S. D. Huelva queda en deuda con Francisco Peralta Osorno, primer olímpico de Huelva, que falleció este miércoles a los 76 años, y al que por “los acontecimientos que vive nuestra sociedad hoy día, no podrá ser despedido como merece”, según reza el comunicado del Club Asirio de Tiro con arco, club en el que integró a principios de este siglo con la idea de “practicar y transmitir sus amplios conocimientos de esta disciplina”.
Huelva en general, y el deporte en particular, han dejado pendientes el homenaje que merece una de las figuras deportivas estelares en la provincia. En la semblanza que hace el Asirio de Peralta, sobre el que fue en 1980 el primer olímpico de Huelva se señala que nació en 1943 en Manzanilla, si bien a los dos años se trasladó a la capital, donde se formó académicamente. A los 23 años ingresó como Jefe de Área en la empresa Explosivos Riotinto de la capital Huelva.
Con 30 años, comenzó su andadura en el tiro con arco, iniciándose en esta disciplina de forma casual, gracias a su amigo José Sánchez Vázquez, que practicaba de forma particular este deporte. A raíz de ello contactaron con la Real Federación Española de Tiro con Arco (RFETA), que les dieron unas charlas en la Ciudad Deportiva de Huelva, empezando así su formación deportiva de forma autodidacta, ya que la precariedad de la época no ofrecía otra alternativa.
Un año más tarde, ya en 1974 ascendió a arquero de primera categoría, gracias a sus puntuaciones y a los grandes resultados que vino cosechando en las competiciones nacionales. En 1976, en el Campeonato de España Absoluto al Aire Libre celebrado en Huelva, se proclamó campeón nacional por equipos, junto a otros dos grandes arqueros y amigos, José Saavedra González (internacional con España) y José Prieto Escaso (segundo olímpico de Huelva en Los Ángeles 84).
El brillante resultado obtenido le permitió participar años después en competiciones internacionales, como integrante de la selección nacional de tiro con arco. A raíz de ello empezó a ser entrenado por el seleccionador nacional, Tomás Cerra, pero para ello tuvo que desplazarse los viernes a Oviedo, y regresar a Huelva el lunes de madrugada, sacrificándose cada fin de semana para poder compaginar el entrenamiento deportivo, con su trabajo en refinería.
Su compromiso y sobre todo su continuo afán de superación en el tiro con arco le llevó a hacer realidad uno de sus grandes sueños, participar en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. Su actuación en este gran evento no fue la que él esperaba, ya que un mes antes de los mismos tuvo que cambiar parte del material, lo que le pasó factura, a pesar de todo ello realizó una gran competición, clasificándose en el puesto 33 de más de 70 arqueros participantes.
En 1981, tras competir en el Campeonato de España de Ibiza, decidió retirarse de la competición de alto nivel, ya que el sacrificio realizado los últimos años para poder practicar este deporte brillando a gran altura, era casi imposible de mantener, por lo que decide dedicarse a su familia.
Paco, durante su carrera deportiva consiguió muchos trofeos: campeonatos de España, récords de España, Mejor Deportista de Huelva, además de varios premios, menciones y reconocimientos internacionales, como el distintivo internacional de Estrella FITA 600.
Tras muchos años lejos de este deporte, en la primera década de este siglo XXI, Paco Peralta decidió regresar a la práctica activa del tiro con arco, integrándose en el Club Asirio. Allí coincidió con su gran amigo José Saavedra González, enseñando a los jóvenes arqueros interesados en este ancestral deporte.
En el año 2016, a los 72 años, por motivos de salud, decidió abandonar definitivamente su relación con el tiro con arco, y ese mismo año recibe un merecido y cariñoso homenaje de parte del Club Asirio, que seguro abanderará el que todo el deporte de Huelva debe tributar a Paco Peralta cuando la situación general del pais, ahora azotado por el coronavirus, así lo permita.
“No puede quedar en el olvido lo que hizo Paco Peralta para el tiro con arco y el deporte en general, en una larga carrera llenas de éxitos deportivos, especialmente por haber sido un deportista al que nadie le regaló nada, y todo -que no fue poco- lo consiguió con su constante esfuerzo, empeño, perseverancia, sacrificio y tenacidad”, termina el comunicado del Asirio.