Redacción. El Consejo de Gobierno ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC), el fandango en la provincia de Huelva como Actividad de Interés Etnológico debido a su especial relevancia como expresión músico-oral y su gran tradición como patrimonio cultural vivo en la provincia onubense.
El acuerdo, a propuesta de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, destaca la importancia del fandango como eje vertebrador de diferentes contextos rituales festivos, como sucede en los municipios de Almonaster la Real, Alosno o El Cerro de Andévalo, entre otros.
Asimismo, el Gobierno andaluz señala en el acuerdo que difusión del fandango ha permitido su conocimiento y expansión más allá de los límites provinciales, alcanzando su extensión a toda Andalucía, pudiendo encontrar actualmente diferentes estilos en localidades como Lucena (Córdoba), Peza y Güéjar Sierra (Granada) o en Cómpeta (Málaga). No obstante, es en la provincia onubense donde el fandango adquiere mayor significado y se constituye en seña de identidad, trascendiendo las poblaciones donde tiene una mayor relevancia y creando y manteniendo contextos para su difusión y salvaguarda.
Valor patrimonial
Alrededor del fandango existe una importante cultura material, que viene representada por la gran cantidad de registros sonoros, audiovisuales, documentos, material bibliográfico y otros que pueden encontrarse en poblaciones, agrupaciones, peñas y otras instituciones, con un valor patrimonial de suma importancia para entender esta expresión del flamenco en todas sus dimensiones: creativa, simbólica, histórica, etc.
La importancia de sus estructuras musicales, la oralidad como modelo de transmisión y la continua creatividad manifiesta en sus diversas letras son muestras de la relevancia del fandango. Los códigos musicales representados en toques, cantes, bailes, letras y otros ponen de manifiesto la riqueza y diversidad de una manifestación que define modelos y territorios en las formas de interpretar y ejecutar el fandango onubense.
La institucionalización que ha experimentado el fandango a través de distintos colectivos agrupados en peñas flamencas, asociaciones culturales, grupos folclóricos u otros sin menoscabar su carácter popular o folclórico, constituye un importante valor patrimonial que funciona también como aglutinador de colectivos y conformador de espacios de sociabilidad mediante peñas, coros u otros sistemas de organización.
En la provincia de Huelva en general y en particular en algunas localidades, donde encontramos ciertas singularidades, el fandango se convierte en símbolo de la identidad local y de reafirmación colectiva como comunidad culturalmente diferenciada. De esta forma, según la localidad, puede constituir referentes de máxima intensidad inserto en contextos rituales de gran vitalidad tales como las cruces de mayo o en el desarrollo de sus correspondientes romerías; mientras que en otros municipios se circunscriben a encuentros, certámenes, reuniones de grupos o peñas flamencas.
Sea de una u otra forma, el fandango representa e identifica a determinados colectivos de la provincia de Huelva, a la vez que señala y define formas de vida expresadas en formas musicales y orales de gran relevancia para el conocimiento de la diversidad y riqueza cultural de Andalucía.
Entre los diferentes estilos, destacan los de los municipios de Almonaster la Real (con hasta nueve variedades), Alosno (con un gran número de estilos personales y variedades, como el ‘cané’ o el ‘parao’), Cabezas Rubias, Calañas (único de la provincia que cuenta con partitura), El Cerro de Andévalo (vinculado a la romería de San Benito Abad), Encinasola, Huelva, Minas de Riotinto, Santa Bárbara de Casa, Valverde del Camino y Zalamea la Real.