Esther Gómez. No sé si has escuchado el eco de nuestro aplauso o si el aplauso que te han regalado ha dejado su eco en el nuestro.
Lo que sí sé es de tu garra para la vida; de tu agarrarla fuerte; de ti.
Sé y lo sabemos todos, que tú no eres de agachar la cabeza, de evitar o huír; que tú eres de enfrentarte; a lo que venga, por lo que crees.
Y así lo has hecho a este loco bichito que te encontró en su camino. Y le has quitado su corona, que ahora es tuya.
Tú siempre has sido ejemplo de mujer, de persona, de maestra. Y ahora lo eres de luchadora, de vencedora contra el coronavirus.
Déjame que te diga que tú tienes la fuerza que el mundo necesita y nos la has demostrado una vez más.
Atrás quedan los días de soledad en una habitación de hospital…los ¿por qué a mí? y ¿cómo? Seguramente hasta los ¿qué hice mal? Qué va, no es cosa tuya, seguramente este bichito, como otros, también elige a los mejores.
Pero hoy por fin vuelves a casa, con los tuyos, donde más te quieren. Y es cierto que muy posiblemente recordarás siempre a aquellos que te cuidaron y te dieron el cariño necesario para afrontar esta batalla. Hablo del equipo médico, el equipo más humano y superhéroe al mismo tiempo que tenemos contra este huracán.
Vuelves a casa y hay que seguir la lucha. Allí te espera un equipo de amor a distancia 100% preparado.
Y fuera, cuando todo esto acabe, te espera la vida; te esperamos todos, deseando darte la enhorabuena y un abrazo enorme que cierre este capítulo, donde para nosotros tú eres, sin dudas, el personaje principal de la historia, nuestra supeheroína.