Los centros deportivos, ahogados por las limitaciones, exigen ser «esenciales» por su rango de «vacuna natural»

Fran Oliva. «Entrenar libera hospitales», «no somos el problema, somos la solución», «somos un servicio esencial» o «deporte es igual a salud».

Esto fueron las consignas que vieron el pasado sábado en la concentración de los centros deportivos en la Plaza de La Constitución de Huelva capital. En esta, alzaron la voz con el fin de conseguir la consideración de «servicio esencial» para poder ampliar su horario de apertura. «Nos parece una injusticia porque nos tienen metido dentro del ocio y nosotros estamos y sabemos que somos esencial, más de salud que de ocio», es la principal queja de los representantes del sector. 


Festival de Cine de Huelva

RESTRICCIONES HORARIAS

Con las medidas decretadas por la Junta de Andalucía desde el 10 de Noviembre, los centros deportivos entran en la categoría de «no esencial». Así, tienen que cerrar a las 18:00 de la tarde, ocasionándoles un gran perjuicio económico. En una ciudad como Huelva, la mayoría de usuarios de centros deportivos suelen ir por la tarde. Así nos lo relata Manuel Macías, gerente de Quality Fitness, detallando que «en mi caso, cerca del 75-80% de los usuarios venían a partir de las seis de la tarde y es cuando hay que cerrar. Vienen por la tarde porque trabajan y hacen deporte después del trabajo en su tiempo libre, cuando pueden disfrutar del entrenamiento».

Puntualiza Macías que ve desconocimiento en los políticos porque «si mantienen estos negocios hasta las seis, cuando los usuarios van a ser casi los mismos, van a haber mas aglomeraciones porque no se pueden distribuir en más horas ya que abran más clientes en horas que antes no tenia tantos. Ahora vienen muchos clientes en pocas horas y tenemos que cortar incluso el aforo para que en los centros se mantenga la distancia de seguridad a la hora de entrenar. Es un problema para todos».


Puerto de Huelva

Una paradoja que ratifica Concepción Pérez, copropietaria del Rocódromo Cimax-Climbing. «Te perjudica económicamente pero también ha hecho que a ciertas horas, en las que antes no iba nadie, se esté dando un numero grande de personas. Antes estaba los clientes repartidos temporalmente y ahora se están concentrando. Hay mas aforo y estamos controlando con medidas de seguridad pero tampoco interesa mucha porque hay más concentración de gente».

Jose Manuel Liáñez, gerente de Golfitness, es uno de los promotores de la manifestación del pasado sábado. Él reconoce que las restricciones horaria no le afecta porque «desde hace 11 años, hago mis entrenamientos al aire libre y más ahora. Mi centro está en el Colombino, a cien metros del Paseo de la Ría. Encima tengo delante del centro una plazoleta con mucho espacio. El que venga de un centro entre cuatro paredes y tenga desconfianza, se puede venir conmigo. Estoy abierto desde las 07:00 hasta las 22:00, como siempre».

Aunque habla «en representación del gremio» y «empatiza con los compañeros por su situación de tener sus instalaciones entre cuatro paredes», aclara que «a muchos les pido fortalecer la creatividad y salir al aire libre». Comenta Liáñez que «en mi caso, tampoco utilizamos materiales compartidos y cada uno tiene su material. Cada uno esta con su mascarilla incluso aunque pueda quitársela porque esta alejado. No lo permito. He doblado la seguridad por encima de la ley. Ahí creo que esta la clave de que un deportista pueda seguir haciendo deporte, el entrenar tranquilo. Cuando se extrema las precauciones, el deportista está tranquilo y es muy probable que no se vaya».

Aunque el caso de Golfitness es muy particular. Así lo comenta Raúl Marchena, Fitness Manager de O2 Centro Wellness, que desvela que «nosotros, cuando se planea esta restricción y horario, hacemos lectura de los usuarios que tenemos y los horarios de entrada y salida. El 70-75% de los usuarios entraban a partir de las cinco de la tarde. Eso hace que la primera lectura de estas restricciones sean catastróficas«.

Prosigue afirmando que «se están dando de bajas usuarios pero no tanto cómo pensamos. Con el horario que hemos planteado, hemos intentado llegar a toda la gente y encima hay otros que están esperando a ver como evoluciona la situación. Esta claro que si se alarga, perjudicará mucho. Hay mucha gente que no puede ir al gimnasio antes de las seis por sus trabajos, horarios, rutinas diarias. Eso afecta muchísimo a todos los centros por el perfil de cliente porque en Huelva, la mayoría de clientes van a los gimnasios por la tarde».

AGRAVAMIENTO DE LA CRISIS DEL SECTOR

La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID) establece que el sector ha perdido más de un 50% de su facturación este año. Así lo detalla el estudio Impacto COVID-19 en Instalaciones Deportivas’.

Este, realizado por la consultora Valgo en colaboración con el grupo de investigación GISDORAS de la Universidad de Sevilla, eleva las perdidas hasta los 1.246 millones de euros por la pandemia. Cada centro fitness tendrá de media un 53% menos de facturación con respecto a 2019. Unas estimaciones que empeoran un 10% las realizadas en mayo de este año.

Algo que ratifica Concepción Pérez. «Económicamente, de seis a nueve de la noche, se está notando. La mayor afluencia de clientes se daba en esas horas y, por ende, la mayor parte de los ingresos. La mayoría de usuarios iban al centro en esas horas y ya no pueden y se nota. Hemos salvado la escuela de escalada de «peques» que es hasta las seis de la tarde pero la escuela para adultos, que era después de las seis de la tarde, la hemos tenido que adaptar a los fines de semana pero todo el mundo no puede». Sensaciones a las que pone cifras. «Podemos arrastrar perdidas de un 50% respecto a los últimos meses. La actividad fuerte nuestra era por la tarde mientras que por la mañana, aunque vienen clientes, es algo aislado. Nuestro grueso era por la tarde y se está perdiendo»

Cifras similares, también, en el caso de Manuel Macías. «Estamos teniendo perdidas constantemente. La facturación ha caído entre un 50-60% y los incrementos de gastos son mayores porque intentamos convertir al centro en biosanitario por el bien del usuario. Tampoco tenemos muchas ayudas por parte de las administraciones porque cuando te obligan a cerrar, por lo menos tendríamos que tener una serie de ayudas para respirar. Ahora mismo, la lucha diaria del sector es intentar mantenerse y aguantar lo máximo posible».

‘MAS PALOS EN LAS RUEDAS’

Esto se suma a varios meses complicados para el sector en el que la lucha era mantenerse en pie. «Desde que abrimos en Junio, las restricciones nos condicionan. También influye la visión de los clientes, algunos con inseguridad aún. En O2, por ejemplo, las mañanas, en las que antes habían muchas personas mayores, no hay tanta gente porque los mayores no van. Ha habido una bajada enorme. Por la tarde no se notaba tanto antes pero si nos cortan ahora, imagínate», comenta Raúl Marchena.

En la misma linea va Concepción Pérez. «Desde el principio pusimos el aforo reducido, por debajo del 40% del permitido. Después reforzamos la desinfección y entrenamos con mascarilla porque la escalada, al no ser un deporte de alta intensidad, vimos conveniente llevarlas. Habilitamos una zona exterior para entrenar al aire libre y descongestionar el interior. Todo eso conllevó una inversión para que todo funcionase de forma segura».

Y es que «desde el 15 de Marzo estamos lastrados. De cara al verano, perdimos la ‘operación bikini’ donde hay mucha demanda a nivel estético. Esa nos la hemos saltado por el confinamiento. También nos hemos saltado Septiembre con la vuelta al cole. Espero que en Enero, esto pase ya y aprovechar el tirón de ese mes. Llevamos arrastrando varios picos de demanda que no hemos podido aprovechar», reflexiona Jose Manuel Liañez que aprovecha para pedir que «no nos consideren un articulo de lujo. Somos salud y esencial porque no somos el problema, somos la solución. Todo el tiempo que se dedica al deporte, es ahorro para el Estado en Sanidad. La reducción el IVA sería otra petición».

Mantenerse con una inversión en los centros deportivos que corre el riesgo de perderse. «La mayoría de los centros, casi todos, hemos hecho un esfuerzo para acondicionarnos como centros biosanitarios seguros. Hemos puesto dispensadores por todos lados para que los clientes se laven las manos. Se exigen a los usuarios limpiar las maquinas. Medidas que conlleva mucho gasto de papel, hidroalcohol, líquido desinfectante. Incluso muchos centros han comprado maquinas de ozono para renovar el aire. Muchos gastos para mirar por el bien del cliente y cuando haces estos gastos y te vuelven con las mismas, nos afectan muchísimo», comenta Manuel Macías.

Pero parte del sector entiende que detrás de esto hay un intento de dejación de funciones del Gobierno. «Los socios son los que hacen que hayan dinero en el centro y si se dan de baja alguno y hay menos, se pierde. Todos estamos perdiendo. La idea de esto, entiendo, es no cerrar para no tener que invertir. Para los Gobiernos, no obligar a los negocios a cerrar es como lavarse las manos, no dar ayudas. Es como que te dan unas condiciones para abrir y tu te buscas la vida. Y si ves las condiciones, es muy complicado», opina Marchena. 

EL EJERCICIO, UN ALIADO Y «VACUNA» CONTRA LA COVID

Además, a esto se le suma la concepción creciente del ejercito como aliado en la lucha contra la COVID. Según el catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid, Alfredo Corell, “el sistema inmunitario tiene un papel de defensa frente a cualquier infección, ya sea por virus, bacterias, hongos o parásitos”.

Y la relación entre ejercicio y sistema inmunológico es, cada vez, más evidente. La Sociedad Española de Inmunología ha descubierto que «la actividad física moderada –tres o cuatro días a la semana, 30 minutos, 65% frecuencia cardíaca, en términos generales-, tiene un efecto inmunopotenciador. Esto se da al segregar betaendorfinas (hormona que favorece al sistema inmune), liberar glóbulos blancos en la médula ósea y reducir la cantidad de cortisol. Esta hormona, asociada al estrés, es un inmunosupresor.

Tónica que se confirma en otros estudios. El ejercicio es beneficioso para reducir el impacto del síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA). Esta afección, según datos de la Universidad de Virginia, afecta del 3% al 17% de los pacientes con COVID-19, pudiendo ser fatal en el 45% de los casos más graves.

Relacionado con este asunto, el doctor Juan de Dios Beas, especialista en medicina del deporte y asesor de calidad de Clínicas Beiman, detalla que el ejercicio moderado “permite que las secreciones del pulmón se muevan y expulsen mejor al potenciar la ventilación, el movimiento pulmonar y la fuerza de la musculatura respiratoria. Este mecanismo también protege contra las infecciones”.

Datos a los que añade Liañez dos nuevos indicadores para defender las reclamaciones del sector. «Según un estudio de ‘Browner’, de ‘Mayo Clinic Proceedings’, de la población contagiada, si se esta en forma. hay un 20% de posibilidades de ingresar en un hospital. Por su parte, si no se está en forma, es de un 80%. Evidentemente, no es lo mismo pasar el contagio en tu casa que en el hospital porque se están saturando. Es una de las razones por la que indicamos que somos parte de la solución y no del problema. Otro indicador que muestra esto lo da el CCAES que indica que, a fecha del 30 de Octubre, solo un 0,34% de los contagios se produce en las actividades deportivas«.

Prosigue afirmando que «los centros somos lugares seguros porque protocolamos todos con mascarilla, distancia de seguridad e indicaciones y asumimos todas las medidas de prevención de riesgos pero no podemos estar sujetos a que seamos una actividad vulnerable y no esencial. Creemos que lo esencial es cuidar nuestra salud y vuestra salud. Por esto queremos ser esencial. No quiero echar tierra encima de otros sectores pero quiero defender lo nuestro porque aparte del aspecto físico, el deporte hace que la persona se siente mas fortalecida a nivel inmunitario y emocional». Por lo que afirma que «pensamos que, ante una enfermedad cardiorrespiratoria como el coronavirus, no hay que prestarse toda la atención en prevenir el contagio sino también en fortalecer la salud en general. Si tenemos un sistema inmune fuerte y prestamos atención a la prevención desde ese prisma, podremos salir mejor de esta pandemia».

Además, el ejercicio también contribuye a reducir la obesidad, factor de riesgo en la COVID-19. “En las UCIs, cerca de la mitad de los ingresados que requieren tratamiento ventilatorio intensivo tienen obesidad, sobre todo obesidad grave”, apunta el doctor Miguel Ángel Rubio, responsable del servicio de Endocrinología y nutrición del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Según explica el experto, esto se da a que puede deberse a una menor inmunidad natural frente a las infecciones o a que el virus pueda quedarse más tiempo en el tejido adiposo y se elimine de forma más lenta. Rubio también recuerda que la obesidad viene acompañada en numerosas ocasiones de otras patologías que complican la evolución del virus.

Llevar una vida sana, en lo que se incluye la actividad física, es el mejor activo para evitar tener esta acumulación excesiva de grasa. En lo referente al ejercicio, el especialista especifica que «contrarresta las acciones negativas de la obesidad y que predisponen a una peor condición cardiorrespiratoria».

Una labor de prevención que señalan los técnicos consultados. «El deporte es un elemento mas de la cadena de la prevención y contribuimos a que las personas estén sanas y bien». Y es que, según el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM), hay muestras de que la actividad física puede tener un gran potencial para reducir las complicaciones de la Covid-19. Por un lado, esto implica menor tasa de mortalidad pero también de hospitalización, lo que favorecerá que no se saturen los sistemas de salud.

Además de lo puramente cientifico, la salud mental también juega un papel fundamental. «Sentimos que podemos ayudar tanto a nivel físico como psicológico. La gente que hace deporte de forma continuada lo hace pro salud mental y se lo estamos quitando. Muchos usuarios salen de su trabajo a las seis de la tarde y antes hacían deporte después de esa hora porque solo podían por la tarde y ahora no pueden. El hacerlo en un centro te permite tener una rutina. Nos sentimos frustrados no solo por el tema económico sino pro este aspecto también porque se está perjudicando a muchas personas»

Efectos sanitarios tanto a nivel biológico como mental que estimulan a los representantes del sector a reivindicarse, como «vacuna natural», como un servicio esencial para tratar de evitar la agonía de un sector catalogado como factor de riesgo pudiendo ser, en realidad, un potente aliado en la lucha contra el coronavirus.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mercedes
Aniversario Holea
Huelva Comercio
feria vimar
Caja rural, foro alimentación
csif
unia
Ecoembes
matsa
Hospital Quirón
Cocehu
Aguas de Huelva
Las cosas del toro
Atlantic Copper becas
Ayuntamiento de palos de la frontera
Caja Rural hipoteca joven
cepsa
Diputación de Huelva