Miguel Mojarro.
Lecturas casineras – 3
Algunos casinos son especialmente atractivos para una lectura sosegada, tanto sentado en una de sus ventanas recién restauradas, como paseando por un hermoso pasillo, esta vez en un salón en forma de «ele», que permite un espacio incluso para pasear.
En Cortegana, en el «Casino de Arriba», hay un salón con una ventana a la plaza de la Iglesia, que permite mirar el atractivo exterior, tomar un café recién hecho y leer uno de esos libros que complementan el escenario.
Allí comencé a leer el libro que hoy recomiendo y allí lo terminé al día siguiente, porque es libro que se lee sin mucha pausa. Bueno, el primero de los tres que hoy toca sugerir.
Autor: Domingo Villar
Gallego. De Vigo, desde 1971.-
Entró en el oficio de novelador a partir de otros autores españoles, pero no sigue sus pautas creativas. Es autor de esos que «no se parecen a otros».
Me recuerda a otro genio de la narrativa, pero esta vez de la imagen: Víctor Erice. Sus películas, iniciadas con el «Espíritu de la colmena», dejaban unos 10 años de barbecho entre una y otra. Y mira que eran buenas …
Pues con Domingo Villar ocurre lo mismo. Hay un amplio barbecho entre cada una de sus novelas. Y mira que son buenas …
Obras: Nos ha dejado (De momento) tres joyas de la novela de intriga española contemporánea:
«Ojos de agua» (2006), «La playa de los ahogados» (2009) y «El último barco» (2019).
Premios: Sintagma, Frei Martin Sarmiento, Novelpol, Brigada 21, Antón Losada Diéguez, … y otros.
El Inspector Leo Caldas protagoniza las tres obras. Es personaje que permite aunar una trama de intriga, reflexiones a veces irónicas y un escenario real de pueblos que están ahí, conocidos o por conocer, que para eso el autor confiesa pretender que los lectores conozcan su tierra, Galicia y especialmente la costa cercana a Vigo.
Los que conocemos Vigo desde diversas perspectivas, disfrutamos con estos escenarios, personajes y situaciones.
Los que no lo conocen, tienen una ocasión preciosa para recorrer y saborear calles entrañables, puertos llenos de vida cercana y playas íntimas.
Pero estas novelas, para los amantes de la intriga, tienen tres características que son atracciones para el lector: El recorrido es sosegado a la vez que inquietante, los temas son diferentes de los habituales y se lee con el regusto de lo bien escrito (Calidad).
Insisto en esto último, porque la calidad literaria de Villar es algo que sobresale entre su varias cualidades. Es bueno que se unan en una novela actual, el estilo literario, la calidad y una construcción de trama atractiva y ágil.
El padre del protagonista Leo Caldas, es personaje que gusta desde su posición de «verso suelto», aporta la creatividad sarcástica del «señor mayor»: Tiene un cuaderno de notas, al que llama el «Libro de idiotas», en el que apunta los nombres de los que considera como tales. Pero hay más personajes para generar sarcasmos.
Intriga, calidad, sencillez y, sobre todo, enorme atractivo en su prosa.
Y una cualidad que no es frecuente: No hay párrafos enormes, de los que invitan a leer en diagonal o pasar de ellos.
Sugiero leer estos libro en el orden que aparecieron, que es el que indicamos aquí. El primero, «Ojos de agua», es magnífico aperitivo, sencillo y breve. Los otros dos, siempre acaban con el deseo de que salga pronto el siguiente.
(La próxima sugerencia la haremos adentrándonos en un ensayista de la generación del 98)
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