Redacción. El centro provincial de evacuación puesto en marcha por la Junta en Huelva ha atendido a un total de 59 usuarios de residencias de personas mayores afectadas por Covid-19 desde el inicio de su actividad en noviembre.
La Delegación Territorial de Salud y Familias ha dado a conocer estos datos con el objetivo de destacar la importante labor que desarrolla este nuevo dispositivo como elemento de contención de la pandemia en los centros residenciales, y con el que se han ampliado los recursos asistenciales para hacer frente al coronavirus en la provincia onubense.
La finalidad concreta del centro de evacuación, ubicado en las instalaciones de la asociación Frater (Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad) en la capital, es prestar apoyo asistencial a residencias y otros centros sociosanitarios del mismo tipo que presenten dificultades estructurales para organizar adecuadamente los aislamientos ante la aparición de casos, exista falta de personal con vistas a desarrollar los cuidados o cuando se produzcan situaciones clínicas que puedan mejorarse evacuando a los residentes. A todos los efectos estos espacios de evacuación se consideran como una residencia más de cara a la activación de atención médica presencial.
Según ha explicado la delegada territorial del ramo, Manuela Caro, “su impacto en la provincia ha sido excelente, ya que no solo ha reducido la propagación de la enfermedad dentro de los centros residenciales, sino también las consecuencias en materia de morbimortalidad atribuibles a un brote”. “También ha sido un claro ejemplo de eficacia en los recursos al disminuir la necesidad de medicalización de las residencias afectadas”, ha añadido.
Desde el punto de vista funcional el centro de evacuación depende del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez, que ha asumido la contratación del personal sanitario, administrativo y de servicios y seguridad encargados de la atención a los usuarios, así como la dotación y equipamiento con el material clínico, aparataje electromédico e infraestructura informática necesaria para su puesta en funcionamiento. El Servicio de Medicina Interna del hospital realiza el seguimiento de los residentes ingresados.
A nivel de instalaciones el centro dispone de 25 habitaciones individuales con posibilidad de doblar esta cifra y aumentar hasta 50 el número de camas si la situación así lo requiriera. A lo que hay que añadir todos los recursos humanos y materiales para funcionar como un centro medicalizado 24 horas.
En su máximo pico de ocupación ha llegado a alcanzar la cifra de 33 personas ingresadas. Los 59 usuarios evacuados hasta el momento procedían de 10 residencias ubicadas en distintos puntos de la geografía onubense. Este dispositivo también se ha concebido en caso de ser necesario como centro de cuidados intermedios, destinado en este uso a pacientes que requieran atención sanitaria convencional y aislamiento, posibilitando así la reducción de la presión asistencial de los hospitales.
Medidas de protección de las residencias de mayores
Esta actuación se enmarca dentro de las diferentes medidas impulsadas por la Consejería de Salud y Familias en Huelva para mejorar, desde el comienzo de la pandemia, la protección de los centros residenciales de carácter sociosanitario, así como dar respuesta a sus necesidades en materia asistencial en este apartado, intensificando las labores de seguimiento habitual que ya se venían realizando con anterioridad por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en este tipo de instalaciones.
Entre estas acciones destaca también la creación de una red de enfermeras gestoras de casos que lleva a cabo tareas de vigilancia y seguimiento proactivo tanto de las personas institucionalizadas como de los trabajadores de los centros residenciales de forma ininterrumpida los siete días de la semana, a través de llamadas telefónicas y visitas. La labor de estas profesionales pertenecientes también al SAS se centra en atender, asesorar y colaborar en el cuidado de los problemas de salud de los residentes, a la vez que supervisar la aplicación de las medidas de prevención de la enfermedad, facilitando información sobre cuidados a pacientes en aislamiento, intervención durante el desarrollo de síntomas, trabajos de limpieza y desinfección y uso de equipos de protección en los trabajadores.
Otra de las medidas implementadas ha sido la constitución de equipos de refuerzo para la atención residencial formados por médicos y enfermeras de familia, que en turnos diarios prestan apoyo ante aquellas situaciones clínicas que lo precisan. En esta misma línea y dando un paso más, se procede a la medicalización de aquellas residencias en las que por la complejidad o condiciones clínicas de los casos es necesaria asistencia médica presencial y permanente.
Desde el SAS también se efectúa un programa de cribado del Covid-19 en los centros residenciales, consistente en la realización periódica de test diagnósticos para la detección precoz de casos en la totalidad de usuarios y profesionales.
E igualmente es reseñable la organización de cursos formativos con vistas a dotar al personal de conocimientos y herramientas prácticas para prevenir la transmisión de la enfermedad en estos espacios.