HBN. La difícil situación que atraviesa no solo nuestra provincia, comunidad autónoma o país, sino todo el mundo, ocasionada por la pandemia del covid-19, pasa factura a todos los colectivos. El confinamiento ha obligado a tomar medidas de precaución y aislamiento cuyos efectos se hacen aún más patentes en personas que presentan algún tipo de discapacidad. Es el caso de la Asociación de Paralíticos Cerebrales de Huelva (ASPACEHU), que lleva desde el año 1977 luchando por la integración y la mejora de la calidad de vida de personas afectadas por parálisis cerebral o discapacidad afín. Fue un grupo de padres con hijos afectados de esta discapacidad quienes fundaron la asociación, que viene funcionando como un Servicio Social Especializado.
Desde su fundación hasta la actualidad, ofrecen diferentes servicios, tanto a los asociados como a cualquier otra persona que aun no siendo socio haya solicitado ayuda, siempre en función de los escasos recursos, tanto económicos como humanos, con los que cuentan. No obstante, poco a poco, gracias al trabajo de sus asociados y sus profesionales, al apoyo continuo de la Administración Pública, y a la solidaridad de personas y entidades privadas como la Fundación Atlantic Copper, la asociación ha ido creciendo en cuanto a la calidad y cantidad de los servicios que ofrece.
Actualmente su sede social se encuentra en Huelva capital, concretamente en la zona ajardinada de la Barriada de Santa Marta, siendo su ámbito de actuación provincial, tal como aparece en sus Estatutos. Según el censo que baraja la entidad, existen en Huelva y provincia un total aproximado de 600 personas afectadas de esta discapacidad. Un número cuantioso que precisa de recursos ofrecidos en gran medida por uno de sus colaboradores más fieles, la Fundación Atlantic Copper que, cada año, renueva su convenio para sufragar parte de los trabajos de integración, rehabilitación y asistencia de personas afectadas con parálisis cerebral y discapacidades afines en la provincia de Huelva.
Las partidas emitidas por la fundación suelen invertirse en las diversas áreas de asistencia que desarrolla, entre las que se incluye la rehabilitación médico-funcional. Este es uno de los convenios más destacados de la fundación relacionado con el ámbito social, junto con los firmados con Proyecto Hombre, la Fundación Valdocco o con otras entidades como Cruz Roja, Casa Paco Girón, Economato Resurgir o Ciudad de los Niños, entre otras.
Para conocer más en profundidad la labor de ASPACEHU, contamos con el testimonio de su presidente, Carlos Cabaleiro Lopetegui, un economista vinculado al sector portuario desde hace treinta años. Nos cuenta que la asociación gestiona una Residencia para Gravemente Afectados, donde viven de forma permanente veinte usuarios, una Unidad de Día donde se prestan diversos servicios educativos, asistenciales y de carácter ocupacional, y un Centro de Atención Temprana. En total de una u otra forma se atiende a unas sesenta personas.
Tal y como nos explica, la colaboración que la Fundación Atlantic Copper presta a la Asociación data de varios años atrás y se ha concretado, de forma anual, en la financiación de la adquisición de equipos y desarrollo de programas que contribuyan a mejorar la vida de las personas afectadas por parálisis cerebral integradas en la Asociación.
«En mi opinión la complicidad de la Fundación nos ha permitido diversificar la oferta de servicios a los usuarios de la Asociación, así como mejorar la dotación de medios materiales, redundando en una sustancial mejora en la calidad de la atención», afirma el presidente de la entidad. Continúa sentenciando que «desafortunadamente no existen muchas organizaciones con la enorme sensibilidad que demuestra continuamente la Fundación Atlantic Copper. Esta sensibilidad y continuidad en el tiempo son fundamentales para nuestro sector, con un déficit financiero que podríamos considerar estructural».
Una situación que se ha agravado aún más con la declaración del Estado de Alarma, como medida ante la propagación del Covid-19, que ha tenido como consecuencias en ASPACEHU el cierre inmediato de la Unidad de Día y del Centro de Atención Temprana, donde los trabajadores han prestado determinados servicios de forma telemática cuando ha sido posible. En cuanto a la Residencia para Gravemente Afectados se procedió a confinar a los usuarios, siguiendo las recomendaciones de la Administración, así como a suspender temporalmente las visitas de familiares de los residentes. Al mismo tiempo realizaron test a todos ellos, no habiendo ninguno con resultado positivo.
Una situación muy dura por las especiales características de estas personas, pero afortunadamente no se ha registrado ninguna incidencia. Se han multiplicado las videollamadas a los residentes y los familiares son informados de su estado y de cualquier novedad de relevancia.
A pesar de todos los contratiempos que vengan y de la escasa financiación pública con la que cuentan, esta asociación seguirá luchando por la integración y el bienestar de todos aquellos que sufran una discapacidad tal como la parálisis cerebral, sobre todo y gracias a la contribución altruista de entidades privadas como la Fundación Atlantic Copper, que contribuye con su montante anual a mejorar la atención y las dotaciones que posee, necesarias de todo punto al ser el único organismo creado para este fin en la provincia de Huelva.