Miguel Velasco Márquez. Quizás ni recuerdes ya cuando te pasó por última vez. Más de 100 veces habrás jurado que no volverás a pagar por una cinta de terror ante la mediocre calidad del género desde hace décadas. Quizás ni seas capaz de nombrar el último estreno que consiguió que pasaras una noche entera sin dormir, mirando de reojo la puerta del armario. O, tal vez, sólo ha conseguido ese efecto en ti El exorcista.
Cuando uno lee la sinopsis del último film de James Wan es inevitable pensar “¿esto no lo he visto yo ya?” Un guión que mezcla una familia estrenando mansión encantada, animal de compañía que teme algo, historias pasadas que atormentan el hogar etc. ¿Lo mismo de siempre? Sí, pero no vas a poder ni respirar en casi dos horas.
Y ese es el mayor logro de Wan, renovar la forma y el cómo de la historia disminuyendo la música atronadora, la sangre gratuita y los efectos especiales, dejando que sean las sombras, objetos o una simple puerta entre abierta las que hablen.
Basada en una historia real, Expediente Warren: The conjuring cuenta la escalofriante historia de cómo Ed y Lorraine Warren, renombrados investigadores de fenómenos paranormales, fueron requeridos por una familia aterrorizada por una presencia oscura en una aislada granja. Obligados a enfrentarse a una poderosa entidad demoníaca, los Warren se encontraron atrapados en el caso más terrorífico de sus vidas.
James Wan consigue extraer, no inquietud, sino verdadero pánico de elementos a simple vista inofensivos: una muñeca, el juego de las palmadas (la escena más brillante del género de terror desde El resplandor), tres golpes secos en la pared y su aterrador significado sobre la Santísima Trinidad…
Wan consigue cambiar el continente, dejando intacto el contenido y regalar al espectador la película más aterradora que un servidor ha visto en pantalla desde aquel lejano verano de 1999 con El proyecto de la bruja de Blair. El director de Insidius dota a la cinta de un estilo y una atmósfera plenamente ochentera para hacernos olvidar el estercolero en el que se ha convertido el género actual y que volvamos a sentirnos como cuando nos enfrentamos por primera vez a El exorcista o Al final de la escalera. Entre éstos dos últimos clásicos del género encontraréis la esencia de este portento cinematográfico, que logró algo que un servidor no ha visto en su vida, tener a una sala entera de cine murmurando “no puedo más”. Y todo esto lo escribo, con ojeras y café en mano, después de una noche infame gracias al director australiano. Gracias Wan por regalar a mi generación el film de terror de culto que nos merecíamos.
Ficha técnica
Película: Expediente Warren: The conjuring. Título original: The conjuring. Dirección: James Wan. País: USA. Año: 2013. Duración: 112 min. Género: terror. Interpretación: Patrick Wilson (Ed Warren), Vera Farmiga (Lorraine Warren), Lili Taylor (Carolyn), Ron Livingston (Roger). Guión: Chad Hayes y Carey Hayes. Producción: Tony DeRosa-Grund y Peter Safran. Música: Joseph Bishara. Fotografía: John R. Leonetti. Montaje: Kirk M. Morri. Diseño de producción: Julie Berghoff. Vestuario: Kristin M. Burke
1 comentario en «‘Expediente Warren’, historias para no dormir»
Buenísima cr´tica. Que bien escribe en condenado autor.