un soldado de élite, con multitud de condecoraciones por sus arriesgadas intervenciones en las guerras de Afganistán e Irak.

El Sr. Cotrell contaba que encontró la medalla durante la misión en Irak, dónde fue enviado en 2003. Concretamente durante la primera batalla de Faluya en abril de 2004, en las ruinas de un edificio de la ciudad. Durante una misión de reconocimiento, mientras su unidad estaba sometida a un fuerte tiroteo, al parapetarse entre un montón de escombros, allí estaba la medalla de la Virgen de la Cinta.


Puerto de Huelva

La efigie de la Patrona de Huelva acompañó a Paul Cotrell durante todas las misiones en las que participó y aun hoy la conserva en su hogar como muestra de gratitud a la Santísima Virgen, en su icono onubense, tal y como han conocido desde la hermandad.

¿Cómo llegó allí la medalla? No se sabe el por qué se encontraba en aquel edificio de viviendas bombardeado de la zona sur de la ciudad. En las indagaciones realizadas por la hermandad no han encontrado presencia militar española en esa zona concreta, ni tampoco les consta presencia de misioneros o cooperantes vinculados con Huelva en dicha ciudad iraquí. Lo único cierto es que en aquel momento Ntra. Sra. de la Cinta dio consuelo a aquel hombre en un rincón perdido de oriente y hoy vive con él en Estados Unidos.

Una bonita historia que nos permite conocer cómo nuestra devoción por la imagen mariana puede transportarse a lugares lejanos. Cómo algo desconocido para aquel hombre pudo convertirse en un amuleto en uno de los momentos más complicados de su misión. La Virgen Chiquita no solo nos protege a los onubenses, y hoy hemos podido conocer esta bonita historia. Nos muestra cómo la fe se convierte en un refugio en momentos de guerra. Ahora sabemos que, al otro lado del charco, en una casa sin onubenses, habita la imagen de nuestra Patrona. Estamos seguros de que su fe irradia luz en sus corazones, a pesar de las atrocidades que pueden observarse en una contienda bélica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mercedes
Aniversario Holea
Huelva Comercio
feria vimar
csif
unia
Ecoembes
matsa
Hospital Quirón
Cocehu
Aguas de Huelva
Las cosas del toro
Atlantic Copper becas
Ayuntamiento de palos de la frontera
Caja Rural hipoteca joven
cepsa
Diputación de Huelva