S. D. Hubo un anuncio que hablaba de los ‘JASP’: Jóvenes sobradamente preparados. Le vale para las dos incorporaciones que presentó el miércoles el Club Baloncesto Conquero: Ida Tryggedsson y Amaya Gastaminza. Se trata de dos jugadoras jóvenes con un importante techo de crecimiento a las que Gabriel Carrasco pudo ver en acción en el Campus de Amaya Valdemoro en Águilas (Murcia).
En el caso de la primera, internacional con Dinamarca, el entrenador y director deportivo del club andaluz ha dicho que es «una jugadora que creo que nos va a aportar mucho este año y que va a ser una de las sensaciones de la liga» mientras la jugadora navarra se trata de una decidida apuesta personal. «A pesar de su juventud es de sobra conocida en el baloncesto español. Viene después de haber sufrido una importante lesión de rodilla de la que ya está recuperada y la confianza es máxima».
Ida Tryggedsson será la encargada junto a Lucía Pablos de dirigir al equipo dentro de la pista. La base danesa experimentará en España su segunda temporada fuera de su país tras una anterior incursión en la LF2 francesa. El director deportivo conquerista la ha presentado como “una jugadora que creo que nos va a aportar mucho este año y que va a ser una de las sensaciones de la liga”.
Tras varias temporadas jugando en su país la nueva jugadora conquerista,de 23 años, ha dicho que sentía ganas de hacer “algo distinto” y tenía ganas de poder jugar en una liga competitiva como la española. “He tenido compañeras de equipo en Dinamarca que me han hablado de la liga y he seguido por la tele e internet algunos partidos. Me gusta la forma en la que se juega al baloncesto en España, estoy contenta de poder estar aquí y espero cumplir con las expectativas”.
Apodada por un periódico de su país como ‘pitbull’, cosa que se toma con humor, Tryggedsson se ha definido como una jugadora “agresiva y enérgica” a la que le gusta “correr la cancha y jugar duro”. Sabe que el juego español es diferente al que se practica en Escandinavia y espera aportar “algo distinto” y dar un plus de explosividad al equipo.
Amaya Gastaminza, por su parte, fue la primera de las nuevas incorporaciones del Club Baloncesto Conquero en llegar a Huelva. La jugadora pamplonesa demostró su total implicación con el proyecto sacrificando parte de sus vacaciones para intentar llegar al inicio de la pretemporada en plenitud de condiciones.
Después de haber pasado toda la temporada anterior en blanco por culpa de una lesión de rodilla que requirió cirugía y que ya está superada, la alero conquerista ha trabajado en sesiones de mañana y de tarde durante estas tres últimas semanas para poder comenzar al mismo nivel que sus compañeras, algo que para Gabriel Carrasco, entrenador y director deportivo, “dice mucho del compromiso que tiene para con este deporte y de las ganas que tiene de demostrar que este año va a ser una jugadora importante en el Conquero” .
Gastaminza ha asegurado que está con muchas ganas de poder volver a jugar tras el “punto de inflexión” que le ha supuesto el último año deportivo. “Las lesiones te hacen madurar. Ya había tenido una lesión grave antes de la que salí reforzada y esta vez espero, si cabe, salir más reforzada aún. Tengo muchísima ilusión y mi reto personal es volver a sentirme jugadora y aportar lo máximo que pueda al equipo. Es lo que quiero y por lo que trabajo”. Eso sí, ha matizado que necesitará tiempo para volver a coger el ritmo: “Estoy mejor de lo que pensaba, pero no quiero agobiarme. Tras un año parada tienes que recuperar muchas cosas, como sensaciones a nivel táctico, técnico y sobre todo de rodilla. He hecho tres entrenamientos en pista y cada vez me siento mejor, pero poco a poco. Son seis semanas de pretemporada y lo importante será estar a tope cuando llegue el 13 de octubre”.
Con un exitoso pasado internacional y un techo de crecimiento bastante alto, la navarra, de 22 años, ha explicado que eligió a Conquero “porque desde un principio me gustó lo que me ofrecieron y es un club que está haciendo las cosas bien. Lo que he visto me está gustando y estoy contenta aquí y con ganas de empezar a rodar más y que se vayan viendo esas ilusiones que tenemos depositadas en esta temporada”.
Su físico de 1,89 metros de altura le permite actuar indistintamente como alero o como ala-pívot se considera una jugadora “agresiva” y “de equipo” que intentará “aportar a todos los niveles, tanto en anotación como en el rebote”.
En cuanto a lo que ha visto del equipo hasta ahora, comenta que “las sensaciones que se han transmitido hasta el momento son buenas y paso a paso vamos a ver cómo sigue la cosa. Tenemos que ser ambiciosos y si nos lo proponemos pienso que podemos llegar lejos. Tenemos mucha polivalencia dentro del grupo y muchas posibilidades a nivel táctico para explorar. Podemos tenemos una forma de juego bonita y atractiva para el público”.
