Ana Rodríguez. Los primeros 60 meses de vida son cruciales para todo ser humano. De lo desarrollado en ellos dependerán todas las potencialidades, todo el rendimiento académico y social que una persona tendrá a lo largo de su vida. Partiendo de esta base, dos jóvenes onubenses Juan Antonio Bardallo Pérez y Diego Gómez han creado PH-Pro, una herramienta virtual para convertir a los padres en maestros que sepan estimular a sus hijos en sus primeros años, cuidando así de su futuro.
Ambos son los dueños de Scitalus, una empresa dedicada a desarrollar proyectos de distintas ramas y tipologías, sobre todo relacionados con las Ciencias de la Salud y la Biotecnología. No en vano, Diego Gómez es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, además de maestro de Educación Física, mientras que Juan Antonio Bardallo es graduado en Biotecnología.
Hace unos meses, ambos amigos decidieron presentar un trabajo a Minerva, un proyecto tecnológico promovido por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía y Vodafone y orientado a empresas y emprendedores interesados en impulsar ideas en el ámbito de las comunicaciones móviles orientadas al mercado.
El proyecto de estos onubenses, al que bautizaron como PH-Pro, en referencia al Potencial Humano que entrañaba el mismo, quedó entre los finalistas en su convocatoria, en la que compitieron contra casi un centenar de trabajos. Desde entonces, Diego y Juan Antonio, con la colaboración de Juan Bardallo Domínguez, han tenido un año para constituirse como empresa, como han hecho, y sacar al mercado su idea de negocio, que estará a pleno rendimiento a finales de este mes de septiembre.
PH-Pro es un portal web-mobile orientado a la atención temprana y la estimulación precoz de niños de entre cero y seis años. Con PH-PRO se estimula precozmente a todos los niños que nacen sin riesgo biológico ni social y se hacen atenciones tempranas con los niños que presenta riesgo. A través de cuentos interactivos, vídeos, canciones, juegos, etc. se estimulará a los pequeños desde que son bebés para que consigan alcanzar su máximo potencial y rendimiento y, en el caso de niños con problemas, se les trata desde sus inicios para ayudarlos a superar sus limitaciones.
Esta herramienta, que ha sido realizada a partir de cuatro escalas de desarrollo psicomotor validadas a nivel internacional, trabaja cinco niveles: el cognitivo, la socialización, el lenguaje, la motricidad y la autoayuda, y detecta si los pequeños, en función de su edad, están dentro de los niveles normales, por debajo o por encima de las habilidades y conocimientos que deben poseer en cada una de estas cinco categorías. Determinando estos parámetros se establece la edad de desarrollo del niño, que puede coincidir o no con la cronológica.
Una vez que la plataforma entre en funcionamiento, el proceso será muy sencillo. Los progenitores sólo tendrán que registrarse introduciendo una serie de datos que le serán solicitados, además de la edad y nombre del niño. Posteriormente, se les presentará un cuestionario que tendrán que rellenar para establecer la edad de desarrollo del niño. En función de los resultados, se le plantea a los padres una serie de actividades que el niño tendrá que hacer bajo su supervisión, bien para seguir estimulándolo o para lograr que avance en las áreas menos desarrolladas.
El nexo de unión de las actividades dentro del programa es un pequeño mono, el Mono Primu, una mascota que hace de intermediaria entre el niño y las actividades que éste debe ir realizando. En esta línea, estos empresarios han diseñado una herramienta dinámica y llamativa, llena de color, interactividad y efectos en 3D, adaptada tanto para tabletas, como para smartphones y ordenadores.
Cuando pasa un trimestre, al progenitor –que se convierte en el ‘entrenador’ de su descendencia- se le presenta un nuevo cuestionario, con el que se evaluarán los progresos de su hijo, “además, si pasa mucho tiempo y el niño no mejora en ciertos aspectos, se activa una especie de ‘alarma’, una carta en el buzón virtual del programa específico para los padres en el que se le indica el problema detectado y se le sugieren posibles soluciones que van más allá de la plataforma, como podría ser consultar a un especialista”, argumenta el director de la empresa, Antonio Bardallo Domínguez.
Actualmente, los padres interesados pueden acceder a una landing page o página de presentación en la que pueden obtener información sobre el servicio, así como de las promociones y tarifas: “siempre podrá probarse PH-Pro de forma gratuita durante tres meses, luego habrá una cuota anual de unos 50 euros, aunque ahora mismo tenemos interesantes ofertas de lanzamiento”, comenta Gómez.
Esta herramienta pretende, además, estrechar lazos entre hijos y padres y orientar a estos últimos en su difícil tarea. En esta línea, al margen del entorno virtual en el que se desarrolla el programa, estos jóvenes empresarios han creado un servicio aparte, una especie de blog llamado Escuela de Padres en el que colgarán noticias relacionadas con puericultura, nutrición, prevención, bienestar, etc. y tienen previsto poner en marchar una web-tv para colgar vídeos relacionados con estos consejos, todo ello con el fin de crear una comunidad en torno a la propia plataforma.
Pero las miras de estos emprendedores van más allá, y por ello PH-Pro no sólo ha sido elaborada en español, sino también en inglés, “y nuestro objetivo es traducirla al francés, alemán, italiano, portugués… hay que tener en cuenta que, al estar en Internet, a la herramienta se puede acceder desde cualquier punto del Globo y que el sistema es aplicable a cualquier niño de entre cero y seis años de cualquier país”, destaca Bardallo.
Con esta proyección, no es de extrañar que ya haya algún prescriptor interesado en vincularse a PH-Pro, además de estar pendientes de cerrar un acuerdo con la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía para ofrecer un curso gratis a los padres andaluces con niños en Infantil.
En puertas de su lanzamiento oficial, PH-Pro ya admite inscripciones, siendo su aplicación una oportunidad única de comprobar hasta dónde podrán llegar los pequeños onubenses el día de mañana si hoy se les estimula de la manera adecuada.