Marta Bizcocho y Valeria, mucho más que un ejemplo del programa de acogida de niños bielorrusos de Asnia

(De Izquierda a derecha).- Martita, , la niña de acogida y Marta Bizcocho.
(De Izquierda a derecha).- Marta, Miguel Ángel Blanco, Valeria y Marta Bizcocho.

Mari Paz Díaz. Marta Bizcocho López y su marido Miguel Ángel Blanco forman una familia junto a la pequeña Martita, una familia «normal y corriente» que un día decidió apuntarse a la Asociación de Niños de Acogida de Huelva (Asnia). Esta entidad sin ánimo de lucro fue creada con el objetivo de contribuir a paliar las consecuencias del accidente nuclear ocurrido en abril de 1986 en la Central Nuclear de Chernóbil, en la república de Ucrania.

Asnia ofrece distintas formas de colaboración con la población de la zona del entorno de la central afectada por la radioactividad. Aunque, sin lugar a dudas, su programa más emblemático es el llamado ‘Dar Vida’, destinado a acoger en la provincia de Huelva a niños bielorrusos o de cualquier otro país para ayudar a su saneamiento mediante una acogida temporal, ya que estos niños comen y respiran contaminación, lo que suele ocasionarles graves problemas de salud (cáncer, tiroides…).


Festival de Cine de Huelva

La joven acogida por esta familia onubense a través de Asnia.
Valeria, poco antes de regresar a su país tras pasar el verano en Huelva.

A través de ‘Dar Vida’, las familias onubenses que así lo desean pueden acoger a estos niños durante 45 días en la temporada estival, coincidiendo con las vacaciones del colegio en su país. La única función de la familia de acogida es darles comida sana, mucho sol con protección y, lo más importante, mucho cariño.

Este año, los 40 niños participantes en el programa han estado en la provincia de Huelva entre el 26 de junio y el pasado 8 de agosto, por lo que acaban de regresar a sus hogares. La despedida suele ser un momento difícil y de nostalgia, tanto para los pequeños como para sus familias, que cuentan los días para volver a verlos. Por este motivo, hemos querido conocer en primera persona cómo se vive esta experiencia de la mano de Marta Bizcocho y su niña de acogida, Valeria.


Puerto de Huelva

La experiencia es inolvidable para los niños y para la familia de acogida.
La experiencia es inolvidable para los niños y para la familia de acogida.

Marta Bizcocho tiene claro que es algo inolvidable: «La verdad es que nunca había hecho algo tan grande, porque con muy poco se puede hacer mucho por la vida de un niño», asegura.

Valeria tiene casi catorce años, es de Grodnenskaya (Bielorrusia) y sabe tocar el piano y el violín, además de tener un pelo precioso. Le encanta el maíz, los pistachos y el jamón. Así nos describe Marta a su niña de acogida, que vino por primera vez a Huelva en 2008.

Marta y Valeria son como dos hermanas.
Marta y Valeria son como dos hermanas.

Al principio, no fue fácil. «Fue muy difícil, porque ella era más pequeña y no hablaba ni una palabra de español y, evidentemente, nosotros nada de bielorruso. Éramos todos un poco novatos en todo esto, pero fue sorprendente como aprendía poco a poco el español. Tiene una capacidad de aprendizaje espectacular. Así, lo que al principio parecía un poco difícil se convertía en un juego diario de aprendizaje para todos».

La primera vez que Valeria fue a la playa quiso llevarse conchas para su familia.
La primera vez que Valeria fue a la playa quiso llevarse conchas para su familia.

Desde 2008 hasta hoy, Valeria ha ido creciendo con «su familia española» y, aunque es hija única, considera que Martita es como su hermana y su mejor amiga en España. A lo largo de estos años han sido múltiples las historias  que han vivido tanto la joven bielorrusa como su familia de Huelva.

Entre las anécdotas que más recuerda Marta Bizcocho de su convivencia con Valeria se encuentra la primera vez que fueron a la playa: «La primera vez que la llevamos a la playa quería coger todas las conchas para enseñárselas a su familia y todos los días nos llevábamos dos bolsas de conchas a casa«. Y algo tan cotidiano como comer caracoles se convertía en algo especial: «Por lo visto a su madre le encantan, pero allí no los comen porque están contaminados. Y quería llevarse un tarrito de cristal con caracoles para su madre».

Valeria también quiso llevarse caracoles para su mamá, porque allí están contaminados.
Valeria también quiso llevarse caracoles para su mamá, porque allí están contaminados.

Los requisitos para convertirse en una familia de acogida con Asnia son muy sencillos, ya que tan sólo hay que hacerse socio de la asociación y pagar una cuota simbólica de diez euros mensuales. De hecho, aunque su marido Miguel Ángel es guardia civil, Marta se encuentra en estos momentos en situación de desempleo, pero esto no ha supuesto ningún problema para ella.

Valeria llegó en el momento justo a la vida de Marta.
Valeria llegó en el momento justo a la vida de Marta.

«Lo de acoger a Valeria ocurrió en el instante justo. Todos tenemos un momento en el que analizamos nuestra vida y hacemos balance. Yo comprobé que necesitaba hacer algo por alguien y me hablaron de la asociación. Fui a informarme y me llegó al alma lo que me explicaron. Todo lo que estos niños están sufriendo y con un poco de nuestra generosidad, lo que podemos aliviarles», nos explica Marta Bizcocho emocionada.

Y luego Marta contó con el apoyo total de su familia: «Se lo comenté a mi marido y a mi hija y en seguida nos pusimos de  acuerdo en embarcarnos en el programa ‘Dar Vida'».

Sus caras lo dicen todo.
Sus caras lo dicen todo.

Después de todo este tiempo, el balance de la experiencia es de lo más positivo. Eso sí, Marta explica que «el primer año pagas la novatada de no poner de acuerdo tus sentimientos y lo pasas mal cuando se va. Luego, poco a poco, vas viéndolo de otra forma, te pones en la situación de sus padres, lo duro que tiene que ser mandar a sus hijos tan pequeños a otro país con familias que no conocen de nada, confiando en que sus hijos respiren aire puro por unos días. Cuando entiendes esto, todo empieza a cambiar. Ya empiezas a sentir satisfacción, felicidad, orgullo y alegría».

Para los niños tampoco es fácil. «Cuando llegan les ves las caritas tan cansados de un viaje larguísimo y te da mucha pena. Pero es  un viaje cargado de esperanza, de recuperar meses de vida a cambio de estar aquí cuarenta días. Y, a la hora de regresar, cuando toca hacer maletas todo te parece poco, entre recuerdos, ropa, regalos…, y eso que solo pueden llevar 20 kilos. Todo es un poco engorroso, porque todo te parece poco. Por eso, sus caritas entonces son de agradecimiento, tienen un colorcito dorado por el sol y se van con unos kilitos muy bien puestos. En definitiva, sobre todo se van cargados de ilusión, emoción y gratitud», concluye Marta Bizcocho.

Miguel Ángel y Marta esperan al próximo verano para volver a estar juntos.
Miguel Ángel y Marta esperan al próximo verano para volver a estar junto a Valeria.

Con todo, esta familia de acogida recomienda la experiencia, recordando que estos niños «no tienen enfermedades contagiosas, son niños normales y corrientes, con días buenos y menos buenos. Son niños que están pagando con su salud errores de otros. Ellos nos aportan lecciones de vida día a día, nos enseñan a valorar cosas a las que no le damos importancia, pero que son vitales en la vida, como puede ser la comida, que para ellos puede ser algo mortal».

Ahora, después de la reciente marcha de Valeria, Marta Bizcocho, su marido Miguel Ángel Blanco y su hija Marta esperan ya al próximo verano para volver a estar juntos de nuevo, porque «Valeria es una más de la familia, con lo cual vendrá a mi casa hasta que ella quiera».

Para terminar, nos quedamos con unas palabras de Marta que lo dicen todo: «Asnia nos ofrece este fantástico programa de ‘Dar vida’. Mi familia y yo les damos las gracias por poner en nuestro camino a Valeria».

1 comentario en «Marta Bizcocho y Valeria, mucho más que un ejemplo del programa de acogida de niños bielorrusos de Asnia»

  1. ai Martita!!!!!

    Sois una familia ejemplar!!!!!!!!! vuestra cara de felicidad se dice todo, y es emocionante ver año tras año a Valeria convertirse en una jovencita bellisisima!!!

    Os queremos un monton, ya lo sabes!!!

    Los Espinosa-Ferrer

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