Mandala, el paraíso del Conquero

Miguel A. Velasco. «Todo se puede mejorar menos la puesta de sol desde el Mandala». Este eslogan de la terraza-bar con mayor antigüedad de la capital onubense se queda corto en su contenido cuando nuestros ojos se apostan sobre ese infinito anaranjado en matices y cabezos ocres que nos ofrece el horizonte. Huelva a tus pies, sus marismas floreciendo en los remansos de sus cristalinas aguas, el frondoso verde opaco de su pinar y el cielo azulino vergonzoso de tanta belleza.

«Nos encontramos muy contento de mantener año tras año esta empresa, que es un sueño de futuro más que un objetivo de presente», nos dice Luis Santamaría, uno de sus socios. «Hemos trabajado duro, muy duro, hasta llegar aquí, pero no nos planteamos haber llegado a meta alguna. Seguimos trabajando en el mismo proyecto como si fuera ayer. Hemos mejorado el ambiente, que ya de por sí era bueno. No es que se haya elitilizado, pero se nota que es más selecto», señala con satisfacción Santamaría.

El empresario constata sus impresiones «por ejemplo, en las tardes, que han experimentado una subida de clientela espectacular, ha crecido el numero de personas, de grupos de edad, de reuniones maduras, de parejas que vienen a refugiarse al encanto de esta vista, de este ambiente, para disfrutar de una charla agradable y distendida, acompañado de un sonido musical por el que hemos apostado fuertemente ‘bay the class».

A Santamaría se le notan destellos de ilusión en los ojos que le atrapan cuando habla de Mandala. «En julio hemos planificado todo tipo de actividades lúdico-musicales. Por ello, puedo decirte que los lunes programamos monólogos, que se han hecho ya de una clientela específica y propia. Martes y miércoles hemos alternados fiestas musicales de los años 60, 70 y 80 con música punky, bossanova o deep house. Y los jueves y fines de semana tuvimos todo tipo de fiestas, caracterizaciones y decoraciones especiales del local, como, por ejemplo, el 5 de julio, con ocasión del sexto aniversario del establecimiento ideamos ‘La noche blanca de Mandala’, en la que todo nuestros amigos y clientes vinieron con ropa blanca y les obsequiamos con una espléndida fuente de chocolate blanco».

Igualmente se encuentran volcados por completo en las cosas de Huelva. Se le llena a Luis la boca con este nombre. Huelva. Siempre Huelva. Por ello, apoyan siempre, en su medida y algo más, todo tipo de eventos, dejando para ellos gratuitamente sus instalaciones de jóvenes emprendedores de la provincia. «Estamos a disposición de empresas como Lamé, que realizan aquí diferentes actividades relacionadas con su mundo de la moda. Hacemos conciertos con grupos y cantantes de la provincia y los ganadores de ellos ahora se encuentran actuando aquí o en otro lugares de la geografia provincial», señala Santamaría orgulloso para volver a recalcar «apostamos por Huelva, por la ciudad y por su provincia».

Con voz emocionada, nos cuenta la respuesta de público, de amigos y clientes, el día que las laderas del Conquero ardieron: «fue como en Fuenteovejuna, todos a una. Emocianante, impactante. Se me hace un nudo en el estómago cuando recuerdo esas docenas de personas que no se pensaron dos veces sofocar el fuego con los medios que encontraban a su alrededor… No tengo palabras, de verdad. Encima era el día de nuestro sexto aniversario» señala realmente emocionado Luis.

Para este mes de agosto, siguen dedicando especial atención a los monólogas, presentados por el monologuista onubense Willy Barrera, y que contará con la presencia de personajes tan famosos como Quique Macías, Carolina Noriega (19 de agosto, 22.30 horas) o David Navarro (22 de agosto, 22.30 horas).

«Ya os iré indicando en breve alguna sorpresa más al respecto que nos guardamos», señala enigmático Santamaría. En lo que a eventos se refiere, el empresario recuerda que «hemos tenido también la presentación oficial de la nueva indumentaria del Recreativo, que contó con una extraordinaria presencia de medios acreditados y clientes y aficionados que, como Huelva Buenas Noticias, tuvieron la fortuna de asistir al acto».

Haciendo una parada en la conversación para recordar proyectos ya estructurados, continúa «con la cena solidaria de Bomberos Unidos por Haití que acabamos de ceebrar… En fin, proyectos e ideas que se traducen en domingos especiales además, todas las tardes de los fines de semana se ofrecerán cócteles elaborados por profesionales, así como degustaciones de bebidas y marcas de alto nivel en el mercado».

Todo esto parece fácil de hacer, como si de un sueño se tratara, sin embargo, tras de ello se esconden muchas horas de trabajo. «Un día a la semana hacemos una puesta en común. Planificamos las fiestas que haremos a lo largo del mes y las cerramos una semana antes de su realización. No improvisamos y estamos abiertos a sugerencia de todo tipo, tanto por parte de los amigos como de nuestro personal, que son también nuestros amigos».  Hay que señalar que Mandala, como empresa, está formada por varios socios y que , entre staffs, camareros, seguridad e imagen, trabajan 25 personas en pleno rendimiento. Un ejemplo a tener en cuenta, un modelo de estos jóvenes hosteleros onubenses volcados en un fin y digno de todo elogio, que deberíamos tratar con mimo y cariño, con sumo respeto. El trabajo es duro, la inversión fuerte. Todos los fines de semana trabajan la publicidad en la calle, con flyers, cartelería, el boca a boca. Como apunta Santamaría, «gracias a Dios contamos también con medios como el vuestro, Huelva BuenasNoticias, que siempre nos ha abierto las puertas para todo, nos ha ayudado y se ha volcado en nuestra publicitación».

Terraza Bar Mandala cuenta con tres dependencias diferentes y diferenciadas. Posee una terraza principal, donde se concentran el mayor número de personas alrededor de una inmensa barra circular y otra complementaria más pequeña. En la terraza alta, con las ya de por sí inmejorables vistas, se encuentra la zona VIP, con una barra para cócteles y bebidas premium y, finalmente, existe una zona interior con con haimas y asientos corridos donde predomina el blanco sobre mullidos cojines y que cuenta también con su barra particular. Todas las zonas gozan de música común con acordes apropiados a la hora en cuestión. El horario va desde las 16.00 horas hasta la madrugada.

Mientras apuramos nuestras consumiciones, el sol comienza a dormirse perezoso en las lejanas aguas lusitanas cubriendo de colores irizados sus calmas sábanas acuosas. Los cubitos de hielos romos tintinean en los vasos y una benéfica brisa marismeña nos abriga benevolente. «Esto es un sueño. Esta ubicación, el Conquero. La gente de fuera se queda impactada antes de sentarse. Se paralizan unos minutos ante la visión. Mucho más que los de aquí, que ya están acostumbrado a tanta belleza. Sin embargo, a la mayoría son ellos los que los traen», comenta abstraído Luis. «Todo se puede mejorar menos la puesta de sol desde Mandala» dice mientras canturrea clavando sus grisáceos en el horizonte, «ven y dale vida a tus sentimientos». La sonrisa amplia y bodnadosa de este hombre conjuga sus virtudes a la perfección. Luis Santamaria parece confundirse en los parajes de los cabezos conqueriles como pintado por la mano firme de Pedro Gómez. Un sueño, su sueño.