HBN. Los sociólogos Marta Martínez Muñoz e Iván Rodríguez Pascual, profesor de la Universidad de Huelva, llevan a cabo el proyecto de investigación ‘Infancia confinada’, para estudiar cómo están viviendo los niños y adolescentes españoles el confinamiento tras la suspensión de las clases por coronavirus, y solicitan la colaboración de familias para recopilar información.
Los impulsores de este proyecto de «sociología de urgencia» han creado una web con un cuestionario dirigido a escolares de entre 10 y 14 años para que, con consentimiento de sus progenitores, relaten de forma anónima sus preocupaciones y sensaciones durante la cuarentena. También en qué condiciones domésticas afrontan la crisis del coronavirus y cómo se están adaptando a seguir el curso escolar a distancia.
Marta Martínez, investigadora y evaluadora de la asociación Enclave de Evaluación y especializada en sociología de la infancia, junto a Iván Rodríguez, profesor de la Universidad de Huelva especializado también en infancia y nuevas tecnologías, lanzaron tras el decreto del estado de alarma esta investigación inédita por la excepcionalidad de la situación, que ambos investigadores promueven.
Hasta el mes de abril han ido recopilando información a través de los cuestionarios ‘online’ que respondieron más de 300 niños, con preguntas relacionadas con los recursos de los disponen en sus hogares para afrontar el confinamiento, como si tienen internet u ordenador propio. También respecto a cuáles son sus expectativas y sus preocupaciones en esta situación sobrevenida. Los cuestionarios se han propagado por toda España y las familias que participan tienen perfiles heterogéneos tanto en renta como el lugares de residencia, lo que aportará riqueza a las conclusiones definitivas.
El motivo de la investigación es que quieren conocer de primera mano cómo están viviendo la situación de confinamiento las niñas, niños y adolescentes, ya que a estas edades necesitan certezas en sus vidas cotidianas, vivir un cambio brusco, repentino y masivo como el confinamiento es un episodio sin precedentes en nuestra sociedad. Confinadas y prácticamente encerradas en casa todas las personas nos sentimos inmersas en una situación que no parece real y el sentimiento de vulnerabilidad (y también de resiliencia) se ha instalado en mayores y pequeños. Por ello, estos investigadores consideran importante comprender qué opinan, cómo está afectando el COVID 19 a las vidas cotidianas de niñas y niños y cómo están construyendo de forma individual y colectiva el significado de esta situación.
Los objetivos marcados de esta investigación giran en torno a conocer esta realidad además de invitar a niñas, niños y adolescentes a expresar sus principales preocupaciones y vivencias junto a las personas con las que viven; indagar en las condiciones materiales y familiares en las que están viviendo el periodo de confinamiento y describir cuáles son sus rutinas cotidianas y su percepción sobre la duración del confinamiento. Para todo ello, elaboraron un cuestionario en línea con preguntas clave. Va dirigido a niñas y niños de entre 10 y 14 años y debían ser invitados por otros usuarios a la plataforma LimeSurvey, donde se alojó el cuestionario, una herramienta confiable y que garantiza anonimato. Tampoco se recoge en la investigación información alguna que pueda identificar a los niños ni a las familias.
Tras esta fase de recopilación de datos, en base a las respuestas anónimas de los cuestionarios, los investigadores elaborarán un informe con los principales resultados del estudio y podremos conocer cómo están llevando los más pequeños esta inusual situación y quizás avanzar cómo puede llegar a afectarles el confinamiento a largo plazo. Si hay una certeza es que esta que estamos viviendo es una situación inesperada para cualquiera y para la que carecemos de herramientas que nos ayuden a superarlas. Así, muchas personas han experimentado problemas para superar la tensión y necesitan ayuda profesional online, psicológica o de acompañamiento. Además la experiencia varía en función del entorno y el núcleo familiar en el que nos encontremos. Si estamos en un entorno hostil o con carencias, la situación se verá agravada.
De todos los momentos podemos sacar lecciones y nuevas oportunidades, por lo que todos debemos ser positivos y pensar que esta realidad que nos ha tocado vivir también nos aportará algo muy valioso a nuestras vidas: más fuerza y saber para afrontar cualquier coyuntura futura.