Redacción. Tras la vuelta a clase después de las vacaciones de Navidad, el sector de Educación del sindicato CSIF ha insistido nuevamente en la importancia de que los centros escolares cuenten con filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) o con dispositivos de purificación de aire portátiles para minimizar la probabilidad de contagios del Coronavirus por aerosoles. En plena ola de frío y con las bajas temperaturas que se están registrando, la central sindical ha recordado la necesidad de contar con medidas preventivas adicionales a la ventilación natural y a la utilización de mascarillas en las aulas.
El sindicato ya solicitó apoyo en su día (tras la primera bajada de temperaturas con el inicio del otoño) a la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía y a las administraciones locales para que los centros educativos pudieran contar con este tipo de dispositivos. En concreto, entonces se solicitó a los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de la Consejería de Educación que estudiaran -en virtud de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y los procedimientos y las guías dictadas por las autoridades sanitarias- las alternativas para la purificación del aire de las aulas, bien a través de filtros HEPA o bien con cualquier otra medida que evite tener que dar clases en condiciones ambientales indeseadas debido al frío.
La mayoría de los centros educativos continúa careciendo de este material; de hecho, en la provincia de Huelva tan sólo el ayuntamiento de Rociana del Condado ha mostrado interés en esta petición de CSIF. El sector provincial de Educación ha mantenido una reunión con el equipo de Gobierno municipal para informarle sobre esta propuesta.
“Se trata de evitar que las clases se desarrollen en condiciones no adecuadas que pongan en peligro la seguridad y la salud, tanto del profesorado como del alumnado, máxime cuando está demostrado científicamente el enorme riesgo que existe de contagio por aerosoles del Sars CoV-2”, ha insistido CSIF, que entiende que sería útil también en los centros la utilización de medidores de CO2, “que si bien no detectan la presencia del virus, sí sirven para determinar la calidad del aire en un espacio cerrado, y por lo tanto, las necesidades concretas de ventilación en un momento determinado”.
Antigüedad de muchos centros escolares
En el marco de la supervisión y el seguimiento que la central sindical realiza a las medidas preventivas anti Covid-19 en los centros educativos, CSIF insiste en que es esencial que las medidas adoptadas se revisen en función de la evolución de la pandemia y del conocimiento del virus y recuerda que existen muchos centros que, debido a la antigüedad de su construcción, no cumplen ninguna normativa en relación con la ventilación.
“La vuelta a las aulas después del paréntesis vacacional, unida a las bajas temperaturas que se están pueden ser una pésima combinación, y lo que menos deseamos ahora es que se produzcan brotes en los centros educativos, por lo que entendemos que se deben extremar las precauciones y tomar medidas complementarias como las que proponemos”, ha concluido la central sindical.