Redacción. Los centros hospitalarios de la sanidad pública en la provincia de Huelva han atendido un total de 1.360 partos en el primer semestre del año. A nivel regional esta cifra se eleva a 21.380, 16.328 vaginales y 5.052 cesáreas, lo que supone un descenso del 3% con respecto al mismo periodo de 2021, en el que se atendieron 22.000.
Los nacimientos se han atendido respetando, siempre que ha sido posible, el modo en que la mujer desea recibir este tipo de atención sanitaria. Se trata de una de las medidas incluidas en el Plan de Parto y Nacimiento de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.
El Proyecto para la Humanización de la Atención Perinatal del sistema sanitario público andaluz tiene varios objetivos específicos, como la participación de la madre y la adecuación del entorno físico para su comodidad y seguridad durante el alumbramiento; la promoción de la lactancia materna desde el respeto de la decisión de la mujer; disminuir las intervenciones innecesarias especialmente en el uso de las ecografías, las cesáreas, las episiotomías y el rasurado perineal; promocionar una atención multicultural del embarazo, parto y puerperio, y desarrollar medidas que contribuyan a fomentar la participación del hombre en el proceso de crianza.
Registro de partos
Andalucía cuenta con un Registro Único de Partos y Nacimientos de Andalucía, un recurso innovador en la atención sanitaria a los recién nacidos, que consiste en un aplicativo web en el que se inscriben todos los partos y nacimientos, tanto en el Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) como en los centros privados. Este registro supone la incorporación inmediata y automática del recién nacido a la Base de Datos de Usuarios (BDU) del SSPA y permite otorgarle un Número Único de Historia de Salud de Andalucía (NUHSA) y, por tanto, el acceso a sus datos por parte de su pediatra de atención primaria desde el mismo momento del alta hospitalaria, lo que mejora las condiciones para garantizar la continuidad asistencial.
La utilidad del registro se basa en las diversas ventajas que aporta en el reconocimiento de los derechos de la infancia, en la disponibilidad de una base de datos unificada y actualizada para la asistencia sanitaria y las actividades preventivas, así como una fuente de datos fiable para el conocimiento epidemiológico de la salud materna e infantil, la mejora de la calidad asistencial de la atención al parto y el nacimiento y de las actividades personalizadas de promoción de salud.