Redacción. El delegado territorial de Desarrollo Sostenible, José Enrique Borrallo, ha visitado en Escacena del Campo un nido de aguilucho cenizo (Cyrcus pygargus), en la última fase de 2022 del Programa de Seguimiento y Conservación de este ave rapaz, declarado como vulnerable a la extinción y, por tanto, protegido, en Andalucía.
En la actualidad se lleva a cabo el seguimiento de los pollos volantones en los 25 nidos que han tenido un comportamiento exitoso en la campaña. La localización de las colonias en la campiña y en la marismas por parte del equipo de seguimiento comenzó en abril. Ya en mayo se señalaron los nidos a la vez que se desarrolló la tarea de contactar con los propietarios, cooperativas y cosechadores, puestos que el aguilucho cenizo nidifica sobre las extensiones de trigo.
La medida más exitosa es la demora de cosechas, aunque también son importantes el vallado del nido para evitar la predación, el establecimiento de rodales y el traslado a linde o a los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREAs). Los componentes del Programa de Seguimiento y Conservación intervienen cada año sobre los nidos propiamente dicho en junio.
José Enrique Borrallo ha destacado la importancia de esta especie “para el equilibrio de los ecosistemas y, especialmente, para la campaña del cereal. “Realiza una función de control de plagas al alimentarse de cigarras y pequeños roedores, además de mantener fuera de los campos de cereal las bandadas de gorriones que se alimentan del trigo y procurar unas mejores condiciones para los cazadores en los cotos”, ha explicado el delegado territorial de Desarrollo Sostenible, quien, en cualquier caso, ha agradecido a los cosechadores “la implicación imprescindible año tras año en el salvamento de nidos de aguilucho cenizo”.
Borrallo también ha tenido palabras de agradecimiento para los efectivos de la Junta de Andalucía que realizan esta tarea “porque van más allá de su trabajo diario y dedican grandes esfuerzos durante el año a la conservación de un ave con el que se están alcanzando grandes logros en los últimos años”.
El operativo en Huelva está formado por una treintena de personas, entre técnicos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Agentes de Medio Ambiente y personal de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya), además de la Asociación Ecologista Ituci Verde, agente activo en los Campos de Tejada. El uso de las nuevas tecnologías, principalmente ‘smartphones’ y drones, ha supuesto en el último lustro un salto cualitativo en esta labor en términos de eficacia y al procurar evitar molestias a las aves.
Pequeñas fincas y marismas
El aguilucho cenizo es un ave rapaz de tamaño medio. La especie se asienta en el Valle del Guadalquivir para utilizar los cultivos de cereales como principal hábitat de cría. La mecanización agrícola antes de que los pollos vuelen supone una amenaza. Los espacios preferidos por el aguilucho cenizo para su cría en la provincia de Huelva son los cultivos de trigo de secano, especialmente en fincas de pequeñas dimensiones. La onubense es la única provincia de Andalucía donde existen colonias de aguilucho cenizo en marismas.
Los municipios en los que se plasma el Programa son Paterna del Campo, Escacena del Campo, Villalba del Alcor, Almonte, Hinojos, San Juan del Puerto, Trigueros, Huelva, Aljaraque, Cartaya, Lepe y Ayamonte. Por sexto año consecutivo, el programa alcanza a la población de los parajes naturales Marismas del Odiel, Marismas del Isla Cristina, Marismas del Río Piedras y la Flecha del Rompido y el Espacio Natural de Doñana.
A lo largo de la campaña, además, se llevan a cabo labores de educación ambiental en los colegios de los municipios con presencia de aguilucho cenizo, entre las que se incluye una exposición itinerante sobre la especie en los mismos centros.