El arte de Elías Rodríguez Picón… como fotógrafo

Mari Paz Díaz. Muchos onubenses conocen la capacidad creativa del escultor imaginero de Rociana del Condado Elías Rodríguez Picón. Sin embargo, ahora, el artista nos descubre una faceta desconocida: su afición a la fotografía. Lo hace a través de una exposición fotográfica que ha organizado en la caseta de los ‘Desertores’ bajo el título de ‘La historia, el arte y la cultura a través de los rostros rocianeros’. La actividad ha sido muy bien acogida dada la originalidad de las obras presentadas.

La muestra recoge a través de la lente de Rodríguez Picón personajes históricos, recreados con escenas, maquillaje y vestuarios que aportan un gran realismo en la escena. 

Esta propuesta, que puede visitarse hasta el próximo 25 de agosto, se ha organizado con motivo del 25º Aniversario de ‘Desertores’, un grupo de 19 amigos y socios de esta caseta de feria de Rociana del Condado que se reúne a lo largo de todo el año. 

Y es que, según explica Elías Rodríguez Picón, «desde siempre la fotografía es una de mis grandes pasiones, es mi forma de desconectar a diario. Puedo llevar una cámara por cualquier lugar y tomar una instantánea de aquello que me gusta, casi siempre personas. En la calle se ven escenas que mediante un encuadre correcto, puedes crear una composición artística». Es más, «llevo tiempo trabajando en una exposición de fotografía artística sobre personas anónimas que están posando para mí, que en un futuro inauguraré en Huelva». 

Junto a la exposición, Rodríguez Picón no deja a un lado su trabajo. De hecho, en estos momentos, está inmerso en numerosos proyectos, entre los que se encuentran el Cristo del Amor para la Hermandad de La Borriquita de Valverde del Camino; el Monumento conmemorativo del 125 aniversario del Recreativo de Huelva; un crucificado para la capilla de El Prado del Escorial, en Madrid;  o un crucificado para una hermandad de El Prat de Llobregat, entre otros encargos para Jerez y Huelva.

Trabajos ante los que el joven rocianero siente «mucha responsabilidad por todos los proyectos que me confían. Por todo ello, no puedo dejar de estudiar, aprender hora a hora y corregir mis defectos para evolucionar».

Elías Rodríguez Picón. La trayectoria de Elías Rodríguez Picón, según él mismo recuerda, comienza desde que tenía tres años, pues «siempre estaba dibujando y jugando en la carpintería de mi padre -ebanista de profesión y muy buen aficionado a la pintura y al flamenco-, por lo que la música, la pintura y el mundo de la madera fueron mis primeros juguetes, que influenciaron en mí para la creatividad artística». Por ello, a sus 17 años decidió que su profesión sería la escultura.

Entonces se trasladó a Sevilla para recibir clases de manos de un gran escultor hispalense. Allí, tras dos años y medio de aprendizaje, decidió montar un estudio en el centro de la ciudad, en la calle Amparo, donde estuvo cuatro años a lo largo de los cuales pudo rodearse del gremio de escultores, tallistas, doradores, pintores…

En 2004, volvió a su pueblo natal, donde continúa trabajando. «Han sido unos años intensos de proyectos y mucho trabajo para toda Andalucía y fuera de ella, de imaginería, monumentos y escultura profana», asegura.

Con todo, el artista nos comenta que se siente «muy querido por mi ciudad, pero esto no me crea una relajación en mí como creador artístico, sino todo lo contrario. Tras finalizar una obra, necesito hacer más en la próxima. Y, de hecho, tengo una promesa eterna con ellos, que es mejorar mi obra, para dedicar mi fruto artístico a la ciudad que siempre confió en mí».