Redacción. Las esperanzas que la FOE había depositado en el Gobierno de España se han esfumado al ver la respuesta que el Ejecutivo ha dado a los autónomos de nuestro país, cuyo esfuerzo por colaborar a frenar la expansión del virus cerrando, en la mayoría de los casos, responsablemente sus negocios no se ha visto en ningún modo recompensado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Un duro revés que traerá consigo, irremediablemente, el cierre de muchos negocios que no podrán hacer frente a estos duros momentos.
Las peticiones empresariales hacia ese colectivo se centraban fundamentalmente en una suspensión de las cotizaciones sociales y el abono de las bajas desde el primer día, cuestiones que no han sido tenidas en cuenta y sí, sin embargo, la prestación de paro que ya le correspondían al estar cotizando por ella.
Así las cosas, se adivina un panorama desalentador si las medidas concluyen con las anunciadas hoy tras el Consejo de Ministros, que en conjunto no dan respuesta a las exigencias de nuestra economía, con una parálisis de la actividad empresarial que, aunque sea temporal, con las ayudas que se ponen a disposición de las empresas va a ser difícil de superar.
Sí, se respalda, sin embargo, las medidas relativas a los ajustes de plantillas (ERTEs) para asegurar con las mismas el empleo y las destinadas a garantizar la liquidez de las empresas, movilizando recursos públicos con ese fin.