José Luis Rúa / Ayamonte. Aun a estas horas, muchos de nosotros estamos intentando superar la resaca de una movida cultural que nos ha dejado mudos a todos.
Medio centenar de pintores pertenecientes a distintas generaciones, que forman parte de distintas escuelas pictóricas y que ven la pintura de mil maneras distintas, reunidos casi de manera informal en la misma calle.
La plazoleta frente al Centro Cultural Casa Grande de Ayamonte y sus calles adyacentes, se quedaron pequeñas para esa sala de exposiciones improvisada en la calle, donde se podían apreciar las obras de arte colgadas o apoyadas en cualquier lugar, y que en muchos casos no sabríamos decir si la obra engalanaba la fachada o si el efecto era el contrario.
Y cuando el día se hizo noche, no había espacio natural que permitiera el paso de la gente.
Tanto era el público que curioseaba los lienzos, que uno no terminaba de entender claramente en que lugar del planeta se encontraba.
Los más diversos estilos, las maneras más personalizadas de hacer cuadrar la forma y el color, la perspectiva y los sentidos. Nombres como Galán, Emilio Borrego, Xavier Morato, D´Esury, Virginia Saldaña o Dani Franco juntos y con sus mejores galas.
Todo se unió de manera mágica para sorprender incluso a quienes llevan toda la vida metidos entre pinceles y lienzos. Una gran idea, una gran respuesta y un éxito que se merece el aplauso mas sincero.
Pero no solo la calle rebosaba alegría, colorido y público sino que el patio interior del Centro Cultural Casa Grande congregaba a muchísima gente amante de la poesía, la imagen y el sonido.
Los Poetas del Guadiana, ayamontinos y villarrealenses, emocionaban con sus recitales a un auditorio muy entregado a las lecturas y muy sorprendidos por las proyecciones visuales del autor Toño Mendez o los sonidos ofrecidos por Seba Mirabent. Seguida muy atentamente también fue la actuación de la cantautora local Mis Parker, que músico uno de los poemas del autor José León Acosta.
Si en la primera parte del recital se pudo escuchar a Clemen Esteban, Joaquina Vázquez, José Cruz, Pedro Tabares o José Luis Rúa, en la segunda los poemas venían de la mano de Aurora Cañada, Antonio Cabrita, Carmen Herrera, Raul Vela, Diego Mesa o Eladio Orta. Y todo ello conducido y coordinado de manera dinámica por el maestro de ceremonias, Antonio Mirabent.
Ha sido como abrir un escaparate cultural en la principal arteria de la ciudad, una ventana al arte y a la poesía sin mayor ambición que el de ofrecerse a un público local conocedor del trabajo y a unos visitantes a los que poder sorprender. Felicidades por la idea y por el éxito.