Cristina Morales. Lo conocemos por su papel institucional como presidente del sindicato CSIF, pero queremos profundizar un poco más en su perfil personal y profesional. Juan Manuel Quilón, tiene 51 años y lleva más de 30 como empleado público en el ámbito de la seguridad y la protección. Esto le ha permitido asistir a acontecimientos clave de la historia de la ciudad, como visitas de altos cargos y personalidades relevantes o grandes eventos.
Todo comenzó cuando con 18 años entró como voluntario al servicio militar, más en concreto a la marina. Después fue destinado a Cruz Roja Huelva del mar, haciendo sus primeros pinitos de servicio público en el barco de salvamento. Una época que recuerda con cariño y en la que aprendió mucho. En 1990 termina la mili y decide prepararse unas oposiciones en el ámbito de la seguridad y la protección y pasa a ser empleado público en ese año, con tan solo 20 años.
En los más de 30 años que lleva al servicio de la ciudadanía, ha vivido muchas experiencias y ha sido testigo del cambio de la ciudad. Ha vivido en primera persona y a pie de calle momentos relevantes de nuestra historia, asuntos complicados en materia de seguridad que forjaron su personalidad y le hicieron reafirmarse en la idea de que su lugar estaba al lado de los onubenses como empleado público. Su buen hacer le ha llevado a recibir condecoraciones por su trabajo, lo que considera lo más gratificante, al ser una respuesta y una forma de recibir lo que da.
El salto al mundo sindical lo da porque se lo proponen y decide aprovechar la oportunidad. Desde entonces, su cometido pasó a ser velar por mejorar las condiciones de trabajo de sus compañeros. Así como que recibieran el material necesario y ser intermediario con la administración, sabiendo desde dentro las necesidades. Todo este esfuerzo dio como resultado mejoras significativas para sus compañeros del ámbito de la seguridad, ya que sus inicios fueron en esta sección. De ahí pasaría a llevar todos los trabajadores del Ayuntamiento, después pasaría a coordinar el ámbito de la administración a nivel provincial y finalmente daría el paso a nivel andaluz.
En el año 2013 pasa a ser presidente de CSIF en Huelva, tras la petición de sus compañeros de que ocupara este puesto. Sus funciones principales son a nivel de gestión y representación institucional, así como administración, prensa o tareas como dotar a los delegados sindicales, que son los que están más al día con los trabajadores, de las herramientas necesarias para el desempeño de su función.
Su tarea, además de la gestión del sindicato y su representación a nivel institucional, es coordinar a los delegados sindicales de todos los sectores del sindicato, como: empresa pública, educación, sanidad, seguridad, administración local, administración Junta, empresas públicas estatales y justicia. Uno de los servicios más importantes que ofrece CSIF es el de asesoría jurídica, que vela por defender los derechos de los trabajadores en cualquier situación, como por ejemplo un despido improcedente o cualquier situación en el que ve en peligro sus derechos. Es la asesoría que más sentencias favorables tiene a día de hoy y uno de los servicios mejor valorados del sindicato. Unos 250 delegados y 6.000 afiliados aproximadamente a los que hay que atender a través de los sectores a los que se dedica CSIF en toda la provincia.
Con respecto a su anterior trabajo como funcionario y este cargo sindical, la mayor diferencia que encuentra Quilón es que antes tenía horarios y ahora no, tiene que estar disponible. Antes tenía una hora de entrada y otra de salida, pero con un cargo de tal magnitud, de repente puede surgirle cualquier evento al que debe acudir como representación o surge un contratiempo en el que debe trabajar, ya que la ayuda al afiliado se presta sin importar día ni hora. La mejor forma de ayudar al trabajador es escucharlo, tanto a través de los delegados como con los servicios del sindicato, ya que depende de la complejidad y la naturaleza del problema.
Además, CSIF realiza una gran labor social en el ámbito local, implicándose en acciones cuyo beneficio redunda en todos los ciudadanos, como la recogida de tapones solidarios, la donación de comida o de materiales, así como iniciativas culturales. Precisamente en este sentido, el presidente afirma que lo más gratificante es que un proyecto propio salga adelante con la ayuda de su equipo, y que su labor no se quede solo en ayudar a los trabajadores, sino que beneficie a todos. Así, durante su presidencia se han llevado a cabo actividades como los Premios al Empleado Público junto a Huelva Buenas Noticias, las charlas de motivación del ciclo ‘Mentes Expertas’, la vuelta solidaria motera o la Feria del Automóvil, entre otras.
El sindicato está con la ciudad y siempre intenta ayudar, así ha patrocinado al Club de Fútbol de El Molino, barrio en el que tienen su sede, ha promovido musicales solidarios, visitas de los Reyes Magos, ha donado parte de su mobiliario tras la remodelación de sus instalaciones a quien lo necesitaba o una cinta de correr al Hospital Juan Ramón Jiménez para las pruebas de esfuerzo, etc. Además, han donado materiales sanitarios de protección contra la Covid-19, siendo de los primeros en proveer de mascarillas y gel hidroalcohólico en el peor momento de la pandemia. En este sentido reconoce que, aunque aparentemente no tenga que ver con su labor, su interés desde que entró a la presidencia fue estar presente en la sociedad, para lo que ha contado con un equipo «a la altura». «No es solo tener ideas, sino contar con un equipo con una valía, entrega, dedicación y capacidad para ejecutarlo y esa es la mayor satisfacción que puedo tener, contar con una ejecutiva, un equipo y una jefa de prensa a la altura» afirma.
El sentido del sindicato es que los que trabajan ahí antes han estado como empleados públicos y saben lo que se necesita y todo lo que ocurre, por lo que centran sus esfuerzos en mejorar las condiciones de sus compañeros. Con respecto a la pandemia de Covid-19, han tenido que hacer doble esfuerzo. A parte de implementar las medidas de prevención en sus propias instalaciones, han tenido que estar a pie de calle velando por que en todos los centros hubiera materiales y recursos de protección, incluso surtiendo a los empleados de estos activos. En este difícil momento, han tenido que proteger a los trabajadores en cuanto a su seguridad como a sus condiciones laborales, por ejemplo con el teletrabajo. Los sindicatos han sido servicio esencial e incluso, muchos trabajadores sindicales decidieron incorporarse a su anterior puesto de trabajo para ayudar.
Por último, Juan Manuel Quilón ha querido enviar un mensaje a nuestros lectores y a todos los onubenses en general: «Los empleados públicos son esenciales, son trabajadores como otros cualquiera en la empresa privada pero que están al servicio de la sociedad. Su vida gira en garantizar el estado del bienestar, pero tienen sus derechos como trabajadores que son. Necesitan que la sociedad responda y le devuelva un poco del cariño que depositan en ella, que entiendan siempre su situación y los respeten. Y es que el funcionario al final se atiene a lo que ordenan sus superiores, son la cabeza visible y los que reciben agresiones y las quejas del ciudadano. Tenemos que tener presente lo importantes que son: un ciudadano cuando nace el primer contacto que tiene es con un funcionario, en su caso un sanitario, y a partir de ahí sigue con la administración al registrarse, con los docentes, etc. Son esenciales en nuestra vida y tenemos que reconocerle su trabajo y su esfuerzo. Prestan un servicio público pero son trabajadores y necesitan que velen por sus derechos y se garanticen sus condiciones laborales». «Prestan su vida a la sociedad y muchas veces ese cariño no es recíproco y tenemos que intentar cambiar eso, ya que su labor es esencial para todos».