Juan José de la Vega, más trabajo para los alumnos que acaben su grado en la Facultad de la Merced

RFB. El profesor Juan José de la Vega Jiménez hace pocos meses asumió la responsabilidad de comandar uno de los centros con más tradición de la Universidad de Huelva, la hoy Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo. Seguro que ni por asomo se le pasaría por su cabeza ese futuro desempeño allá en aquellos años intensos de La Rábida, cuando era un joven alumno en el CUR. De allí también salieron antecesores suyos en el decanato-y de promociones estudiantiles coetáneas en el tiempo-, como María Asunción Grávalos, Juan José García del Hoyo, José Domínguez Casado y, más atrás, Alfonso Vargas.

Fachada de la Facultad de Empresariales y turismo de la Universidad de Huelva.

En la llegada al despacho de decano en la plaza de la Merced para Juan José de la Vega tuvo influencia la invitación de su inmediato antecesor, Tomás Escobar. Y, sobre todo, su generosidad al asumir el cargo -presentándose a la elección-, que venía acompañada de una amplia trayectoria en las frecuentemente ingratas tareas de gestión en la universidad.


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Profesor Titular del Área de Economía Financiera y Contabilidad, Juan José de la Vega ha experimentado un devenir profesional que no estaba en su guion inicial. Podría haber sido ahora mismo un comisario de policía quién sabe a donde destinado. Sin embargo, siempre le gustó la idea de permanecer en su ciudad natal, Huelva. Y la Providencia, el Universo o como queramos llamarle, le ha permitido vivir una experiencia de la que se siente satisfecho. Le queda cuerda para rato y tiene las ideas muy claras como decano, conociendo por lo indicado muy desde dentro los engranajes de la universidad. Su gran ocupación es articular mecanismos que faciliten la incorporación al mercado de trabajo de los estudiantes que vayan acabando las carreras en la Facultad de la Merced.

En un momento de la entrevista.

Honesto y riguroso como profesor, pero conjugando estos atributos con la humanidad que debe revestir la docencia, pugna cada día por ser fiel a sus principios en un entorno a veces hostil, este tan dinámico y sorpresivo en el que hoy vivimos todos. Atiende amablemente a nuestras preguntas.


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-¿Porqué te presentaste a decano y cuales son tus objetivos?

-El decano anterior, Tomás Escobar, tenía claro que no iba a presentarse a la reelección, aunque tenía la posibilidad legal de hacerlo por que le quedaba la opción de renovación por otro mandato de cuatro años. Coincidió con que a mí personalmente se me acababa una etapa de gestión como director de departamento, cumpliendo mi segundo mandato. El profesor Escobar me habló de la posibilidad de presentarme al decanato unos meses antes de acabase su desempeño. Estuve pensándolo un tiempo y acepté en principio. Y la verdad que el periodo de confinamiento, con la sobrecarga que supuso a los gestores en la universidad, como en mi caso entonces de director de departamento, me hizo dudar. Se me quitaron un poco las ganas, pero soy persona de palabra y ya que en su momento acepté dar el paso adelante pues me presenté y aquí estoy.

Tomás Escobar y Asunción Grávalos, los inmediatos predecesores de Juan José de la Vega en el decanato de la Merced, junto al rector Ruiz.

-La verdad que de los 26 años que llevo en la Universidad, 22 los he compaginado con cargos de gestión. He sido previamente vicedecano en dos equipos diferentes, los liderados por Juan José García del Hoyo y por José Domínguez Casado, llevando las áreas de prácticas, extensión universitaria y biblioteca. También he sido secretario durante 8 años del Departamento de Dirección Financiera y Operaciones, y después he continuado otros 8 años ya como director del mismo.

-Esta experiencia en gestión me ha permitido conocer bien los engranajes de la Universidad de Huelva en general y los de la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo en particular. Ello me hizo pensar que podía aportar como decano de la facultad. El decano en todo caso precisa de un equipo para gestionar el centro, y yo cuento con un grupo muy trabajador cuyo apoyo es fundamental para mi.

-Pero ni siquiera el decano y su equipo son suficientes. Para que todo vaya bien es imprescindible la implicación de todas las personas y colectivos de la facultad. El alumnado, el personal de administración y servicios y el personal docente e investigador.

-¿Cómo ves la posibilidad del traslado de la Facultad al Campus del Carmen?

-Bien, en ese sentido tengo que decirte que hay diferentes sensibilidades dentro de la facultad. Una parte no vería con malos ojos el traslado al Campus del Carmen. Otra parte, sin embargo, se siente muy cómoda en el edificio de la Merced, bien por proximidad o por otras circunstancias, y no desea ese cambio.

Foto retrospectiva del Campus del Carmen, en la época en que se pudo plantear el traslado.

-Ese traslado estuvo sobre la mesa hace una serie de años, con el rector Francisco José Martínez López. Luego vivimos una etapa de restricciones económicas, con Francisco Ruíz, y el tema se quedó entonces parado. Teníamos un solar destinado en el Campus del Carmen pero la cosa se quedó ahí. Está claro la configuración de una nueva facultad física requería una importante inversión que en la etapa de Ruiz resultó inviable. En estos momentos no se si disponemos de un terreno para ello y la verdad es que este tema no está ahora en la mente de nadie. Y el momento, en la compleja situación de financiación de las universidades andaluzas, no parece tampoco el más oportuno.

-Estamos en un edificio muy bonito, BIC, y creo que contentos por contar con él aunque es evidente que le falta operatividad como centro docente universitario. Requiere bastante mantenimiento por su antigüedad, pero conjuntamente con el vicerrectorado de infraestructuras actuamos para que esté en las condiciones más idóneas.

-El origen de la facultad que diriges está en el mítico CUR. Desde entonces ha llovido mucho. La facultad ha evolucionado. Se han impartido titulaciones que ya no están, otras se han incorporado. ¿Cómo ve el horizonte Juan José de la Vega? ¿hacía donde crees que va ir este centro?

-Si, desde la creación de la Universidad, en 1993, el centro ha ido cambiando de denominación y en relación a las titulaciones que se han impartido en él. Hemos pasado de Ciencias Sociales y Jurídicas, Ciencias Empresariales y Derecho, Ciencias Empresariales y ahora Ciencias Empresariales y Turismo.

En Facultad de Empresariales y Turismo hay un importante catálogo de titulaciones.

-Nuestro catálogo de títulos está integrado por tres grados, el de Administración y Dirección de Empresas (ADE), el de Finanzas y Contabilidad (FICO), y el de Turismo; cuatro dobles grados ADE-FICO, ADE-Turismo, y la última incorporación, el de ADE-Derecho. Este realizado conjuntamente con la Facultad de Derecho.

-En postgrado tenemos tres masters oficiales, el de dirección de empresas turísticas, el de economía, finanzas y computación, y el de economía y desarrollo territorial. Tenemos un proyecto de master referente a la logística del Puerto, que se incorporará en breve a nuestro mapa de titulaciones. También estamos estudiando un doble grado entre ADE e Informática, en conexión con algo que está muy de moda que es el big data.

-El problema que tiene la universidad en general y nuestra facultad en particular, que es endémico de todas las universidades, es una cierta lentitud de adaptación a las demandas del sistema productivo. Hay que avanzar en el feedback del sector productivo sobre lo que les llega de nuestros egresados. Tenemos que reconocer lo complejo y laborioso que resulta el diseño, aprobación e implementación de los planes de estudios, lo que dificulta nuestra capacidad de adaptación a la evolución de la economía y los sistemas empresariales.

La Facultad de la Merced es en Huelva una de las más tradicionales. En la foto, sus tunos.

-Existe una notable diferencia con el sector productivo en este sentido. Basta observar la crisis del covid la dinámica de adaptación que ha conseguido en las empresas. Han cambiado productos y procesos para afrontar la nueva realidad. Y en algunos casos de forma verdaderamente drástica. Hay que hacer lo posible por avanzar por nuestra parte en esta situación.

-En nuestro decanato estamos abiertos a estudiar la incorporación de titulaciones que faciliten el acceso al mercado de trabajo de los estudiantes. Hay que revertir una situación tan dramática como que somos el país de Europa con mayor tasa de paro juvenil. Estamos muy lejos de la media europea. Sinceramente, a mí como docente, y ahora como decano, me daría mucha pena estar lanzando egresados al mercado y verlos que, después del esfuerzo desplegado en la carrera, se encontraran sin un resultado en términos laborales y de desarrollo profesional. Sería interesante crear mecanismos de adaptación rápida en nuestras titulaciones para resolver este problema.

-La Facultad que dirige Juan José de la Vega tiene varios dobles grados. ¿No crees que la existencia de estos dobles grados en alguna medida devalúa a los grados simples, tradicionales?

-Hay unos datos que quizá puedan responder a esta cuestión. En el curso 2020-2021 hemos tenido 1.094 alumnos matriculados. De ellos, el grado de ADE (Administración de Empresas) lidera la matriculación con 351 alumnos; el grado de FICO (Finanzas y Contabilidad) tiene 102; y el de Turismo, 150. El doble grado de ADE+Turismo tiene 92; el de ADE+FICO, que quizá pudiese ir en detrimento del grado ADE, tiene 328. En estos momentos se está trabajando en una reforma de los dobles grados y no sabemos como quedará el tema. En mi opinión creo que no se produce una colisión, sino que el doble grado lo que hace es ampliar la oferta.

-Lo que si es cierto es que la Junta de Andalucía, y yo no estoy de acuerdo, a la hora de plantearse la continuidad de una titulación, no computa los alumnos de nuevo ingreso para las titulaciones dobles. Esta es una cuestión que el nuevo director general de universidades, nuestro compañero Juan José García Machado, tendrá como una cuestión a resolver, y no me gustaría estar en su papel.

-Al respecto también de las dobles titulaciones, he de comentar que la reciente de ADE-Derecho, que en este curso ha tenido más de setenta alumnos, habiendo limitado la matrícula, la idea es que termine impartiéndose en un solo centro.

El profesor de la Vega podría haber sido policía.

-Cambiando de tema, ¿Porqué estudiaste Ciencias Empresariales?

-Yo procedo de una familia muy vinculada al Derecho. Mi padre ejerció como abogado durante muchos años. Mi hermano estudió Derecho también y estuvo ejerciendo un tiempo y luego ha desarrollado su carrera en la empresa privada. Yo parece que soy -sonríe- la «oveja negra» de la familia y, aunque me encanta el Derecho, la verdad es que una vez que terminé COU me tiraba bastante el mundo de la policía.

Me planteé presentarme a unas oposiciones del Cuerpo Superior de Policía. Sin embargo, ese año coincidió en que no había oferta de plazas y yo pensé que no podía esperar a seguir con mi vida pendiente de que se ofertaran. Entonces me decanté. De las titulaciones que se ofertaban aquí la que más me atraía era la de Empresariales, que se impartía en el Colegio Universitario de La Rábida. El primer ciclo en Huelva, como sabes, y el segundo en Sevilla. La verdad es que yo no tenía ningún interés en moverme de Huelva, como si mis hijos. Y por eso hice esta carrera y aquí. Me alegro mucho de la decisión que tomé, creo que acerté.

-Es curioso, porque en torno a tu promoción hay varios notables profesionales que llegaron a estudiar esa titulación como una especie de segunda opción, como es tu caso. Y sin embargo, como es tu caso también, han triunfado de forma evidente.

-¿Profesor referente para Juan José de la Vega?

-Son muchos los que recuerdo como buenos profesores. Pero voy a decantarme por una profesora, que sigue en activo y es por tanto compañera. Ella estudió en nuestro centro y nada más terminó la «ficharon» para impartir docencia en el CUR. Creo que es una profesora dedicada 100% a la universidad y para mí es un modelo de trabajo. Una profesora exigente consigo misma y también con los alumnos. Por esto último hay alumnos que la adoran y otros para los que no es santo de su devoción. Me refiero a la profesora Pilar Martín Zamora.

-¿Por qué te dedicaste a la universidad?

-Terminé la carrera y tenía pendiente el servicio militar. En junio del 89 acabé los estudios y en agosto traté de comenzar a trabajar en una entidad financiera. En la entrevista me preguntaron por el servicio militar y me dijeron que hasta que no lo tuviese cumplido no podía incorporarme. Me fui a la Mili en enero de 1990. Finalicé un año después, en una época difícil, una de las crisis del petróleo.

-Ya entonces esa oferta de la entidad financiera no estaba sobre la mesa, y empecé a trabajar en una inmobiliaria constructora, llevando su administración. Durante ese periodo compatibilicé el desempeño con la impartición de algunos cursos de formación de la Junta de Andalucía. No me desagradó nada en absoluto, y también no veía claro el devenir de la empresa en la que estaba, por lo que me planteé cambiar de sector.

-Empecé haciendo unas sustituciones en el departamento de Dirección de Empresas y Marketing, concretamente una baja maternal de la profesora Asunción Grávalos (curiosamente predecesora en mi cargo actual). Me gustó la experiencia, y en 1994, el departamento en el que estoy actualmente, Economía Financiera y Contabilidad, sacó una plaza a concurso de méritos, me presenté y la gané. Y ahí comenzó mi definitiva carrera docente universitaria.

-Antes de irme a cumplir el servicio militar también tuve la oportunidad de dar unas clases en Riotinto, con las que me gané unas «perrillas» para la Mili. Admito que me gustó, pero es curioso como la vida te lleva, porque no me había planteado entonces ser profesor universitario. Y aquí estoy y espero seguir.

-Ortigueira, director del CUR cuando estabas de alumno, a principio de curso a los estudiantes de primero los recibía asegurándoles que al finalizar la carrera tendrían trabajo. Ahora, como decano, ¿cómo lo ve Juan José de la Vega?

-Se ríe- Ojalá ahora pudiese hacer lo mismo que Ortigueira. Lamentablemente no podrá ser así porque las cosas han cambiado. Juan José de la Vega los recibirá y les dará su más sincera bienvenida y les expresará las bondades de nuestras carreras. Pero por desgracia la realidad del paro laboral en los jóvenes titulados es un handicap con el que hay que contar y tratar de superarlo. Antes el sector financiero absorbía gran parte de los egresados de la Facultad de Empresariales. Ahora las reestructuraciones y las nuevas tecnologías han ido reduciendo esta capacidad. Esta situación es verdad que aboca en muchos casos a los estudiantes a tener que salir fuera de Huelva a trabajar. Creo, no obstante, que realizamos una muy buena formación que abre muchas posibilidades laborales, aún en este contexto complejo.

-¿Cómo está el nivel de nuestra Facultad?

-Creo que estamos en línea similar a otras. Lo que si creo es que en general, voy a ser políticamente incorrecto, nuestro sistema educativo es cada vez menos exigente con el alumno. Los políticos, independientemente de su signo, deberían ponerse de acuerdo y establecer una ley educativa que perdure en el tiempo. Los continuos vaivenes educativos desconciertan a los profesores y a los alumnos. Mi percepción, como docente, no hablo como decano es que, cada vez más, el alumno que entra nuevo en la Facultad viene más acostumbrado a la ley del mínimo esfuerzo. Esta dinámica deberíamos cambiarla.

-¿Podemos sacar algo positivo de esta etapa pandémica, tan convulsa e inesperada?

-Aunque parezca mentira, si. Esta entrada tan repentina y forzada al mundo de la docencia on-line creo que ha tenido un efecto positivo. De hecho hay muchos compañeros, y también estudiantes, que está encantados con esta modalidad. Nos ha permitido acceder a un mundo de las tecnologías de la comunicación que antes estaban ahí, pero no en gran medida utilizadas. Pensábamos al principio del confinamiento que iba a ser algo muy transitorio, quizá unas semanas. Al final llegó para quedarse y el tiempo ha permitido la adaptación, tanto de los alumnos como de los profesores. Y me parece muy compatible con la docencia presencial.

-¿Cuáles son las ilusiones de Juan José de la Vega, tanto profesionales como personales?

-Ya voy teniendo una edad -sonríe- y quizá ya veo más cerca mi etapa de jubilación, aunque esta va legalmente progresivamente retrasándose. Pero como creo que los profesores podemos desarrollar nuestra labor hasta los setenta años, si me encuentro físicamente bien no tengo ningún inconveniente en seguir como profesor e investigador el mayor número de años. Seguiré impartiendo docencia en mis asignaturas y quizá también en Contabilidad.

-A medio plazo, en principio, me veo como decano para un solo mandato. como tal intentaré que nuestro centro sea de referencia dentro de la Onubense e incrementar el número de empresas colaboradoras para realizar prácticas los alumnos. Desde aquí hago un llamamiento en ese sentido al sector empresarial, tanto en relación a la Universidad de Huelva en general como a nuestra facultad en particular. También me he marcado un objetivo relativo a la exención de los egresados en FICO y ADE, respecto a una serie de pruebas teóricas para el acceso al Registro Oficial de Auditores de Cuentas. Así mismo, algo similar nos planteamos para la CNMV en relación a la acreditación para asesoramiento en inversiones financieras.

-A título personal… sentirme a gusto con lo que hago. Que el sistema no «me queme» y no llegue a decir que haya podido conmigo. Que los alumnos que reciben mis clases se sientan a gusto y que realmente yo vea que lo que hago tiene un sentido.

Muchas gracias, Juan José, y mucha suerte.

 

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