Ficha técnica. Plaza de Toros de “La Merced” con tres cuartos de entrada, en tarde calurosa, se lidiaron toros de Jandilla, justos de presentación, nobles pero descastados, y faltos de fuerza, para:
José Antonio “Morante de la Puebla”, estocada al encuentro, oreja; estocada y ocho descabellos, ovación tras dos avisos.
Miguel Ángel Perera, estocada baja, ovación con saludos; dos pinchazos y estocada caída, ovación con saludos.
Alejandro Talavante, estocada, oreja; estocada caída y descabello, ovación.
Se desmonteran Juan Sierra y Guillermo Barbero en el segundo, Antonio Jiménez “Lili” y Sánchez Araujo en el cuarto, y “Joselito” Gutiérrez y Guillermo Barbero en el quinto.
Carlos Arroyo. La corrida de toros del prestigioso hierro de Jandilla defraudó, aunque no puso en problemas a los matadores. Hubo seis simulacros de suerte de varas, cuestión ésta que nos tendríamos que plantear todas las partes, porque al menos hay que hacerlo bien. Llegaron nobles a las muletas, pero sosos, sin ninguna emoción, y a los toreros le costaba un mundo que siguieran los engaños. Poco celo, poca casta, poco de casi todo, la corrida de Jandilla.
Morante ha estado muy dispuesto toda la tarde. Los saludos capoteros a ambos oponentes tuvieron destellos, con dos medias de empaque y categoría, pero no llegó a altos vuelos, como el sevillano nos tiene acostumbrados. Quita al primero por chicuelinas, pero el toro es soso. En la faena de muleta, el trasteo es limpio, pero sin arrebato. El sevillano no necesita mucho toro porque compone tan bien, es tan estético, con esa suavidad cuando el toreo se convierte en caricia. Pero hasta este toro se le queda corto a Morante. Lo mata de estocada al encuentro, cortando un apéndice.
El cuarto duró algo más. Saca al toro a los medios con pinturería, con pases de la casa, como el molinete abelmontado. Pasa el torero al toro en redondo con pulcritud, pero es por pitón izquierdo en una serie de naturales cuando sale el toreo inspirado, cuando brota del torero para impregnarse en la memoria del aficionado. Remata con pases a media altura, meciendo al toro. Se tira a matar cuando ya suena el primer aviso, pero se demora el toro al caer, a pesar de tener una gran estocada. Con el verduguillo no encuentra el sitio, y pierde los trofeos, que podían ser dos, no pudiendo, por tanto, abrir la puerta grande.
Recibe Perera a su primer toro con los pies juntos, terminando en el centro del ruedo, con tafalleras y gaoneras. El toro, sin picar, llega mermado al último tercio. El extremeño comienza la faena sin apretar mucho al toro, toreando a media altura. El toro se va viniendo a menos, hasta que se para, y el diestro se mete entre los pitones. La defectuosa estocada, priva al diestro, de una oreja. Con su segundo toro, ocurre prácticamente lo mismo. No le permite el toro ni coger la mano izquierda, tras el comienzo habitual del pase cambiado, y dos series en redondo. Intenta el toreo encimista, pero el toro no tiene nada dentro, por lo que se decide a coger la espada. Pincha dos veces, antes de cobrar una estocada también baja. Resulta extraño las dificultades de Perera hoy con la espada, suerte en la que siempre ha sido muy seguro.
Pasan los primeros tercios del trasteo de Alejandro Talavante sin nada destacable. En la muleta, comienza por estatuarios en el centro del ruedo. El toro tiene más poder, algo más de emoción, y vienen los naturales de bella factura. El extremeño les exige mucho a los toros y tienen que tener mucha casta para aguantar el trasteo. Buenas series también por el derecho, aunque de nuevo hay más brillantez cuando vuelve a la siniestra. Lo mata de estocada entera en muy buen sitio, cortando una oreja. En el sitio se vio lo mejor de la tarde.
El toro aguanto mejor el trasteo, y hubo series del toreo de verdad, enroscando al toro en la cadera. Una serie por el pitón derecho a pies juntos, con enjundia, remata una buena faena, aunque como en todos los compañeros, el toro tiene poca emoción y, por eso, no hay clamor. La estocada defectuosa, trasera y caída, y el descabello, le impiden cortar la oreja, aunque hubo fuerte petición, el presidente no la concede. El torero es ovacionado.
1 comentario en «Dos orejas, trofeos de la segunda tarde de Colombinas»
Ya que el empresario decidió por su cuenta y riesgo, inventar la corridas sin picadores, como si fuesen novilladas para noveles, que elimine a los picadores y ajuste los precios de las entradas. Y ya esta bien de aplaudir el simulacro de tercio de varas. Exijamos toros que aguanten dos varas, y entonces si podremos aplaudir con fuerza.