RFB. La ingeniería, las ingenierías forman parte sustancial de la oferta académica de la Universidad de Huelva. Salvador Pérez Litrán comanda la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de la Onubense. Lo hace desde hace poco, tan solo diciembre del año pasado.
Y ha llegado, como es natural, con la mayor ilusión del mundo. Pero hablando con él no parece que esta pueda ser pasajera, sino asentada como lo ha hecho el propio Salvador en una Huelva a la que arribó hace treinta y cuatro años y en la que ha fijado amarras, según afirma, para siempre.
Salvador Pérez Litrán es nacido no obstante muy cerquita, en Sanlúcar de Barrameda, al igual que su mujer. La visitan con sus dos hijos onubenses en vacaciones y para ver a la familia. Todo empezó allí, estudiando Formación Profesional en Electricidad.
Siempre le había gustado eso de abrir los aparatos y comprobar su funcionamiento. Arreglar las averías y satisfacer de camino la curiosidad por la tecnología. Por eso estudió inicialmente Electricidad.
Y luego, como no existen las casualidades -aunque a ellas atribuya el profesor Pérez Litrán en cierta medida su devenir-, un docente que tuvo entonces en la localidad gaditana, de Huelva, le animó a seguir progresando académicamente y, además, a hacerlo en Huelva.
Esta recomendación, acertada a todas luces, marcó su vida y su profesión, que ha ido alcanzando metas y que hoy lo sitúan como Profesor Titular de Universidad en Ingeniería Eléctrica, director de la Escuela y miembro del Consejo Social de la Universidad Onubense.
Cuando terminó sus estudios, no obstante, empezó a trabajar en una empresa hortofrutícola. Al poco tiempo surgió una oportunidad con una convocatoria de plaza de ayudante de EU a la que se presentó. Obtuvo la plaza y desde entonces su carrera profesional ha sido universitaria, lo que le hace feliz.
Salvador, más allá de sus virtudes académicas, tiene cara de buena gente. Y eso se tiene o no, pero es que además su amabilidad refuerza la sensación. Y transmite serenidad y confianza sobre lo que tiene entre manos. Da la sensación de que es de los que trabajan duro tras las bambalinas, con generosidad y sin aspavientos y, sin pretenderlo, resulta imprescindible.
Preguntado por la distinción entre director y decano, así como Escuela Superior y Facultad, nos dice que la ingeniería como titulación universitaria es relativamente reciente. Lo que existían eran escuelas, escuelas técnicas que, a finales del siglo XVIII no pertenecían a la universidad como tales. Una vez que se integraron mantuvieron ese distintivo en su nomenclatura. Escuelas en vez de facultades y directores en vez de decanos.
Resalta respecto a la ETSI de Huelva que cuentan con un catálogo muy importante de ingenierías.
‘Las ingenierías clásicas y básicas las tenemos. Contamos con nueve grados actualmente, que cubren los ámbitos industriales, agrícolas, forestales y de minas. Son titulaciones muy tradicionales en nuestra provincia, de nuestra economía‘. Esperemos que en un futuro no muy lejano, habiendo titulaciones nuevas, puedan también integrarse en nuestra escuela’.
Hablamos sobre la relevancia que tiene esta escuela en el conjunto de las escuelas del país y que nivel podemos atribuirle en relación a las demás. En los rankings que se publican todos los años -nos dice-, en particular en Andalucía, estamos bastante bien posicionados.
Hay que tener en cuenta que en términos absolutos la onubense es una universidad pequeña. No podemos pretender aspirar al mismo número de alumnos de universidades de provincias con poblaciones mucho mayores. Respecto a la calidad estamos al mismo nivel que cualquier otra. Nuestros profesores se tienen que acreditar de la misma forma que los de otras. El sistema es el mismo que en Sevilla, Málaga o Madrid, con lo que se entiende esa homogeneidad en términos de calidad.
Recuerda Salvador Pérez Litrán que en investigación competimos a nivel nacional, con el resto de las universidades por igual. En docencia nuestros programas, contenidos y niveles de profundidad son similares a otros centros formativos.
Según el profesor Pérez Litrán, cada escuela tiene su particularidad. La de Huelva, al igual que el conjunto de su universidad, tiene por gran ventaja la cercanía. Esa docencia cercana, relación próxima profesor-alumno, gracias a las reducida dimensión que tenemos. Suelen ser grupos pequeños y esto es muy bueno para la docencia. Esto quizá nuestros alumnos no lo valoren en su justa medida. Quienes si lo hacen son los de fuera que llegan, los erasmus o los sicue, por ejemplo.
Ahora, además y a nivel material, ‘nos encontramos en un nuevo edificio. Laboratorios nuevos dotados con modernos equipamientos. En este aspecto somos en Andalucía de las más avanzadas, sin duda‘ -añade-.
En la conversación vamos cambiando de tema de forma un poco desordenada, y Salvador Pérez Litrán nos atiende con paciente consideración.
–¿Qué relación tiene la ETSI con la facultad de Experimentales?
-Bueno, hay departamentos con sede en la ETSI y otros en Experimentales que gran parte de sus profesores imparten en el otro centro o en ambos. Hay incluso algún doble grado compartido, como el Forestal y Ciencias Ambientales. Relación con otras facultades tenemos, obviamente, y si, en particular con la de Experimentales. Somos casi una familia, nos conocemos todos.
–¿Porqué estudió ingeniería?
-Yo siempre tenía esa inquietud y curiosidad por todo lo tecnológico. Había en casa algún cacharro estropeado y era muy típico eso de desmontarlo y tratar de arreglarlo. Preguntarme por el funcionamiento de los aparatos era algo permanente. Luego también es una cuestión de suerte. Empecé en Formación Profesional en Electricidad. Me gustaba y cuando terminé me planteé si ponerme a trabajar, pero afortunadamente me concedieron una beca que me permitía vivir fuera y seguir estudiando. Y acerté porque es lo que me gusta y quiero seguir haciendo.
-¿Y porqué se dedicó a la universidad?
-Otro cruce de caminos en el que salí por el mejor. En un momento determinado estás ¿a ver, por donde cojo? La verdad es que me dediqué por casualidad. Terminé en 1989 la ingeniería técnica industrial -especialidad electricidad- y empecé a trabajar en una empresa del sector hortofrutícola. Y casualmente salió una plaza de ayudante de Escuela Universitaria en esta escuela, que dependía entonces de la Universidad de Sevilla. Me presenté y resulté elegido y desde entonces he desarrollado mi carrera profesional en el ámbito académico.
-¿A quién considera, como alumno, su mejor docente?
-Tengo buenos recuerdos y algunos son todavía compañeros también. Me marcó mucho y eso hizo también inclinarme por la docencia un compañero -así mismo impartió en la universidad- que fue profesor mío en Formación Profesional. Además es de Huelva y es bastante conocido. Vine a Huelva por él. Me aconsejo, y muy bien por cierto.
-Hablo de José Antonio González Losada. El impartía Formación Profesional en Sanlúcar de Barrameda, de donde yo soy natural, y una vez que terminé fue el que me animó a que continuara estudiando. Incluso fue el que me hizo ver que esto de la enseñanza me podía gustar. Me gusta la parte técnico-profesional, pero la docencia te produce muchas satisfacciones. Es el que más me ha influido.
-Un buen profesor universitario tiene que conjugar la docencia y la investigación. Respecto a lo primero un buen profesor no solo tiene que proporcionar adecuados contenidos, sino también es la forma en como se transmiten esos contenidos.
-Para estos contenidos también es muy importante precisamente la investigación. Lo ideal es que el profesor propicie, con esa docencia e investigación, que el alumno pueda desarrollar sus habilidades en esa ingeniería. Solo acceder a unos contenidos no asegura el cumplimiento de los objetivos del alumno. Hace falta algo más, ese incentivo, esa motivación por parte del profesor, que posibilite el atractivo de la materia para el alumno.
-¿Como ve a nuestra universidad, en su conjunto?
-De la universidad de Huelva me gusta que sea tan pequeña. Yo soy de pueblo, y me encanta conocer a la gente, que todos casi nos conozcamos, la familiaridad. Es una universidad de alguna manera muy entrañable, muy cercana. Creo que se está posicionando de manera clara y muy bien dentro de las universidades españolas.
-Quizá nos falta la tradición de otras pero llegaremos a lo más alto porque hay ganas de trabajar y gente muy dedicada.
-¿Las ingenierías pueden conectarse con las humanidades?
-Si, perfectamente. Lo de ingenieros sabemos que viene de ingenio. Lo que pasa es que esta siempre ha sido una formación donde lo que se pretende es aplicar ese ingenio para hacer la vida más fácil a las personas. Y con ese ingenio las humanidades, el arte, están relacionados. Una parte del diseño está muy relacionado con factores psicológicos y humanísticos.
-¿Cómo están las salidas profesionales en Huelva para los egresados de la ETSI?
-Una de las cuestiones que nos ocupan es que haya más alumnos que, una vez acabada la carrera, quieran seguir los estudios a nivel de master, con vista a la tesis doctoral y trabajar en la investigación. Lo que ocurre es precisamente que antes de acabar el master, incluso, la mayoría de los alumnos están trabajando, de modo que no culminan esa vía para la investigación. Hace pocos días estuvimos en una empresa que necesitaba diez o doce ingenieros y tenía muchas dificultades para encontrarlos en el mercado. Eso da una idea de la laboralidad de las ingenierías.
-¿Valores a transmitir a los alumnos?
-La capacidad de trabajo. Le comento a mis alumnos que el ser estudiante es el trabajo ideal. Trabajas sin jefe, te organizas el trabajo como deseas y trabajas para ti. Es un escenario proclive al que solo hay que poner la capacidad de trabajo de cada uno para alcanzar las metas. Se trata de transmitir a los alumnos el que sean capaces, una vez fuera, de afrontar los problemas y solucionarlos. Esto siendo conscientes de que no todo puede aprenderse en la universidad. Tenemos que transmitir que lo importante son las metas y para alcanzarlas el trabajo y las ganas de aprender.
-¿Viene mucha gente de fuera a estudiar ingenierías?
-Si. Es una provincia pequeña y tenemos bastantes alumnos de las provincias cercanas.
-Ha tenido oportunidad de cambiar de universidad y no quiere dejar la UHU. Continuará en Huelva. Como ciudad y provincia tienen muchas cosas muy atrayentes. Si viene alguien de fuera no es difícil que termine quedándose por aquí.
-¿Cuales son sus metas a la vista?
-Una de las metas es dar más a conocer la Escuela a Huelva y su provincia. Tenemos unas instalaciones magníficas. Un edificio para enseñarlo. y un equipamiento para enseñarlo también. Abrir las puertas de la Escuela, que la gente nos visite. Realizar actividades para que la gente nos visite y nos conozcan.
-Es probable también que actuemos encaminados a aumentar el número de titulaciones en la Escuela.
Gracias, profesor. Y enhorabuena por sus logros.