HBN. En el imaginario colectivo seguro que se mantiene intacta aquella escena del Diario de Bridget Jones, la primera, en la que Marc Darcy y la protagonista se encontraban en una celebración navideña y él endosaba un simpático jersey con un reno, que bien podría ser Rudolf a juzgar por su roja nariz.
Desde esos lejanos inicios de los 2000, la película es de 2001, hasta ahora, ha llovido mucho y podríamos relatar múltiples episodios que así lo demuestran; sin ir más lejos, Bridget Jones ha tenido dos películas más. Aunque el tango diga que 20 años no son nada, vaya sí lo son. Eso sí, en estos 20 años el jersey navideño no sólo se ha mostrado impasible, sino que ha vivido un boom alcanzando una gran fama con múltiples mejoras.
La ropa, la extensión tangible de la celebración
¿Por qué nos gusta tanto llevar estos jerséis? La pregunta seguramente se puede responder a la gallega, ¿por qué nos gusta disfrazarnos en Halloween? ¿O en Carnaval? ¿Por qué vamos a la Cabalgata de Reyes aunque sepamos que no son los auténticos? (porque no, no son los auténticos, si no es imposible que les diera tiempo a repartir todos los regalos en una noche). La respuesta es muy sencilla: nos encanta celebrar y cuanto más, mejor.
La indumentaria, además, se convierte en la máxima expresión de la celebración. De todas las nombradas anteriormente y de todas las que faltan. Además, aprovechando que la Navidad no tiene un dress code establecido como lo puede tener la Semana Santa, – entendiéndose como jueves o viernes santo – es una oportunidad para vestirse alegres y celebrar.
Porque la Navidad se trata de eso, de celebrar, de divertirse, de reunirse la familia y los amigos y brindar por aquello de “Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy” y más después de los dos años que llevamos.
En esta manifestación de alegría y felicidad los jerséis son un complemento más que extiende la sonrisa de aquellos que nos miran. Sí, porque Marc Darcy se ha quedado anticuado y la estampa de Rudolf es casi lo más común superándose actualmente por casas de jengibre, adornos, caramelos y más. Porque, hoy por hoy la tecnología y las ideas atrevidas han hecho maravillas y se pueden encontrar desde jerséis con villancicos incorporados, con luces o con juegos para traerlos ya consigo.
Además, como para la alegría y la celebración no hay edad, estos jerséis pueden ser para todos los tamaños. No sería raro que toda una familia, padres e hijos, llevasen el mismo jersey haciendo aún más ancha la sonrisa.
Pero esto no acaba aquí, Se puede complementar con toda clase de accesorios, como gorros de Papá Noel o de Elfo – el último grito de hace dos Navidades – o con pendientes que simulan árboles o bolas. El límite lo pones sólo tú.
Y todo esto antes de que se haya dado el pistoletazo oficial a los nuevos locos años 20. Miramos con expectación a las próximas Navidades para ver las novedades que traerán la moda y las personas que la portan con orgullo y entrega.