Redacción. Llegó el ansiado día para los hermanos de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva de ver terminado el “joyero” de la Concha Peregrina y lo hacía abriendo sus puertas de par en par a la ciudad de Huelva, donde el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, presidía la Misa de Acción de Gracia y bendecía la finalizada casa de hermandad de la filial rociera.
Al acto histórico de Emigrantes, que tuvo lugar en la tarde noche de ayer, asistieron el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, acompañado por algunos miembros de su equipo de gobierno; representantes de distintos grupos políticos; delegada del gobierno de Andalucía en Huelva, Bella Verano; representantes de la Diputación Provincial; alcalde de Aljaraque, David Toscano; senadora María Ponce; coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Huelva, Andrés López; presidenta de la Autoridad Portuaria de Huelva, Pilar Miranda; representantes de las hermandades de la Matriz de Almonte, Huelva, Rociana, Ayamonte, La Cinta, La Lanzada, Nazareno, Santa Cruz y Los Judíos.
El grupo de tamborileros de Emigrantes recibía en la puerta de la casa de hermandad con los sones de la flauta y el tamboril a los asistentes que participaron en la Eucaristía que presidía el obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, acompañado por el vicario y director espiritual de la hermandad, Jaime Jesús Cano Gamero, y el diácono Manuel Díaz Muñoz y que contó con el acompañamiento musical del coro de la hermandad.
Durante la homilía el obispo señaló que “siempre que nos reunimos entorno a la mesa del Señor, a la mesa de su palabra, a la mesa de la Eucaristía nos sentimos familia y nos vemos y nos percibimos como familia de Dios, el pueblo de Dios que Cristo ha congregado y que guía y alimenta con su palabra y alimenta con su cuerpo y con su sangre. Que esa familia busca también lugares donde reunirse, lugares donde encontrarse, lugares que se convierten en signos de su propia unidad. Cuántas veces en nuestra casa, en nuestra propia familia de sangre, la casa paterna se convierte en el signo también visible de esa familia que también forman distintas generaciones. Por eso estamos en nuestra casa de la Hermandad de Emigrantes del Rocío de Huelva y nos sentimos también, primero porque estamos entorno a la mesa del Señor, pero también en esta casa, que con esfuerzo, con sacrificio, con tesón habéis conseguido terminar de construir y que en esta Eucaristía bendecimos y que también es lugar de familia, lugar para que los devotos y hermanos de la Hermandad de Emigrantes sentáis aquí y alimentar esos vínculos que nos da la fe, esos vínculos que nos da la devoción a la Santísima Virgen, ese vínculo espiritual y verdadero que nos da mirar a nuestro Simpecado y contemplar en él a la Santísima Virgen del Rocío”.
Durante el ofertorio, el obispo de Huelva bendecía la casa de hermandad haciendo votos para que la misma fuera “lugar de encuentro de toda la ciudad de Huelva y de devoción a la Virgen del Rocío”.
Tras finalizar la Misa de Acción de Gracia con el canto de la Salve por el coro, el vocal de Juventud, Manuel Jesús Evora Lepe, agradecía la presencia en el acto a todas las autoridades civiles y militares de la ciudad y provincia de Huelva y realizaba un pequeño recorrido por esos “largos y duros caminos recorridos desde hace más de 20 años hasta llegar al día de hoy”.
Seguidamente cedía la palabra a un emocionado José Antonio Ortiz Morano, hermano mayor, que iniciaba su intervención diciendo “qué bien hace las cosas Emigrantes. Es lo que me sale del alma. Tal día como hoy, hace dos años comenzó la pandemia. Se nubló mi sueño, se paralizó. Pero hoy empiezo a vivirlo de nuevo y veo a mis hermanos de Emigrantes en mi casa de hermandad, qué más le puedo pedir a la Virgen del Rocío”.
La delegada del Gobierno y directora del Plan Romero, Bella Verano, señalaba en su alocución que me consta que ha sido gracias al esfuerzo de mucha gente, de familias enteras, de hermanos mayores y presidentes de Emigrantes que han ofrecido su tiempo, su trabajo y su dinero para alcanzar este fin”, terminado con su felicitación “por haber llegado a la meta, superando numerosas dificultades, que con la ayuda de la Virgen se han ido solventando”.
Por su parte, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, recordaba aquella ciudad alemana de Bocholt “donde tuvo el primer lugar de encuentro de aquellos que tuvieron que emigrar para buscar fortuna y que siempre con la esperanza de volver abrazado a nuestras raíces. Ese fue el primer encuentro físico hasta llegar a donde nos encontramos ahora”. Asimismo, recordaba las diversas vicisitudes por las que ha pasado Emigrantes pero a pesar de ello “nunca faltó a su cita en El Rocío”. Asimismo, mostró su satisfacción como alcalde y como hermano de Emigrantes al ver cumplirse “unos de los sueños con la inauguración y bendición de su casa de hermandad. Un proyecto largamente demorado en el que se han implicado muchas juntas de gobierno y gestoras y que hoy ya es parte de Huelva”.
Mientras, Santiago Padilla Díaz de la Serna, presidente de la Hermandad Matriz, mostró su felicidad por participar con la Hermandad del Rocío de Emigrantes, con Huelva de la bendición de esta casa donde almonteños han contribuido con su trabajo a hacerla realidad. Recordó que “hace un año arrancábamos Huelva es Rocío, en aquella primavera gris del segundo año de pandemia, en que con motivo del 50 aniversario de esta hermandad, con la connivencia también de la Hermandad del Rocío de Huelva y las autoridades de Huelva que en un ejemplo de coordinación y buen hacer se unieron para que esa primavera no pasara inadvertida entre los onubenses, pues estuvimos celebrando con ustedes ese 50 aniversario y qué bonito rematarlo con esta casa. Esta casa que debe ser, ya se ha dicho, un instrumento, más allá de lo material, desde el punto de vista material nos sorprende a todos, pero debe ser un instrumento para evangelizar”.
Por último, el presidente de Emigrantes, José Francisco Garrido Cruzado, realizando un pormenorizado resumen de la historia de la hermandad desde sus inicios en la ciudad alemana de Bocholt, su regreso a Huelva, su traslado al municipio de Aljaraque, “que la acogió con los brazos abierto” y donde fue erigida canónicamente en la parroquia de Los Remedios de esta localidad, desde donde partiría en su primera romería como hermandad filial. Llegó su regreso a Huelva, estableciendo su sede canónica en la parroquia de Los Dolores, “donde se vivieron tiempos difíciles, donde la hermandad crecía gracia al esfuerzo, trabajo y tesón de un puñado de hermanos y hermanas empeñado en promocionar y difundir la devoción rociera en la capital onubense a través de una joven y entusiasta hermandad que comenzó robando los corazones de todo un barrio para poco a poco ir ganándose el respeto y el cariño de toda la Huelva rociera”. “
No olvidó como “fue la junta de Sebastián Real la que comenzara a gestionar la cesión por parte del Ayuntamiento de Huelva de unos terrenos de uso dotacional para la edificación de la nueva casa hermandad de Emigrantes”. “A mediados de los 90 la junta de José Manuel Muiño firmaría la concesión de los terrenos que hoy ocupa nuestra casa de hermandad gracias al compromiso del entonces alcalde de la ciudad, Juan Ceada Infantes, a los que todos los hermanos de Emigrantes estaremos siempre agradecidos”. Meses más tarde el propio José Manuel Muiño y su junta de gobierno colocaría la primera piedra, junto al ya alcalde Pedro Rodríguez, y el obispo de Huelva, Ignacio Noguer”. “A partir de ahí comenzarían los trabajos de construcción de una primera fase que continuaría la junta de Domingo Diéguez con la ejecución del pilotaje, estructura y cerramiento”. “La ilusión y el trabajo fueron los principales baluartes de una hermandad que se volcó con la construcción de su nueva casa”.
Garrido nombró algunas de las personas que con su esfuerzo y trabajo hicieron posible la consecución de la primera fase de una casa de hermandad que era un orgullo de todos los que nos sentimos emigrantes, “siendo en la primavera de 1998 cuando con la junta presidida por José Luis Fernández, realizara el traslado y finalización de la primera fase de la casa de hermandad, un sueño hecho realidad. En 2005, debido a la caída del muro trasero de la casa de hermandad la junta de gobierno de Fernando Ramírez tendría la necesidad de cometer el inicio de la construcción de la segunda, realizando el pilotaje y cerramiento, trabajos que continuaría la junta de Antonio Parra, que realizó el cerramiento total”.
“Fernando Rodríguez y su equipo de trabajo continuaría realizando mejoras en las instalaciones y sería la junta de Belén Requena la que acometería las últimas obras antes de los trabajos de finalización. La junta conformada por Eduardo Fernández Jurado comienza a madurar la idea de finalizar las obras de esta segunda fase y concluir definitivamente la casa de hermandad. Tras su fallecimiento, Checho Forcén toma las riendas del proyecto y comienza los estudios necesarios para su ejecución y sería a propuesta de este humilde servidor cuando la asamblea general de hermanos da vía libre al proyecto de financiación y finalización de las obras de su casa de hermandad”. Añadía que “desde entonces hasta ahora han sido meses difíciles, de duras negociaciones, reuniones, de más reuniones, de volvernos a reunir otra vez, de mucho consenso, muchas discursiones, muchos encuentros, muchos reencuentros. Un camino lleno de rosas y espinas. Han sido muchas las horas de trabajo y dedicación en la que han tomado partido muchos hermanos y hermanas de esta hermandad, colaborando dentro de sus posibilidades. Unos con su trabajo a pie de obra y otros realizando donaciones para sufragar los gastos trasversales que suponía una empresa de dicha envergadura. Todo esto ha merecido la pena y hoy con profunda satisfacción podemos contemplar con orgullo el resultado de muchos años de trabajo y sacrificio. Con el resultado de unas infraestructuras sociales, culturales y religiosas más relevante de nuestra ciudad. Un espacio polivalente y multifuncional que hoy inauguramos que estará al servicio de la ciudad, dotándola de un nuevo lugar de encuentro, uso y disfrute de cuantas organizaciones, entidades, hermandades y colectivos así lo deseen. Estas instalaciones que presentamos hoy finalizadas son el resultado del trabajo de muchos hermanos de Emigrantes que hoy nos acompañan en este día de inauguración, pero también de otros que ya descansan en las marismas del Cielo junta a la Reina de las marismas. Permitanme que hoy también tengamos presente a José Carrión, Manuel Santiago, Rafael de Coca, Patricio ‘Patri’, Mariano de Paquita, José Sánchez, Pedro Gómez, Pepe Vizcaíno, José, Eduardo Fernández Jurado, Lázaro, Cristóbal Fernández, Manolo Botello, y tantos y tantos hombres y mujeres que han trabajo por esta hermandad de Forma humilde y que hoy ya descansan en las Marismas del Cielo junto a Nuestra Madre del Rocío”. Mencionó asimismo a muchas de las familias que conforman Emigrantes y las peñas que cada año peregrinan a El Rocío.
Terminó su intervención con una dedicatoria especial hacia Antonio Barneto, miembro de la junta de gobierno, que ha estado al pie del cañón en todo momento pendiente para que este sueño fuera toda una realidad.
La noche terminó con la visita a las nuevas instalaciones que Emigrantes cuenta en el Paseo de la Glorieta y que con esta segunda fase la hermandad sumará a sus dependencias actuales en la planta baja: un bar-restaurante de 300 m2, almacén y aseos, almacén de sonido e iluminación, patio, escenario exterior y camerino; en la planta sótano: un almacén y tienda de recuerdos; en la planta superior: sala de ensayo de baile, sala multifuncional para talleres, sala multifuncional polivalente, archivo histórico y documental, aseos, salón de actos con capacidad para 180 personas y almacén. En el ala antigua la hermandad dispone en la planta baja: de capilla, sacristía, mayordomía y sala de enseres y camaristas y aseos; la planta superior: despacho presidencia, sala de junta, sala de hermanos y coro.