La cofradía es un monumento al clasicismo de plata y oro, brocados que los hermanos de la Oración han levantado a sus Sagrados Titulares, impresiona profundamente, se impone por su seriedad y logra trocar el ánimo de quienes presencian su tránsito, el gozo inefable, que deja como estela el paso palio, por la tribulación y pena honda, y hasta por el mutismo que traduce la angustia que experimenta el alma.
Llena de gracia y pureza, va Nuestra Madre y Señora de los Dolores, camino de la Placeta, entre rosas, la Virgen viene llorando sobre hojuelas de plata en un silencio que aprieta, a la de los Dolores que llaman, pueblo y tarde de Jueves Santo unidos como la vida a la tierra que descubre entre sus surcos en un soñar profundo la luz en el aire que llega hasta el rostro de mujer de bella mujer que Luis Alvarez Duarte realizara.
Pepe Zamora. Cuaresma 2022.