Antonio Delgado Pinto. Cruces del camino. Dar a conocer el patrimonio oculto de nuestra provincia es el objetivo de esta serie llamada Huelva desconocida. Lugares poco transitados y fotografiados o incluso abandonados que un día formaron parte de la vida cotidiana de las generaciones ya idas.
Recorrer los caminos de nuestra provincia nos depara sorpresas poco conocidas, como son los cruces del camino. Las encrucijadas de carreteras y caminos, los pozos, fuentes o abrevaderos, los túmulos en recuerdo de alguna persona concreta, los caminos y las entradas o salidas de los pueblos eran lugares donde solían colocarse los cruceros, monumentos religiosos generalmente de piedra o de obra rematados por una cruz. En muchos casos, como algunos de los que veremos aquí, dicha cruz se situaba en la parte superior de un monumento anterior sin ningún significado concreto y sin ninguna relación con la religión.
Esta semana dedicaremos la Huelva desconocida a algunos de esos cruces del camino, pequeños cruceros o monolitos junto a los que pasamos a veces sin llegar a preguntarnos qué significan o por qué están ahí.
Las cruces del camino, hitos religiosos en nuestras provincia:
LA CRUZ CHIQUITA, CHUCENA
La Cruz Chiquita de Chucena es un monumento formado por una pequeña cruz de Caravaca metálica sobre una columna prismática, construida a base de ladrillos macizos, pintados de blanco en la actualidad. El conjunto reposa sobre un basamento de piedra que sirve al mismo tiempo de escalón y banco. La piedra incrustada en su parte frontal media alta tiene una leyenda ilegible.
Todas las informaciones sobre los orígenes de este monolito remiten a los siglos XIII y XIV. Aún quedan fotografías de cuando estaba situado en las afueras del pueblo, en un lugar conocido como ‘El Prado’. El aumento del casco urbano ha hecho que hoy día haya quedado dentro del perímetro del pueblo, rodeado de edificaciones industriales que poco aportan a la visibilidad de este pequeño gran monumento.
CRUZ DE HINOJALES
Los orígenes de este pequeño pueblo serrano se pierden en los confines de la historia, precisamente en las páginas en las que se hace referencia a la cultura celta. Sabido es que las danzas de Hinojales (llamadas Lanzas por sus habitantes), que se celebran en honor de la patrona de la localidad, la Virgen de la Tórtola, tienen sus orígenes en los ritos celtas, que según los estudios más recientes, se realizaban para festejar la llegada de la primavera y la fertilidad de las mujeres y los campos.
El monolito que marcaba el final del casco urbano de Hinojales es también de origen celta. Posteriormente en su parte superior se ubicó esta cruz metálica, desde entonces es el lugar donde se celebran las Fiestas de la Cruz a principios del mes de mayo.
CRUZ DE LA ERMITA, BOLLULLOS
La historia de Bollullos Par del Condado es tan rica como variopinta. El descubrimiento de hachas y utensilios de sílex y de un ídolo de piedra que custodia el Museo Arqueológico de Madrid (en uno de sus almacenes, es decir, sin estar expuesto) nos dan la referencia de que ya en la Edad de Piedra y en la Edad de Bronce existieron pobladores en estas tierras bollulleras. Los cuatro pequeños núcleos poblacionales, que se fueron conformando con el paso de los siglos, darían lugar al pueblo de Bollullos en el sitio donde se encuentra actualmente. De los restos visigodos y romanos hay que destacar esta columna situada en la explanada de la ermita.
Sobre cuatro escalones circulares concéntricos construidos en ladrillo reposa esta columna de origen romano a la que mucho después se añadió la cruz superior. También es de época mucho más reciente la inscripción en el fuste de la columna.
CRUZ DE AURORITA, BERROCAL
A un tiro de piedra del puente Cachán, en el curso alto del río Tinto, se encuentra este monolito levantado en 1897 en recuerdo de la niña Aurora Vázquez Bermejo. La zona inhóspita y poco transitada ha hecho que este pequeño túmulo haya llegado intacto hasta nuestros días, a pesar de que fue construido hace ciento veinticinco años.
En la parte alta de la columna hay una inscripción que recuerda el hecho luctuoso: ‘Aquí fue asesinada de cinco puñaladas Aurora Vázquez Bermejo, a la edad de catorce años, el día 27 de octubre de 1897, descanse en paz’.
CRUZ DE SAN BARTOLOMÉ, BEAS
La Cruz de San Bartolomé era lugar de descanso y reposo de los peregrinos y romeros que hacían el camino entre Beas y Clarines. Construida por entero en cemento, ladrillo y piedras, es una columna simple de sección cuadrada terminada en forma piramidal, en cuyo extremo superior se levanta el único elemento metálico: la cruz.
El maestro Manuel G. Bando, a quien tuve la suerte de conocer, escribió en 1977 el siguiente poema dedicado a este lugar: ‘Cruz de san Bartolomé, oración del clarinero, blancura de cal y nieve, recortada en el cielo’. Recientemente se ha añadido junto a la cruz un azulejo con los versos del poeta beacino.
FUENTE DEL CARMEN, TRIGUEROS
Situada en las afueras de Trigueros, al este de la localidad, y no lejos de la pequeña carretera que conduce al Pilar de la Media Legua, existe desde las primeras décadas del siglo pasado este pequeño monumento que desde lejos da impresión de pequeño torreón.
La fuente del Carmen, con planta de hexágono irregular, está situada justamente donde se cruzan el camino de Bonares y la Tabla de Clarines, cerca del arroyo del Salinero.
En una de sus caras hay un letrero bastante deteriorado de cerámica con la inscripción ‘Fuente del Carmen’ y un azulejo mucho más reciente de la Virgen del Carmen.